Desde el imperio hacia Dios

La obsesi¨®n que, desde que firm¨® los pactos con AP para formar la Coalici¨®n Popular, siente el PDP por resucitar una potente forma ci¨®n de centro adquiri¨® nueva fuerza con los intentos de aproxi maci¨®n entre el partido democris tiano y algunos de los que fueron calificados como azules entre las familias de la desaparecida UCD. El andaluz F¨¦lix Manuel P¨¦rez Miyares, ex ministro de Trabajo en un Gobierno de UCD, fue el primero en dar recientemente el paso de incorporarse a la forma ci¨®n de ?scar Alzaga. Y ya est¨¢n avanzadas las conversaciones para la posible adhesi¨®n al PDP de otros azules, como Rodolfo Mart¨ªn Villa o, seg¨²n esperan los dirigentes democristianos, aun que la posibilidad se vea m¨¢s remota, el propio Juan Jos¨¦ Ros¨®n.Entre todos los partidos que, encuadrados en una u otra operaci¨®n pol¨ªtica, se consideran a s¨ª mismos como de centro, el PDP ha sido quien m¨¢s militantes ucedistas ha incorporado a sus filas -se han afiliado unos 70 de quienes fueron diputados centristas en pasadas legislaturas- .Y lo que Alzaga califica como "ampliaciones de capital" humano seguir¨¢ en sucesivas tandas en las pr¨®ximas semanas, no limit¨¢ndose a personas estrictamente procedentes del campo de los democristianos; adem¨¢s de los azules, es posible que tambi¨¦n firmen la ficha de militancia ex ucedistas de escasa relevancia procedentes del campo liberal-cristiano, en lo que puede considerarse como un serio intento de reconstrucci¨®n, desde otras premisas, de algo semejante a lo que fue UCD.

Desde su posici¨®n como miembro destacado de la Coalici¨®n Popular, ?scar Alzaga se convertir¨¢ as¨ª, seg¨²n esperan los dirigentes democristianos, en un aut¨¦ntico ¨¢rbitro de la situaci¨®n tras los inevitables corrimientos que, seg¨²n todas las fuentes, se producir¨¢n una vez conocidos los resultados de las elecciones de 1986. Seg¨²n todos los medios consultados, las elecciones auton¨®micas de 1987 marcar¨¢n el inicio del despegue democristiano respecto de AP.