Raymond Barre anuncia formalmente su candidatura a la presidencia francesa
Raymond Barre, antiguo primer ministro y una de las personalidades m¨¢s singulares de la escena pol¨ªtica francesa, anunci¨® ayer formalmente su candidatura a la presidencia de la Rep¨²blica, que no quedar¨¢ vacante, te¨®ricamente, hasta 1988. El anuncio ha provocado una fuerte pol¨¦mica !n el seno de la oposici¨®n, que teme que contribuya a dividir a¨²n m¨¢s la imagen de la derecha.
La candidatura de Barre al El¨ªseo era un secreto a voces, pero el hecho de que haya elegido precisamente este momento para hacerla p¨²blica formalmente tiene una indudable significaci¨®n pol¨ªtica. El ex primer ministro y catedr¨¢tico de Ciencias Econ¨®micas pretende desmarcarse de los otros l¨ªderes de la derecha 10 meses antes de las elecciones legislativas y clarificar su propia oferta pol¨ªtica. El anuncio se ha producido, adem¨¢s, 24 horas antes de que el principal partido de la oposici¨®n, la Asamblea para la Rep¨²blica (RPR), celebre un congreso extraordinario, en el que su dirigente, Jacques Chirac, definir¨¢ la estrategia con vistas a los comicios de 1986.Barre levant¨® ya otra pol¨¦mica hace tres meses al afirmar que no dar¨ªa su apoyo a ning¨²n Gobierno, por muy de oposici¨®n a los socialistas que fuera, dispuesto a gobernar bajo la presidencia de Fran?ois Mitterrand. El sistema constitucional franc¨¦s hace que el mandato del presidente de la Rep¨²blica sea de siete a?os, mientras que el Parlamento -y, consecuentemente, el Gobierno- cambia cada cinco. Quiere decirse que es posible que el partido socialista pierda las elecciones dentro de 10 meses y tenga que dejar paso a un Gobierno de derecha sin que, constitucionalmente, el socialista Fran?ois Mitterrand tenga tambi¨¦n que abandonar el El¨ªseo.
?sta es precisamente1a hip¨®tesis que Raymond Barre quiere evitar a toda costa. Cuando se neg¨® a la llamada "cohabitaci¨®n", los otros l¨ªderes de la derecha, Jacques Chirac y el ex presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing, se echaron las manos a la cabeza porque consideraron que la pol¨¦mica les perjudicar¨ªa con vistas a las elecciones legislativas. Barre permaneci¨® inmutable y prepar¨® su pr¨®ximo golpe. Su objetivo es claro: lograr que la oposici¨®n acuda a los comicios de 1986 con una campa?a que vincule su victoria a la dimisi¨®n de Mitterrand, por mucho que la Constituci¨®n no lo exija. Se trata de que el votante acuda a las urnas convencido de que al votar a la oposici¨®n vota tambi¨¦n por la desaparici¨®n de Mitterrand.
Los partidos cl¨¢sicos de la oposici¨®n y la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), cuyo principal representante es Giscard, no est¨¢n tan convencidos de que merezca la pena dar esa batalla. Sobre todo -dicen con cierta malicia los seguidores de Barre- porque as¨ª tendr¨ªan dos a?os por delante para colocarse ellos mismos como buenos candidatos a la presidencia de la Rep¨²blica. Los sondeos actuales indican que, aunque Raymond Barre ha perdido algo de popularidad en las ¨²ltimas semanas debido a la pol¨¦mica sobre la "cohabitaci¨®n", el catedr¨¢tico sigue estando muy por delante de Chirac o de Giscard en las preferencias de los franceses.
Barre parece, por el contrario, dispuesto a librar la batalla desde ahora mismo, aunque sea solo. El ex primer ministro es por s¨ª solo una aut¨¦ntica fuerza pol¨ªtica. Barre es un hombre independiente que no cuenta con ning¨²n partido detr¨¢s de ¨¦l, pero con el que Chirac y Giscard se ven obligados a contar, muy a su pesar. El economista, cuya mejor definici¨®n la dio uno de sus enemigos ("es un hombre cuadrado en un cuerpo redondo"), ha advertido ya a la UDF que no tolerar¨¢ que sus seguidores sean excluidos de las listas electorales de los dos partidos. Raymond Barre no presentar¨¢ candidatos propios en las elecciones de 1986, pero se sabe que entre los diputados de los dos partidos contar¨¢ con buenos y numerosos apoyos. Los candidatos se pelear¨¢n por conseguir que Barre acuda a sus m¨ªtines y les acoja bajo su amplio ¨ªndice de popularidad.
"Raymond Barre est¨¢ consiguiendo acorralar a Chirac", comentan con admiraci¨®n sus seguidores. El l¨ªder del RPR cuenta con un gran y potente partido, pero hasta ahora ha sido incapaz de competir frente a Barre. "Es el futuro sucesor de Mitterrand. Nadie m¨¢s puede hacerle la sombra en la derecha", a?aden. Curioso destino para un hombre que lleg¨® a la pol¨ªtica por casualidad y m¨¢s tarde que cualquiera de sus colegas. Barre, nacido en la isla de la Reuni¨®n, hijo de un comerciante que pas¨® por la c¨¢rcel por quiebra fraudulenta y al que no volvi¨® a ver desde que ten¨ªa cuatro a?os (pese a que su padre myri¨® en 1975 en Par¨ªs), se considera a s¨ª mismo como un intelectual, un universitario que no tuvo ninguna prisa por participar en la II Guerra Mundial y que sali¨® de su c¨¢tedra ¨²nicamente porque un antiguo profesor se empe?¨® en llevarlo a su lado a un ministerio.
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