Un director para Bach y Mozart

E. F., Si Crist¨®bal Halffier triunf¨® en Z¨²rich como compositor, no ha sido menor su ¨¦xito como director. Los mismos profesores de la orquesta de la Tonhalle se mostraban contentos y se sent¨ªan bien orientados y trabajados no s¨®lo en Versus, sino tambi¨¦n en la Segunda suite de Juan Sebasti¨¢n Bach, estupendamente protagonizada por el flautista G¨¹nter Rumpel, y en la Sinfon¨ªa concertante, KV 297b, de Mozart, en la que Andr¨¦ Raoult, oboe; Hans Rudolf Stalder, clarinete; Manfred Sax, fagot, y Jacob Hefti, trompa, lucieron sus cualidades sol¨ªsticas.

En la orquesta de la Tonhalle, de actividades incesantes y cultivo del m¨¢s amplio repertorio, brillan tanto las individualidades como el trabajo colectivo. De ah¨ª el valor de los solistas citados al destacar como verdaderos concertistas, y tambi¨¦n el m¨¦rito de Crist¨®bal Halffter, director m¨²sico ante todo, que supo lograr un Mozart flexible, natural y nada pedante; despose¨ªdo de cualquier tentaci¨®n museal y del menor alarde de erudito ni a la violeta ni de ninguna otra especie.

En el caso de Juan Sebasti¨¢n Bach, Crist¨®bal Halffier otorg¨® a la Segunda Suite para flauta y cuerda el car¨¢cter ligero y casi galante que campea en muchos de sus tiempos, como es sabido procedentes de aires de danza, salvo en el caso de la m¨¢s importante y ampliamente estructurada obertura inicial.