Vicente Vergara

Vicente Vergara es, a sus 35 a?os, un elemento imprescindible del paisaje urbano de Valencia. Desde 1972 desempe?a un importante papel de animador cultural, tanto como gerente de la empresa que ha llevado a Valencia todos los montajes de Els Joglars y program¨® por primera vez la actuaci¨®n de cantantes anta?o tan prohibidos como Raimon, Ovidi MontIlor o Llu¨ªs Llach, como en su calidad de colaborador de Cartelera Turia. Por su condici¨®n de director gerente de la sala que estren¨® en Valencia la obra teatral Teledeum, de Els Joglars, ha sido procesado por los supuestos delitos de "blasfemia" y "contra la libertad de conciencia".

No es la primera vez que Vicente Vergara es procesado. En 1971 lo fue, junto con otras 15 personas, por el c¨¦lebre Tribunal de Orden P¨²blico (TOP) como autor de un delito de asociaci¨®n ilegal, como miembro del Partido Comunista de Espa?a (PCE), formaci¨®n que abandon¨® en 1977. Ahora, con su segundo procesamiento, su impresi¨®n es de perplejidad. No entiende que pueda ser inculpado el director de una sala por programar un espect¨¢culo que no s¨®lo est¨¢ completamente autorizado, como es el caso de Teled¨¦um, sino que hab¨ªa sido exhibido con anterioridad en la mayor parte de las ciudades espa?olas. "Si se sientan precedentes de este tipo", se?ala, "es muy posible que, por ejemplo, los empresarios de salas de cine se muestren remisos a programar pel¨ªculas como la conflictiva Je vous salue, Marie, de Godard".Nacido en Valencia, Vergara vivi¨® en los ¨²ltimos a?os del franquismo y en los primeros de la transici¨®n todo tipo de prohibiciones y multas. "Antes de que se instaurase la democracia tuvimos muchos conflictos de este tipo, pero nunca hasta ahora un procesamiento por un espect¨¢culo. En aquellos tiempos eran m¨¢s expeditivos: prohib¨ªan la obra de teatro o el recital y se acab¨®".

Junto a las entonces frecuentes prohibiciones y multas por recitales de Paco Ib¨¢?ez o de Raimon, por ejemplo, Vergara sufri¨® otros casos m¨¢s curiosos. "El m¨¢s escandaloso que recuerdo, por lo at¨ªpico", dice, "fue la prohibici¨®n de un recital de jazz de Tet¨¦ Montoli¨² con el saxofonista Johnny Griffin, en 1974, cuando era gobernador civil Enrique Oltra Molt¨®".

La funci¨®n de animador cultural de Vergara no se limita a la programaci¨®n de representaciones teatrales y recitales de m¨²sica. Desde hace 5 a?os, el teatro Valencia que dirige ha sido el local de proyecci¨®n de la Filmoteca Espa?ola, actividad que ahora pasar¨¢ a depender de la Generalitat valenciana.

Adem¨¢s, cuando se incorpor¨® como director gerente a la empresa Studio, propietaria del teatro Valencia, tras salir de la c¨¢rcel donde pas¨® tres meses a ra¨ªz del procesamiento por asociaci¨®n ilegal, comenz¨® a escribir como cr¨ªtico cinematogr¨¢fico en la Cartelera Turia, publicaci¨®n valenciana a caballo entre la revista especializada en cine y teatro y la gu¨ªa de espect¨¢culos. La Turia, de cuya redacci¨®n Vergara es ahora el miembro m¨¢s antiguo despu¨¦s del director, fue tambi¨¦n en cierto modo plataforma de oposici¨®n y resistencia durante los ¨²ltimos a?os del franquismo.

Se confiesa esc¨¦ptico en materia religiosa y comenta ir¨®nicamente que su actual procesamiento cuadra muy poco con su pasado educativo, ya que en el parvulario estuvo con las madres Teresianas, y de ah¨ª pas¨® al colegio de los hermanos Maristas, donde curs¨® la ense?anza primaria y el bachillerato. Tambi¨¦n perteneci¨® a las congregaciones marianas.

No piensa que la obra Teledeum est¨¦ re?ida con las creencias religiosas ni que sea piedra de esc¨¢ndalo. "Vinieron muchos curas a verla", subraya, "aunque ninguno con sotana ni clergyman. Pude hablar con algunos de ellos y estaban encantados con el montaje. Tambi¨¦n hubo una cantidad importante de monjas, sin h¨¢bito, claro".