Brillante ejercicio

Gogol public¨® su novela corta Diario de un loco hace m¨¢s de cien a?os: muchos actores la han utilizado como mon¨®logo. Su mezcla de sarcasmo, humor, desesperaci¨®n, dolor, filosof¨ªa del bien y del mal componen un personaje representativo de lo que se llam¨® el alma eslava, conducido al l¨ªmite. Al tiempo que Gogol, se afirmaba el teatro de Arte de Mosc¨², y por tanto Stanislavski y su invento del m¨¦todo. Ernie Martin fund¨® un estudio en Nueva York para dar su propia versi¨®n del m¨¦todo; Ferm¨ª Reixach estudi¨® con ¨¦l; ¨¦ste es el resultado.Reixach interpreta con el m¨¢ximo realismo teatral posible; es decir, introduciendo en ¨¦l la exhibici¨®n, el ejercicio, la demostraci¨®n. Cada gesto, cada inflexi¨®n, parecen el fruto de un minucioso estudio y de una preparaci¨®n f¨ªsica y vocal. Como el personaje est¨¢ llevado al paroxismo, la fuerza histri¨®nica se puede manifestar sin resevas. El resultado interno -hacia el escenario- es excelente; el externo -hacia el p¨²blico- produce cierto cansancio: la situaci¨®n ¨²nica, la prolongaci¨®n de la exhibici¨®n durante casi hora y media, no se supera f¨¢cilmente pese a la t¨¦cnica del actor y la belleza del texto.

Ferm¨ª Reixach recibi¨® las ovaciones que merece y la constataci¨®n de su condiciones de actor de muy buena escuela.