Resurge la pol¨¦mica sobre los vertidos radiactivos
En septiembre se re¨²nen los pa¨ªses de la Convenci¨®n de Londres para decidir el final de la moratoria
Espa?a podr¨ªa estar recibiendo una cantidad de radiaci¨®n muy superior a la que hasta ahora se cre¨ªa si se confirman los temores de un grupo de cient¨ªficos acerca de los movimientos de las corrientes submarinas.Pese a que el vertedero atl¨¢ntico se encuentra situado cerca de las costas espa?olas y francesas, exist¨ªa el convencimiento de que la emisi¨®n radiactiva de los residuos nucleares se alejaba de ellas debido a los movimientos circulatorios que se producen en los fondos marinos. Estas corrientes submarinas pasan por los polos, y exist¨ªa el convencimiento de que s¨®lo se acercaban a nuestro pa¨ªs tras haber dado una vuelta, permitiendo, en su largo recorrido, que la radiactividad se dispersara.
Ahora los expertos creen que las corrientes verticales podr¨ªan dirigir la radiactividad del fondo hacia la superficie, poni¨¦ndola en conexi¨®n con la plataforma continental, donde se concentra la vida marina. Aqu¨ª entrar¨ªa en la cadena alimentar¨ªa hasta ser ingerida por el hombre.
Corrientes verticales hacia el golfo de Vizcaya
"El estudio estar¨¢ finalizado dentro de dos a?os, y s¨®lo entonces se podr¨¢ conocer realmente la situaci¨®n, aunque estamos convencidos de que estas corrientes verticales llevan directamente la radiactividad al golfo de Vizcaya", afirma Peter Taylor, uno de los cient¨ªficos que realiza el estudio y tal vez el mayor experto mundial en vertidos nucleares. El investigador brit¨¢nico estuvo en Espa?a para pronunciar una conferencia en la Junta de Energ¨ªa Nuclear.
Taylor es especialista en radioecolog¨ªa (la incidencia de la radiactividad en el ambiente) y licenciado en Ecolog¨ªa por la universidad de Oxford, con la que sigue estando relacionado junto a un grupo de investigadores con los que ha creado un equipo independiente de asesor¨ªa cient¨ªfica. "Nuestro grupo de Oxford trata temas tan diversos como la lluvia ¨¢cida, la contaminaci¨®n del mar del Norte por una sustancia llamada PCB o la agricultura org¨¢nica, pero en los ¨²ltimos 10 a?os nos hemos centrado en la contaminaci¨®n radiactiva, concretamente la producida por la planta de Windscale, en la zona noroeste de Gran Breta?a".
La actitud del Gobierno brit¨¢nico ha cambiado en los ¨²ltimos tiempos, seg¨²n Taylor, a medida que se han ido conociendo datos sobre la alta incidencia de leucem¨ªa y otros tipos de c¨¢ncer entre la poblaci¨®n cercana a la planta de Windscale, y sobre todo tras un grave accidente que oblig¨® a cerrar m¨¢s de 40 kil¨®metros de playa en 1983.
"A partir de entonces, el Gobierno se dio cuenta de que quiz¨¢ sus asesores del organismo oficial de energ¨ªa nuclear no le estaban dando toda la informaci¨®n". A ra¨ªz de este accidente, Taylor ha realizado estudios para el Gobierno brit¨¢nico. En 1983, cuando Espa?a present¨® ante la Convenci¨®n de Londres la propuesta de moratoria para los vertidos en la fosa atl¨¢ntica, Taylor, que tambi¨¦n es asesor cient¨ªfico de Greenpeace, asesor¨® al Gobierno espa?ol a la hora de realizar el informe cient¨ªfico en el que deb¨ªa basar su propuesta.
Miembro del comit¨¦ independiente
El a?o pasado fue nombrado miembro del comit¨¦ independiente Holliday, creado por el ministro de Medio Ambiente brit¨¢nico y el congreso de sindicatos, para asesorar a ese pa¨ªs, responsable del 90% de la radiactividad marina producto de desechos nucleares. "En diciembre del a?o pasado dimos nuestro veredicto, que fue desfavorable". Entre las conclusiones del estudio, Taylor destaca que Ias operaciones de vertido no se han ajustado a las normas internacionales al no haber tenido en cuenta la decisi¨®n de la Convenci¨®n de Londres de que se estudie previamente la alternativa de almacenarlos en tierra".
Desde hace seis meses, Taylor trabaja precisamente en un programa comparado de almacenamiento en tierra, buscando los lugares adecuados y estudiando su viabilidad en funci¨®n de los aspectos sociales y econ¨®micos. La conclusi¨®n es que este sistema es totalmente viable para los residuos de baja actividad, que son los que ha estado permitido arrojar al mar hasta la moratoria, e incluso han encontrado zonas id¨®neas para llevar a cabo los enterramientos en el Reino Unido. "Si se realizan adecuadamente", asegura el investigador, Ios emplazamientos pueden ser definitivos". El ¨²nico problema surge a la hora de convencer a las comunidades de d¨®nde deben ubicarse estos cementerios at¨®micos.
"Mediante este estudio he podido comprobar que los enterramientos se pueden realizar de forma adecuada, tanto desde el punto de vista t¨¦cnico como econ¨®mico. El impacto sobre los humanos ser¨ªa pr¨¢cticamente nulo, y sobre esto ya hemos aportado pruebas cient¨ªficas que, sin embargo, no fueron presentadas por la delegaci¨®n brit¨¢nica en la reuni¨®n preparatoria de la Convenci¨®n de Londres que se celebr¨® el pasado mes de junio",indica el radioec¨®logo.
El grupo ecologista Greenpeace ha anunciado una campa?a contra los vertidos, que llevar¨¢ a cabo antes de que se celebre la Convenci¨®n de Londres. Temen que el Reino Unido no s¨®lo intente que se apruebe el vertido de residuos de baja actividad, sino que, por medio de esta medida, trate de abrir la v¨ªa jur¨ªdica que permita el enterramiento de los desechos de alta actividad en los sedimentos marinos.
Del pez al hombre
Los efectos sobre el hombre de la radiactividad procedente de los vertidos se pueden calcular mediante modelos matem¨¢ticos de predicci¨®n utilizando ordenadores, seg¨²n indica el radioec¨®logo Peter Taylor."Se ha podido comprobar que cada operaci¨®n anual de vertidos realizada desde que empezaron ¨¦stos, tras la II Guerra Mundial, ha producido 170 casos de leucemias y otras enfermedades cr¨®nicas".
"Aceptar el l¨ªmite de radiaci¨®n permitido actualmente (0,1 rems), que debe ser revisado en la Convenci¨®n de Londres, supone admitir t¨¢citamente que los ocho millones de muertes que este nivel de radiaci¨®n producir¨¢ en los pr¨®ximos 100 a?os es un l¨ªmite admisible".
En la cadena alimentaria se produce un efecto llamado magnificaci¨®n, consistente en la acumulaci¨®n de radiactividad a trav¨¦s de sus sucesivos eslabones. Cuando un pez come dos moluscos, ingiere la radiactividad de ambos, y as¨ª sucesivamente hasta llegar al hombre.
Alrededor de los bidones de desechos se han encontrado abundantes invertebrados. La actividad de estos animales, que remueven los sedimentos, es considerada como el principal medio de transmisi¨®n de la radiactividad, que introducen en la cadena alimentaria.
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