El vicepresidente Bush discutir¨¢ en Europa las respuestas 'militares o de otro tipo' a la amenaza terrorista
El presidente de EE UU ha ordenado que se suministre inmediatamente al presidente salvadore?o, Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, la ayuda necesaria para que su Ej¨¦rcito "busque y capture" a los autores de la muerte de los seis norteamericanos. Se acelerar¨¢ el env¨ªo de armas a El Salvador, y el presidente se reserva el uso de sus poderes de emergencia para proveer una ayuda adicional.Reagan sugiere que puede recurrir al Congreso para que apruebe nuevas medidas relacionadas con la ayuda a El Salvador, pero el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, descart¨® la utilizaci¨®n de tropas de combate estadounidenses en Centroam¨¦rica, y afirm¨®: "No hay planes para aumentar nuestra presencia militar" en la regi¨®n. Cualquier medida en este sentido, precis¨® el portavoz de la Casa Blanca, ser¨¢ decidida sobre la marcha y, en todo caso, previa consulta al Congreso. El presidente design¨® ayer al vicepresidente, George Bush, para "determinar, en consulta con nuestros aliados, qu¨¦ acciones, militares o de otro tipo, podemos adoptar nosotros y nuestros amigos tambi¨¦n amenazados, para acabar con esta afrenta a la humanidad". Reagan precis¨® que esta guerra no s¨®lo est¨¢ dirigida contra EE UU, "sino contra todas las sociedades civilizadas". Bush solicitar¨¢ ayuda, en un viaje que inicia la pr¨®xima semana a siete pa¨ªses europeos, proyectado en principio para lograr el apoyo de los aliados a la guerra de las galaxias. "El mundo occidental tiene que volver a unirse contra el terrorismo como hicimos hace 45 a?os contra Hitler", afirma la declaraci¨®n presidencial. A pesar de la creciente frustraci¨®n provocada por los ataque contra intereses de EE UU en Beirut y en El Salvador, Reagan advirti¨® a la opini¨®n p¨²blica: "Lo que hagamos en estas circunstancias no debe realizarse con una rabia irracional". "Estos sucesos", a?adi¨®, "requieren una respuesta razonada". Los auto res de estos actos deben saber afirm¨® el presidente, que "las consecuencias de sus acciones nunca ser¨¢n la capitulaci¨®n a las demandas terroristas". Descartadas las opciones militares, Ronald Reagan ha descubierto repentinamente la limitaci¨®n del poder de Estados Unidos, y se ve obligado a utilizar ¨²nicamente medidas diplom¨¢ticas para resolver la crisis de los 40 norteamericanos secuestra dos en Beirut. La vulnerabilidad de los intereses estadounidenses fue puesta de manifiesto de nuevo ayer con la muerte de cuatro marines y dos civiles norteamericanos en El Salvador. Por segunda vez en una semana, el sue?o de Reagan fue interrumpido en la madrugada del jueves por Robert McFarlane, consejero de Seguridad Nacional, para informarle del atentado. "Es un tiempo de prueba para Estados Unidos en el mundo", dijo McFarlane. En el s¨¦ptimo d¨ªa del secuestro del vuelo 847 de la TWA, el presidente se entrevist¨® con el presidente de la Cruz Roja Internacional, el suizo Alexander Hay, y ha solicitado incluso la ayuda de Siria, a quien se considera aqu¨ª como uno de los principales instigadores del terrorismo isl¨¢mico en Oriente Pr¨®ximo. La pol¨ªtica de Washington en Oriente Pr¨®ximo, basada en un apoyo total a Israel y su negativa a afrontar la cuesti¨®n palestina, no provoca excesivos sentimientos de buena voluntad ¨¢rabe hacia ?E UU. Expertos diplom¨¢ticos subrayan que incidentes terroristas como ¨¦ste reflejan el fracas¨® de la pol¨ªtica estadounidense en la regi¨®n y la frustraci¨®n creada por la falta de una soluci¨®n negociada al problema palestino. George Shultz ha afirmado, sin embargo, que Argelia, Siria, Irak, Egipto, Jordania y T¨²nez han expresado su apoyo para resolver la crisis. Un 65% de los estadounidenses apoya la prudencia con que Reagan afronta la crisis y un 58% piensa que EE UU debe ceder a las demandas de los terroristas, si est¨¢ en juego la vida de los secuestrados.
El vicepresidente Bush discutir¨¢ en Europa las respuestas 'militares o de otro tipo' a la amenaza terrorista
Viene de la primera p¨¢ginaEl presidente de EE UU ha ordenado que se suministre inmediatamente al presidente salvadore?o, Jos¨¦ Napole¨®n Duarte, la ayuda necesaria para que su Ej¨¦rcito "busque y capture" a los autores de la muerte de los seis norteamericanos. Se acelerar¨¢ el env¨ªo de armas a El Salvador, y el presidente se reserva el uso de sus poderes de emergencia para proveer una ayuda adicional.Reagan sugiere que puede recurrir al Congreso para que apruebe nuevas medidas relacionadas con la ayuda a El Salvador, pero el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, descart¨® la utilizaci¨®n de tropas de combate estadounidenses en Centroam¨¦rica, y afirm¨®: "No hay planes para aumentar nuestra presencia militar" en la regi¨®n. Cualquier medida en este sentido, precis¨® el portavoz de la Casa Blanca, ser¨¢ decidida sobre la marcha y, en todo caso, previa consulta al Congreso.
El presidente design¨® ayer al vicepresidente, George Bush, para "determinar, en consulta con nuestros aliados, qu¨¦ acciones, militares o de otro tipo, podemos adoptar nosotros y nuestros amigos tambi¨¦n amenazados, para acabar con esta afrenta a la humanidad". Reagan precis¨® que esta guerra no s¨®lo est¨¢ dirigida contra EE UU, "sino contra todas las sociedades civilizadas".
Bush solicitar¨¢ ayuda, en un viaje que inicia la pr¨®xima semana a siete pa¨ªses europeos, proyectado en principio para lograr el apoyo de los aliados a la guerra de las galaxias. "El mundo occidental tiene que volver a unirse contra el terrorismo como hicimos hace 45 a?os contra Hitler", afirma la declaraci¨®n presidencial.
A pesar de la creciente frustraci¨®n provocada por los ataque contra intereses de EE UU en Beirut y en El Salvador, Reagan advirti¨® a la opini¨®n p¨²blica: "Lo que hagamos en estas circunstancias no debe realizarse con una rabia irracional". "Estos sucesos", a?adi¨®, "requieren una respuesta razonada". Los auto res de estos actos deben saber afirm¨® el presidente, que "las consecuencias de sus acciones nunca ser¨¢n la capitulaci¨®n a las demandas terroristas".
Descartadas las opciones militares, Ronald Reagan ha descubierto repentinamente la limitaci¨®n del poder de Estados Unidos, y se ve obligado a utilizar ¨²nicamente medidas diplom¨¢ticas para resolver la crisis de los 40 norteamericanos secuestra dos en Beirut. La vulnerabilidad de los intereses estadounidenses fue puesta de manifiesto de nuevo ayer con la muerte de cuatro marines y dos civiles norteamericanos en El Salvador.
Por segunda vez en una semana, el sue?o de Reagan fue interrumpido en la madrugada del jueves por Robert McFarlane, consejero de Seguridad Nacional, para informarle del atentado. "Es un tiempo de prueba para Estados Unidos en el mundo", dijo McFarlane.
En el s¨¦ptimo d¨ªa del secuestro del vuelo 847 de la TWA, el presidente se entrevist¨® con el presidente de la Cruz Roja Internacional, el suizo Alexander Hay, y ha solicitado incluso la ayuda de Siria, a quien se considera aqu¨ª como uno de los principales instigadores del terrorismo isl¨¢mico en Oriente Pr¨®ximo.
La pol¨ªtica de Washington en Oriente Pr¨®ximo, basada en un apoyo total a Israel y su negativa a afrontar la cuesti¨®n palestina, no provoca excesivos sentimientos de buena voluntad ¨¢rabe hacia ?E UU. Expertos diplom¨¢ticos subrayan que incidentes terroristas como ¨¦ste reflejan el fracas¨® de la pol¨ªtica estadounidense en la regi¨®n y la frustraci¨®n creada por la falta de una soluci¨®n negociada al problema palestino. George Shultz ha afirmado, sin embargo, que Argelia, Siria, Irak, Egipto, Jordania y T¨²nez han expresado su apoyo para resolver la crisis.
Un 65% de los estadounidenses apoya la prudencia con que Reagan afronta la crisis y un 58% piensa que EE UU debe ceder a las demandas de los terroristas, si est¨¢ en juego la vida de los secuestrados.
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