El director general de Armamento se?ala el inter¨¦s espa?ol por participar en las tecnolog¨ªas de la 'guerra de las galaxias'
El director general de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, general Jos¨¦ de Andr¨¦s Jim¨¦nez, ha declarado que Espa?a, como otros pa¨ªses europeos, tiene inter¨¦s en participar en el desarrollo de las tecnolog¨ªas de la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) o guerra de las galaxias. "En qu¨¦ porcentaje estar¨¢ Espa?a en este tema depender¨¢ de nuestros esfuerzos. Cierto es que tenemos que estar con los pies en el suelo y debemos avanzar por terrenos tecnol¨®gicos que sean capaces de proporcionarnos l¨ªneas de producciones en los pr¨®ximos a?os", ha precisado.
El director general de Armamento y Material, que peri¨®dicamente participa en las reuniones de directores europeos de armamento y en las reuniones del Grupo Independiente de Programas (IEPG) de la OTAN, opina que "la SDI forma parte del futuro, por lo que algunos pa¨ªses europeos est¨¢n trabajando en estos temas desde hace a?os y en esas tecnolog¨ªas de futuro estamos interesados todos los pa¨ªses. No s¨®lo el Ministerio de Defensa sino todos los ministerios est¨¢n interesados en que el desarrallo tecnol¨®gico que pueda derivarse de la industria de armamento repercuta en la industria civil".Actualmente, Espa?a dedica unos 2.000 millones de pesetas anuales en investigaciones de proyectos militares, frente a los cerca de 1.000 que se dedicaban en los a?os setenta y los 300 en los sesenta. "El dinero que destinemos a la investigaci¨®n aplicada debe ser un dinero rentable qu¨¦ revierta en la industria y la econom¨ªa espa?ola, y por eso estamos muy interesados en esas tecnolog¨ªas de futuro".
El general recuerda que Europa y EE UU son aliados, pero que, "en todo caso, deben surgir proyectos tecnol¨®gicos europeos que puedan servir como bagaje negociador ante EE UU". "Europa", afirma, "debe tener iniciativas para tener un di¨¢logo directo con EE UU. Nada es excluyente, y la SDI y el Eureka -el proyecto tecnol¨®gico propuesto por Francia- no lo son, sino que pueden llegar a ser complementarios".
El objetivo del actual Gobierno de contar con avanzado armamento de tecnolog¨ªa propia -ya se investiga el desarrollo de un misil espa?ol que se llamar¨¢ Toledo- coincide con la pol¨ªtica de los pa¨ªses europeos de realizar avanzados programas propios de armamento frente a la fuerte competencia estadounidense. En 1983, Europa compr¨® a EE UU seis veces m¨¢s armas que las que vendi¨® a Washington. Para el general De Andr¨¦s, es necesario "establecer un di¨¢logo transatl¨¢ntico en el terreno de las compras y ventas de armamento". "EE UU es el pa¨ªs m¨¢s potente de Occidente, y creo que es favorable a este despertar de Europa a nivel tecnol¨®gico y econ¨®mico, porque no desea una Europa d¨¦bil", afirma.
Medidas anficorrupci¨®n
El desarrollo de una pol¨ªtica armamentista ha originado la creaci¨®n de asociaciones de empresas del sector, como la Asociaci¨®n de Fabricantes de Armamento y Material de Defensa (AFARMADE), la proliferaci¨®n de oficinas de intermediarias -hay 97 registradas y el movimiento de miles de millones de pesetas anuales. S¨®lo el pasado a?o se exportaron armas valoradas en unos 130.000 millones de pesetas.
El Gobierno ha anunciado que en breve elaborar¨¢ un real decreto para elevar el control del mercado de armamento. Cualquier empresa, que se dedique a estas labores deber¨¢ crear un m¨ªnimo de puestos establecido en el decreto, tendr¨¢ que disponer de una tecnolog¨ªa propia elevada y demostrar una solvencia econ¨®mica. El director general de Armamento de Material opina que Espa?a no se ha distinguido por la existencia de comisiones ilegales o corruptelas, y a?ade que ahora se han establecido "unos mecanismos que impiden totalmente las corrupciones. Todas las personas relacionadas con el mercado de armamento est¨¢n sometidas a un control que hace imposible la corrupci¨®n".
En los ¨²ltimos a?os, los principales clientes de armas espa?olas han sido Arabia Saud¨ª y Egipto entre los pa¨ªses ¨¢rabes, Argentina y Venezuela entre los latinoameri canos, Francia entre los europeos y Nigeria y Marruecos en ?frica.
"La pol¨ªtica espa?ola de armamento tiene unos principios ¨¦ticos que no nos los saltamos", asegura el general De Andr¨¦s. "No se trata de vender a toda costa. Para que se pueda desarrollar una buena industria de armamento es evidente que no basta con el mercado espa?ol, y hay que exportar. Pero hay unos principios elementales que en Espa?a son bastante rigurosos: acatamos las resoluciones de organizaciones internacionales a las que pertenece Espa?a sobre embargos de ventas de armas, y tam poco exportamos a zonas calientes. Quienes, dentro de la Administraci¨®n, estamos en estos puestos, no somos compradores y vendedores de armas, sino gestores de una pol¨ªtica del Gobierno" asegura el general.
Ventas a Ir¨¢n e Irak
De Andr¨¦s, sin embargo, dice que .no tiene respuesta" al hecho de que lleguen armas espa?olas a pa¨ªses en guerra como Ir¨¢n o Irak. "Cuando se da un permiso de exportaci¨®n de armas, a trav¨¦s de la comisi¨®n interministerial responsable, se respetan unas reglas de juego ¨¦ticas. Exigimos, por ejemplo, certificados de ¨²ltimo destino, y estamos dispuestos a que esas reglas de juego sean cada vez m¨¢s duras". Reconoce que algunos cerfificados de ¨²ltimo destino no son absolutamente verdaderos, "dando lugar a caminos a trav¨¦s de los cuales se salte la pol¨ªtica gubernamental; nosotros encontraremos los medios para que esto no sea posible". "Es dif¨ªcil, pero no imposible. Estamos dispuestos a cortar un comercio de armas que no est¨¦ de acuerdo con la voluntad de un Parlamento o de un Gobierno", precisa.
En el mismo sentido, el general De Andr¨¦s se?ala que se favorece todo el potencial defensivo del pa¨ªs, que "pasa por tener tecnolog¨ªa e industria, no por tener comerciantes de, armamentos". El general agrega que "fomentar la industria de armamento favorece el nivel tecnol¨®gico de otras empresas y eleva el nivel de vida de un pa¨ªs, pero fomentar la compraventa de armamento a secas no eleva el nivel de vida de la poblaci¨®n, sino el de unos pocos".
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