La contra reloj de 75 kil¨®metros, primera gran selecci¨®n para los aspirantes al triunfo final

El belga Lodwig Wijnants, con la cara embarrada y un historial limpio de triunfos, era el desheredado de un peque?o grupo de escapados. Eran cuatro y un espa?ol, Gast¨®n. Cuatro escaladores para un final en cuesta y un rodador, cuatro extranjeros y un chico listo del barrio bilba¨ªno de Ocharcoaga, pero gan¨® claramente el que menos posibilidades ten¨ªa, Wijnants, que atac¨® cuando pudo. Por eso Gast¨®n lleg¨® enfadado; su fama de corredor inteligente hab¨ªa quedado en entredicho. "Si me la juego antes, gano. Pero no he conseguido rematar". Hoy llega una importante contra reloj de 75 kil¨®metros que puede dar pie a algunas distancias que sirvan de referencia. A falta de escapadas, esta contra reloj concentra una gran expectaci¨®n

.I?aki Gast¨®n, de 22 a?os, promesa importante del Reynolds, destacaba no s¨®lo por su ardor combativo o su valent¨ªa en los descensos, que se dice son valores raciales, sino tambi¨¦n por su capacidad para intuir los buenos momentos de una carrera. Un chico listo, en la jerga del ciclismo, y, adem¨¢s, simp¨¢tico, que hace gala de sus bromas por las cuestas del peque?o monte de Artxanda.

A veces, corre a una sola rueda ante la mirada de los. paisanos; otras, se las cambia a sus compa?eros. Tambi¨¦n ten¨ªa fama de escapar en el instante preciso. Pero no; ayer le tom¨® el pelo el menos h¨¢bil y por eso lleg¨® enfadado. Ech¨¢varri le hab¨ªa indicado, en la salida, que estuviese preparado para los ¨²ltimos kil¨®metros, que la meta estaba tras una larga cuesta.

De tanto mirar al colombiano Lucho Herrera en los ¨²ltimos kil¨®metros dej¨® pasar, en un llano, a Wijnants, que atac¨® tan r¨¢pido que le sac¨® una distancia considerable. Atac¨® en un llano antes de la famosa cuesta. Hizo lo que pudo y gan¨®. Gast¨®n, al final, apenas pudo resistir el sprint de Herrera y Peter Winnen. "Me hab¨ªa situado bien en el pelot¨®n y cog¨ª rueda de los colombianos porque comprob¨¦ que estaban maniobrando para intentar ganar la etapa. Pero me equivoqu¨¦ al vigilar a Herrera. Ten¨ªa que haber atacado antes". Gast¨®n realiz¨® ayer el mejor puesto de un espa?ol en este Tour, cuarto en la s¨¦ptima etapa. Los dem¨¢s siguen esperando.

Bonificaciones para Kelly

Los colombianos, no tanto, y Herrera, a¨²n menos, porque Jardinerito ofreci¨® un par de ataques imprevistos en el llano, escap¨® dos veces y figur¨® en la selecci¨®n final. Hasta el kil¨®metro 200 de carrera, de un total de 217,5, no se produjeron circunstancias excesivamente notables, salvo la recaudaci¨®n de segundos que logr¨® el irland¨¦s Sean Kelly, 32 en la lucha por tres metas volantes.

Ninguna escapada notable y una ca¨ªda temprana del espa?ol Jon M¨²jika (Seat Orbea) en el kil¨®metro 20. "Me cost¨® levantarme del suelo", dijo en la meta, pero M¨²jika lleg¨® en el gran grupo, con una fuerte hinchaz¨®n en la cadera y sangre en las rodillas. Para no faltar a la costumbre, el colombiano Acevedo cay¨® a pocos kil¨®metros de la meta sin consecuencias.

El doctor del equipo colombiano se ve obligado a relatar para los oyentes, cada d¨ªa, un parte m¨¦dico del estado de sus corredores. La lluvia, dec¨ªa, pod¨ªa afectar a la tendinitis de Herrera. Pero Herrera se mostr¨® ayer m¨¢s que recuperado. Fue, adem¨¢s, un ciclista inquieto.

Tras un ataque en llano de este corredor, capturado por el pelot¨®n, salt¨® su compatriota Loaiza, que coron¨® en primer lugar un puerto de tercera categor¨ªa a falta de 12 kil¨®metros para la meta. En el descenso, tras ser neutralizado, escap¨® Peter Winnen (Panasonic), al que siguieron Gast¨®n, Herrera, Emonds (Fagor) y Wijnants (Tonissteiner). Los cinco ten¨ªan que resolver la etapa y lo hizo el que menor aptitud ten¨ªa para ello. Wijnants consigui¨® as¨ª, a sus 28 a?os, una de las gestas de su carrera deportiva.

Los espa?oles tambi¨¦n entraron entre los primeros en el gran pelot¨®n, lo que es bastante inusual. Prieto fue und¨¦cimo a 32 segundos del ganador, seguido de Delgado. Faustino Rup¨¦rez entr¨® en el mismo grupo, en el puesto 282, uno por detr¨¢s de Chozas.

La octava etapa, que se disputa hoy, es una contra reloj de 75 kil¨®metros, una prueba larga. Como toda innovaci¨®n, coge a los espa?oles por sorpresa y en pleno desamparo. El ejemplo evidente es el de Cabestany: "Jam¨¢s he corrido 75 kil¨®metros contra reloj, as¨ª que no s¨¦ c¨®mo me va a ir, pero intentar¨¦ subir puestos en la general".

La contra reloj m¨¢s larga de Cabestany fue la de la pasada Vuelta a Espa?a, en Alcal¨¢ de Henares, de 54 kil¨®metros de recorrido. "Quiz¨¢, no s¨¦..., tenga que dosificarme al principio para llegar con fuerzas al final". Cabestany, aquejado de un ligero catarro, no sabe bien qu¨¦ hacer. Como Rup¨¦rez, improvisado jefe de filas del Zor: "No s¨¦ c¨®mo se me dar¨¢ porque es la contra reloj m¨¢s larga que voy a hacer. Es demasiado larga. Pero, vamos, todo depende del d¨ªa que tenga". Las referencias que dan los corredores espa?oles son harto superficiales. Todo depende, pues, del d¨ªa que tengan.

Algunas comparaciones hay con respecto al Tour 84. Entre las localidades de Alengon y Le Mans se recorrieron 67 kil¨®metros contra reloj, que gan¨®, de forma impresionante, Fignon. Fue su primer gran golpe de efecto. Pedro Delgado tuvo una actuaci¨®n muy destacada para no ser un especialista. Hizo el puesto 122, por delante de Gorospe, que fue el 202. Entre Hinault y Delgado hubo 1.25 minutos de diferencia en 67 kil¨®metros.

Sin embargo, Delgado s¨®lo perdi¨® seis segundos con respecto a Lemond y 50 con relaci¨®n a Anderson, jefe de filas del Panasonic y uno de los favoritos. Hinault fue poco m¨¢s de un segundo m¨¢s r¨¢pido en cada kil¨®metro que Delgado. En igualdad de condiciones, en 75 kil¨®metros el espa?ol perder¨ªa unos diez segundos m¨¢s.

Cabestany, la esperanza

Delgado firmar¨ªa, anticipadamente, esa diferencia. Hacer menos tiempo ser¨ªa un ¨¦xito. Cabestany es el especialista espa?ol para conseguirlo.

La etapa se disputa entre Sarreburgo y Estrasburgo. Los 75 kil¨®metros tienen una dificultad especial como es un puerto de tercera categor¨ªa, situado en el kil¨®metro 28. Es una larga, pero no dura, ascensi¨®n de m¨¢s de diez kil¨®metros. Esta circunstancia puede significar, en muchos casos, la no utilizaci¨®n de las ruedas lenticulares, de negativa eficacia en cuanto aparece una cuesta.

Se desconoce si alguien intentar¨¢ el cambio de bicicleta, como hiciera Cabestany en la Vuelta a Espa?a. De todas formas, a la vista del transcurso del Tour, esta etapa es la primera con cierta significaci¨®n. En la semana que viene llegar¨¢ la monta?a.