Atentados en la visita de Mitterrand a la zona francesa del Languedoc-Roussillon
SOLEDAD GALLEGO-D?AZDos atentados, uno contra una oficina de recaudaci¨®n de impuestos y otro contra un transformador el¨¦ctrico, y enfrentamientos callejeros entre militantes comunistas y socialistas han recibido al presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, en su visita oficial a la regi¨®n de Languedoc-Roussillon, una de las m¨¢s afectadas por la adhesi¨®n de Espa?a a la CEE. La gira de Mitterrand estaba destinada a calmar los ¨¢nimos de una regi¨®n que vot¨® izquierda en 1981.
La bomba incendiaria que destruy¨® los archivos del centro de impuestos de Perpignan fue reivindicada, en llamada telef¨®nica an¨®nima, por un desconocido grupo de j¨®venes agricultores, irritados por la competencia de los productos agr¨ªcolas espa?oles. La segunda explosi¨®n, que se produjo cerca de Banyules dels Aspres, no fue reclamada por nadie. La gira de Mitterrand estaba destinada a calmar los ¨¢nimos de una regi¨®n que vot¨® izquierda en 1981 y colabor¨® decisivamente al triunfo de los socialistas y que ahora, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, se desliza hacia la derecha. Sin embargo, la presencia del presidente de la Rep¨²blica, que ha durado s¨®lo. 48 horas, ha dado ocasi¨®n a numerosas escenas de violencia, protagonizadas en su mayor¨ªa por afiliados de la CGT (central comunista). Algunos manifestantes rompieron pancartas con la imagen de Mitterrand, en ocasiones contra las cabezas de quienes las enarbolaban, y gritaron lemas contra la ampliaci¨®n de la CEE y contra el presidente de la Rep¨²blica, calificado de "traidor".Mitterrand aprovech¨® su breve estancia en Montpellier para defender vigorosamente la ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n: "No pod¨ªamos dejar fuera de Europa a dos antiguas dictaduras que se han transformado en democracias con coraje y decisi¨®n". El presidente insisti¨® en que Francia pod¨ªa sacar beneficios econ¨®micos de la adhesi¨®n de Espa?a: "La ampliaci¨®n se ha hecho cuando obtuvimos suficientes garant¨ªas. Deben ustedes reconocer que hay m¨¢s oportunidades que riesgos en la apertura del mercado espa?ol". Su discurso, acogido con moderaci¨®n por la derecha, provoc¨® las iras de los comunistas, que prepararon comit¨¦s de recibimiento en todas las ciudades de la regi¨®n.
El Gobierno franc¨¦s ha rebajado mucho sus expectativas sobre los posibles resultados de la cumbre de Mil¨¢n, en la que los jefes de Estado y de Gobierno de los diez, m¨¢s Espa?a y Portugal, debatir¨¢n el futuro de la uni¨®n europea y del proyecto Eureka para la creaci¨®n de una comunidad tecnol¨®gica. Fuentes diplom¨¢ticas de Par¨ªs se dar¨ªan ahora por satisfechas si la cumbre es capaz de adoptar unas reglas concretas a la hora de invocar el derecho a veto y si Francia consigue esquivar las trampas del Reino Unido para dejar discretamente en dique seco cualquier iniciativa para el desarrollo concreto del plan Eureka.
Fijar casos y modos
Desde el punto de vista de Par¨ªs, el m¨ªnimo ser¨ªa lograr que la cumbre de Mil¨¢n fije los casos y modos concretos en que un Gobierno puede vetar una decisi¨®n del Consejo de Ministros de los diez alegando que est¨¢n en peligro "sus intereses vitales". Se evitar¨ªa as¨ª, al menos, casos como el reciente de la RFA, que impidi¨® la fijaci¨®n de precios (CEE) para los cereales.
En Beziers, donde se reprodujeron los enfrentamientos, Fran?ois Mitterrand arremeti¨® contra quienes afirman que es posible luchar contra el paro sin mejorar previamente otros factores econ¨®micos, como la inflaci¨®n o la falta de competitividad de las empresas, alusi¨®n directa a las cr¨ªticas del Partido Comunista franc¨¦s, que acusa al Gobierno de llevar a cabo una pol¨ªtica de derechas. El presidente de la Rep¨²blica apoy¨® el lema "modernizar y unir", lanzado por el joven primer ministro, Laurent Fabius, as¨ª como las cr¨ªticas de quienes mantienen que el Estado interfiere demasiado en la vida econ¨®mica y social del pa¨ªs, pero defendi¨® las siete nacionalizaciones llevadas a cabo por anteriores Gobiernos socialistas, "porque permitieron salvar sectores que estaban en peligro de desaparici¨®n".
Frente a las insinuaciones de algunos pol¨ªticos locales de derecha, Fran?ois Mitterrand mantuvo que pase lo que pase en las elecciones legislativas de 1986 no piensa abandonar el El¨ªseo ni tan siquiera moderar sus poderes como presidente de la Rep¨²blica: "Pienso hacer uso de las competencias que me atribuye la Constituci¨®n hasta que termine el mandato que me confi¨® el pueblo", afirm¨® tajantemente.
"Francia est¨¢ dispuesta a jugar a fondo la carta europea",, a?adi¨®, "pero es consciente de que no puede ir sola. Nosotros llegaremos tan lejos como nuestros socios quieran". Par¨ªs estima que, adem¨¢s del problema del veto, hay que conceder m¨¢s poderes a la Comisi¨®n Europea (que no en balde est¨¢ presidida actualmente por un ex ministro de Mitterrand, Jacques Delors) y ampliar las facultades del Parlamento de Estrasburgo.
"El Gobierno franc¨¦s prefiere, sin embargo, ir despacio a adoptar medidas que pueden parecer espectaculares cara a la opini¨®n p¨²blica, pero que, en el fondo, retrasar¨ªan todo el proceso", explican los portavoces de Par¨ªs, aludiendo a posibles trampas ideadas por la diplomacia brit¨¢nica. En concreto, Francia no es partidaria de convocar una conferencia tipo Messina para debatir ¨²nicamente los problemas de la uni¨®n europea.
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