La confusi¨®n y el p¨¢nico dominaron a las v¨ªctimas
CARLOS FUNCIA, Jaime Garc¨ªa Su¨¢rez, capit¨¢n del petrolero espa?ol Camponavi hasta el d¨ªa 24, quiso quedarse en el barco, pero finalmente se arroj¨® al mar al escuchar la tercera explosi¨®n. Estaba almorzando junto con el actual capit¨¢n, Carlos Miguel Closa, y coment¨® a este peri¨®dico: "La tercera explosi¨®n fue la m¨¢s fuerte; fue la que ocurri¨® en nuestro barco y me tir¨® al suelo. Cuando me levant¨¦ la gente ya estaba en el agua y yo me tir¨¦ detr¨¢s de ellos". La confusi¨®n y el p¨¢nico dominaban los primeros instantes.
El hasta hace tres d¨ªas capit¨¢n del buque ten¨ªa una herida en el codo, lo que le dificult¨® saltar, pero finalmente lo hizo, seis segundos m¨¢s tarde de la tercera explosi¨®n: "Salt¨® conmigo Mart¨ªnez Vidaurrazaga, segundo de m¨¢quinas; se tir¨® a mi lado, pero s¨¦ que es uno de los muertos"."Desincronizaci¨®n", dec¨ªa nerviosamente un tripulante de El Camporrubio (petrolero espa?ol que se hallaba en el pantal¨¢n contiguo) que hab¨ªa pertenecido hace tres meses a la tripulaci¨®n del Camponavi y que no quiso ser identificado. "Eran las once de las ma?ana y est¨¢bamos almorzando cuando escuchamos una tremenda explosi¨®n. Al principio pens¨¢bamos que era en nuestro barco, pero luego vimos que no. La primera reacci¨®n fue correr a donde pod¨ªamos, porque no sab¨ªamos d¨®nde est¨¢bamos. Hab¨ªa mucho ruido y mucho calor. Poco despu¨¦s vimos acercarse un remolcador, que desde luego tuvo valor, porque no hab¨ªa quien se acercara a ese infierno". Francisco Fern¨¢ndez Luna, empleado de la refiner¨ªa, se encontraba cerca de El Camporrubio: "El primer estampido me levant¨®ldel suelo, v¨ª una humareda y empez¨® a salir metralla y r¨¢pidamente cerr¨¦ la carga de gasoil aunque en realidad la cerraron los nervios. Me fui a la otra esquina".
La situaci¨®n era especialmente cr¨ªtica para los tripulantes del buque de bandera paname?a, ciudadanos coreanos y japoneses. En la residencia sanitaria, el segundo oficial de a bordo, de nombre Tim, se mostraba abatido: "Cuando escuch¨¦ la explosi¨®n me lanc¨¦ al agua y me puse a nadar, porque las llamas ven¨ªan detr¨¢s de m¨ª. Llegu¨¦ a una hoya y all¨ª me recogi¨® un remolcador que me llev¨® a tierra".
Trabajadores de la refiner¨ªa
Otro de sus compa?eros relataba que en el momento de la explosi¨®n estaba escuchando m¨²sica, "unas casetes que hab¨ªa comprado el d¨ªa anterior. V¨ª una columna de de humo y fuego, sal¨ª al corredor y al abrir la puerta v¨ª que el fuego ven¨ªa por el pasillo. No s¨¦ c¨®mo pude salir de all¨ª".
Juan Guerrero Fern¨¢ndez, 43 a?os, casado y con tres hijos, es uno de los dos supervivientes del grupo de trabajadores que entraban ayer en el turno de las seis de la ma?ana. El grupo estaba formado por un encargado, seis oficiales de segunda y el conductor del veh¨ªculo que mueve a los trabajadores por el interior de la refiner¨ªa, informa Rafael Arboleda.
El grupo qued¨® en la plataforma B, excepto Juan Guerrero y Francisco Fern¨¢ndez, el otro superviviente del grupo, que fueron a la plataforma A, donde cargaba gas¨®leo el barco El Camporrubio. A los cinco o seis minutos de estar all¨ª ocurr¨ªa la tragedia. "O¨ªmos una explosi¨®n muy grande, vimos chapas volar por lo alto y unas llamaradas enormes. Hac¨ªa mucho poniente y las llamas llegaban has ta casi nosotros. A los pocos se gundos el otro barco explotaba tambi¨¦n. Mi compa?ero y yo quisi mos soltar los cabos del buque que estaba cargando, pero estaban muy tensos y adem¨¢s la tripulaci¨®n hab¨ªa abandonado el barco por temor de que el fuego se hubiera propagado. Las llamaradas eran grand¨ªsimas, yo en mi vida hab¨ªa visto una cosa as¨ª; parec¨ªa como si el aire quemara. Despu¨¦s vino una barcaza, nos recogi¨® en el otro extremo de la plataforma y nos llevaron hasta la refiner¨ªa. Yo no hac¨ªa m¨¢s que preguntar por mis compa?eros y ofrecerme por si pod¨ªa hacer algo, pero era imposible. ?Qu¨¦ les habr¨¢ pasado a esas criaturas?". Juan Guerrero Fern¨¢ndez no ha reparado siquiera en alegrarse de haber escapado del n¨²mero de v¨ªctimas. "Son mis compa?eros de muchos a?os y no me hago a la idea".
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