Curren fulmin¨® a Connors con su poderoso saque
Kevin Curren, nacido en Sur¨¢frica hace 27 a?os y nacionalizado estadounidense el pasado mes de marzo, se clasific¨® ayer para la final masculina del torneo de Wimbledon al vencer a Jimmy Connors por 6-2, 6-2 y 6-1, en una hora y 32 minutos. Hasta hoy no conocer¨¢ el nombre de su rival, ya que la semifinal entre el sueco Anders Jarryd y el alem¨¢n occidental Boris Becker fue suspendido por la lluvia con un empate a un set. Jarryd gan¨® la primera manga por 6-2, y Becker, la segunda por 7-6 (7-3). Cuando estaban empatados a un juego en la tercera manga, la lluvia apareci¨® sobre Wimbledon, y el juez ¨¢rbitro del torneo, Alan Milis, suspendi¨® el partido hasta la una de la tarde de hoy. Despu¨¦s se jugar¨¢ la final femenina entre Martina Navratilova y Chris Evert.
Kevin Curren es un pac¨ªfico personaje que se convierte en un agresivo jugador cuando entra en una pista de tenis. En este Wimbledon parece decidido a humillar a jugadores, entrenadores, especialistas y apostadores. Ayer le toc¨® el turno a Jimmy Connors, que s¨®lo fue capaz de ganar cinco juegos en tres mangas, y que tuvo que tragarse 16 aces. "Fue un mal d¨ªa en la oficina", dijo Connors como justificaci¨®n.El espigado Curren prepar¨® Wimbledon de una forma distinta a las dem¨¢s. Mientras la mayor¨ªa de los tenistas se dejaban la piel en Roland Garros, ¨¦l disfrutaba de un safari fotogr¨¢fico en Sur¨¢frica. Ayer se encontr¨® metido en una jaula junto a un tigre como Connors, y desech¨® la c¨¢mara para agenciarse un lanzamisiles. Dicen que su saque tiene una velocidad punta de 208 kil¨®metros por hora y que s¨®lo le supera Becker con un saque de 250 kil¨®metros por hora. En todo caso, Connors estaba ayer demasiado lento para responder al impulso que le marcaba la retina cuando serv¨ªa Curren. Connors siempre estuvo por debajo, nunca supo presionar a su rival y fall¨® demasiado en la volea. Curren, por el contrario, se demostr¨® firme, seguro de s¨ª mismo, con un control total de su juego de volea y con el cerebro tan fr¨ªo como el hielo. Ni siquiera las miradas de Connors, que parec¨ªa asesinarle mentalmente, descompusieron a un Curren que cumpli¨®, como ante McEnroe, con el ideal de un tenista: un partido perfecto. Connors parec¨ªa haberse convertido en un tigre anestesiado en manos de un domador experto.
Las explicaciones de Connors llegaron despu¨¦s: "?l ha jugado muy bien y yo podr¨ªa haberlo hecho mejor", dijo con gesto altivo. "Ha jugado muy bien en Wimbledon, pero si quiere estar entre los cinco primeros ahora debe demos trar que sabe defender su reputaci¨®n cada semana del a?o". Connors explic¨® tambi¨¦n c¨®mo hab¨ªa visto el servicio de Curren: "La hierba es la pista ideal para Kevin. Sus saques apenas botan, y la bola sale disparada a escasos cent¨ªmetros de la hierba".
Kevin Curren, impasible el semblante, reconoci¨® que el servicio le otorgaba ventaja sobre los dem¨¢s, y que hab¨ªa jugado mejor ayer que frente a McEnroe, al que gan¨® por 6-2, 6-2 y 6-4. Pidi¨® moderaci¨®n a la prensa: "No me gusta que se escriba mucho sobre m¨ª, porque es m¨¢s f¨¢cil pasar desapercibido". Y dio la raz¨®n a Connors: "No me siento suficientemente consistente como para estar entre los "cinco primeros". Curren se sincer¨® sobre sus deseos m¨¢s pr¨®ximos: "Me gustar¨ªa que Jarryd ganase a Becker, porque el alem¨¢n me parece m¨¢s dif¨ªcil en la final".
Los deseos de Curren estuvieron a punto de verse cumplidos poco despu¨¦s. Jarryd, de 24 a?os, tuvo a Becker contra las cuerdas, con 6-2, 5-4 y dos bolas de set, pero no supo noquearle. Jarryd hizo una demostraci¨®n p¨²blica del porqu¨¦ est¨¢ en semifinales. Sirvi¨® con acierto, rest¨® con picard¨ªa y profundidad, y se movi¨® por la pista y por los alrededores de la red como una anguila encurridiza. Jarryd gan¨® la primera manga en 32 minutos frente a un Becker nervioso impreciso en su saque y con errores en voleas y juego de fondo.
Pero Becker es un heredero de la rabia de Connors. En la segunda manga se dio cuenta de que no pod¨ªa encoger el brazo. Rompi¨® el servicio de Jarryd con 4-2; lo perdi¨® con 4-4; salv¨® dos bolas de set con un ace y una volea, como lo hacen los que tienen madera de campeones; y se llev¨® la muerte s¨²bita celebrando cada punto con un paso de baile con los pu?os cerrados y alzados hacia el cielo. Necesit¨® ayuda, eso s¨ª. Su entrenador, el rumano Gunter Bosch, le hizo un gesto antes de sacar para el 6-6. Bosch se rasc¨® la patilla izquierda. A partir de ese momento, Becker sac¨® siempre sobre el rev¨¦s de Jarryd.
La suspensi¨®n perjudica a Becker, que hab¨ªa roto la defensa de Jarryd. Pero el alem¨¢n s¨®lo tiene 17 a?os, es el m¨¢s joven semifinalista de la historia de Wimbledon, y tiene toda la'ilusi¨®n del mundo por ganar. No se puede olvidar que su nombre tiene las mismas iniciales que Bjorn Borg.
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