El aumento del paro recrudece los enfrentamientos entre UGT y el equipo econ¨®mico del Gobierno

La UGT exigi¨® ayer responsabilidades al Gobierno por "la situaci¨®n de desempleo a la que est¨¢n abocados casi tres millones de trabajadores". Las cifras hechas p¨²blicas por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) correspondientes al primer trimestre de 1985, que sit¨²an el desempleo en los 2.924.5001 han recrudecido las cr¨ªticas de UGT al Gobierno, al que responsabiliza, junto con los empresarios, del aumento del paro. La central afirma que "presionar¨¢ al Gobierno para que oriente su pol¨ªtica por criterios menos economicistas y m¨¢s justos".Cifras aterradoras

La Uni¨®n General de Trabajadores contest¨® ayer en un agrio comunicado, suscrito por su ejecutiva, las cifras de paro de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, a las que califica de "escalofriantes y aterradoras". La nota profundiza las diferencias con el Ejecutivo y sit¨²a a la central en clara confrontaci¨®n con la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.

Paralelamente al comunicado oficial, el secretario general de UGT, Nicol¨¢s Redondo, declaraba ayer que las cifras de paro demostraban que hab¨ªa fracasado la pol¨ªtica de empleo. En el reparto de la responsabilidad, el l¨ªder sindical situ¨® en primer t¨¦rmino a los empresarios -"todo el mundo, sabe los altos beneficios que han obtenido en 1984 y que no se han traducido en creaci¨®n de puestos de trabajo"- y en segundo lugar al Gobierno, por no poner m¨¢s ¨¦nfasis en la inversi¨®n p¨²blica.

En este mismo sentido, el portavoz de UGT, Miguel ?ngel Ord¨®?ez, advert¨ªa que "no se puede lanzar el mensaje de que todos somos responsables del paro, cuando los trabajadores son los ¨²nicos que est¨¢n sufriendo sus consecuencias. Hay dos claros responsables: los empresarios y el Gobierno. Unos por negarse a invertir y el otro por no poner en marcha medidas que generasen empleo y que estaban en su propio programa electoral".

En su comunicado, la UGT, que incide en apreciaciones que ya hab¨ªan sido vertidas por el propio Redondo, sit¨²a, efectivamente, las causas del paro en la actitud negativa de los empresarios hacia la inversi¨®n, y en Ia aplicaci¨®n de una pol¨ªtica monetarista que ha hecho del beneficio empresarial y de la reducci¨®n de la inflaci¨®n sus ¨²nicos objetivos, despreciando los costes sociales impl¨ªcitos". En consecuencia pide que "el d¨¦ficit p¨²blico deje de ser la ¨²nica obsesi¨®n de los gestores de la econom¨ªa".

En el an¨¢lisis que hace la central socialista la pol¨ªtica aplicada "no s¨®lo no crea empleo, sino que se siguen destruyendo puestos de trabajo" y advierte que "el socorrido recurso de la crisis mundial empieza a no explicar convincentemente la grave situaci¨®n que padecemos". El sindicato socialista responsabiliza tambi¨¦n de la situaci¨®n a los empresarios y "a la derecha que ha atacado sistem¨¢ticamente al Estado social". Y recuerda que en la actual legislatura se ha flexibilizado al m¨¢ximo la contrataci¨®n y se ha subvencionado a los empresarios para crear empleo con cargo a los Presupuestos del Estado con 715.000 millones de pesetas en 1985.

La lectura que el Ministerio de Econom¨ªa da al aumento del paro es muy diferente y califica los datos "de bastante buenos", teniendo en cuenta que su crecimiento es el menor de los registrados en los primeros trimestres de los ¨²ltimos a?os. Econom¨ªa recuerda que en los tres primeros meses de 1984 el desempleo subi¨® en 86.000 personas -una vez descontado el aumento causado por los perceptores del empleo comunitario-, en 1983 el paro creci¨® en 85.000, y en 175.000 personas en 1982.

A juicio de Econom¨ªa la comparaci¨®n de estas cifras y otras similares sobre evoluci¨®n de empleo y aumento de nuevas colocaciones en los primeros meses del a?o, "permite ser prudentemente optimista" sobre el futuro del empleo.

Las profundas diferencias que separan hoy a la UGT de los planteamientos del Gobierno se extienden a otras materias sometidas a debate. Nicol¨¢s Redondo insist¨ªa ayer en su intenci¨®n de no votar a favor de la ley de pensiones y aseguraba que la comisi¨®n de seguimiento del AES, integrada por Gobierno, UGT y patronal, "est¨¢ muerta y hay que enterrarla definitivamente".