"Habr¨¢ que aplicar un plan de austeridad tras las elecciones"
Bajar las pensiones, privatizar m¨¢s empresas p¨²blicas y preparar un plan de austeridad a cuatro a?os para despu¨¦s de las elecciones legislativas, gane quien gane. He aqu¨ª algunos remedios que ve Enrique Fuentes Quintana contra el d¨¦ficit p¨²blico, identificado como el mayor mal para la recuperaci¨®n econ¨®mica y el empleo en un curso que ha dirigido el profesor en Santander. El problema parte, a su juicio, de la propia sociedad. Por eso recomienda emplear menos dinero en economistas y m¨¢s en informar, en persuadir, para que los agentes del gasto y del ingreso se enfrenten sin tapujos a la realidad.
Don Enrique -"el profesor" entre los economistas espa?oles- figura entre las muy pocas personas que han estado en los ¨²ltimos 30 a?os detr¨¢s de todas las grandes decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica, y ha dado solidez de prueba a que todo programa econ¨®mico necesita estrenar un per¨ªodo pol¨ªtico. Desde el p¨²lpito universitario, el Gobierno, o las c¨²pulas financieras (el Banco de Espa?a o las cajas de ahorro) influy¨® en el plan de estabilizaci¨®n que sac¨® al franquismo de la autarqu¨ªa, en el primer compromiso de ajuste democr¨¢tico que fueron los Pactos de la Moncloa y en la m¨¢s reciente actuaci¨®n del Gobierno socialista. Durante los ¨²ltimos meses ha predicado un pacto pol¨ªtico contra el d¨¦ficit p¨²blico. Pese a su aparente falta de ¨¦xito, ha convocado en Santander a todas las c¨¢tedras de Hacienda P¨²blica para debatir durante una semana el asunto con responsables de la Administraci¨®n y de las empresas, cuyas conclusiones comenta ahora con este peri¨®dico.Para resumir en pocas palabras, all¨ª se ha coincidido en que el problema no s¨®lo es financiar un d¨¦ficit actualmente considerado da?ino para la econom¨ªa, sino que est¨¢ enquistado en la organizaci¨®n social y s¨®lo de ella podr¨¢n venir las soluciones. "Mientras la sociedad no lo comprenda, los pol¨ªticos se resistir¨¢n a recabar esfuerzos de los ciudadanos. As¨ª descubre su vena tecnocr¨¢tica Fuentes Quintana, quien dice ver confirmada d¨ªa a d¨ªa su convicci¨®n de que los ¨²ltimos a?os han sido en Espa?a, al igual que deber¨¢n ser los pr¨®ximos, "la larga marcha hacia una pol¨ªtica econ¨®mica inevitable". Por eso no libra al Gobierno ni a la oposici¨®n de "hacer pol¨ªticamente aceptable lo que la econom¨ªa nos dice que es irremediable". Por eso se muestra perpelejo de que la oposici¨®n conservadora haya acusado al Ejecutivo socialista de robarle su pol¨ªtica econ¨®mica y le haya censurado, al mismo tiempo, el intento de rebajar las futuras pensiones. "Si el Grupo Popular ganara las elecciones las tendr¨ªa que reducir", afirma.
Cerrar todas las compuertas
"O se cierran todas las compuertas del d¨¦ficit o su desbordamiento terminar¨¢ por inundarnos", dice tambi¨¦n. En esta labor, valora positivamente que se haya alcanzado consenso tanto entre los t¨¦cnicos espa?oles o extranjeros -cita como testimonio los ¨²ltimos informes del Banco de Espa?a, del Fondo Monetario Internacional y la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico- como entre los pol¨ªticos, "ninguno de los cuales calla los perjuicios del d¨¦ficit, a diferencia de 1982, cuando termin¨® el esquema generador de gastos desde una oposici¨®n socialista fuerte y un Gobierno d¨¦bil".As¨ª pues, basta convencer a la sociedad. "Necesitamos del gran comunicador, y lo tenemos; los espa?oles, siempre que se les ha explicado bien un problema, han entendido las actitudes reformadoras". Aclarado que habla de Felipe Gonz¨¢lez, explica el presunto fracaso de ¨¦ste ante la prueba de las pensiones en que "hab¨ªa delegado las funciones de pol¨ªtica econ¨®mica" y en que "debe gastar menos en economistas y dirigir esfuerzos hacia c¨®mo desplegar una pol¨ªtica acertada de informaci¨®n".
Un 74% de las familias espa?olas, seg¨²n las encuestas del Fondo de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social de las Cajas de Ahorro, que dirige Fuentes Quintana, est¨¢ ya contra el d¨¦ficit p¨²blico. No obstante, los programas de Seguridad Social gozan de la m¨¢xima popularidad, y a la hora de ser preguntadas por las soluciones, se?alan el fraude y los gastos en armamento, al tiempo que rechazan la subida de impuestos. Pero el profesor es optimista y cree en el remedio de presentar el d¨¦ficit como un obst¨¢culo para crear empleo, la mayor preocupaci¨®n de los ciudadanos.
"Hay que explicar que mientras persista el d¨¦ficit no habr¨¢ inversi¨®n, y sin inversi¨®n -con motivo del mismo curso el director general del Tesoro, Raimundo Ortega, dec¨ªa que todav¨ªa el repunte de la demanda de cr¨¦dito parece destinado en buena parte a amortizar puestos de trabajo- no existir¨¢ el empleo. Que el 30% del ahorro privado lo absorbe el d¨¦ficit del Estado. Que la inmensa mayor¨ªa de los gastos p¨²blicos son redistributivos, de consumo o de transferencias, no de inversi¨®n. Y que as¨ª se impide la baja de tipos de inter¨¦s y la inversi¨®n privada al tiempo que un 27% de las familias tienen un parado en casa y el 50% de los j¨®venes carecen de empleo".
Seis frentes billonarios
Los principales focos de d¨¦ficit analizados en el curso y comentados por el profesor Fuentes Quintana se centran, por este orden, en la rigidez del mercado de trabajo, la seguridad social, las empresas p¨²blicas, las subvenciones e incentivos exigidos por una pr¨¢ctica corporativa del capitalismo espa?ol, las carencias y errores de la reforma fiscal y la formaci¨®n del Estado de las autonom¨ªas. El denominador com¨²n de la mayor¨ªa de estos factores es que cada uno origina al Estado anualmente gastos, de una aproximaci¨®n grosera, cercanos al bill¨®n de pesetas. Es decir, algo m¨¢s de tres pesetas por cada 100 producidas en valor a?adido cada a?o por la econom¨ªa espa?ola.Entre las soluciones organizativas escuchadas durante el curso, el profesor asume como conclusivas la necesidad de crear una oficina presupuestaria dependiente del presidente del Gobierno y el estudiar con detenimiento las posibilidades de que las Cortes prohiban el presentar presupuestos anuales del Estado con m¨¢s gastos que ingresos. La primera, propuesta por Ceferino Arguello, pen¨²ltimo director general de Presupuestos y actual delegado del Gobierno, en Campsa, fue adoptada con ¨¦xito por Canad¨¢ y tratar¨ªa de terminar con "el papel del ministro de Hacienda como gran sumador del reino". El presidente decidir¨ªa en ¨²ltima instancia las prioridades de cada a?o. "Nuestros abuelos dec¨ªan que lo que est¨¢ en el presupuesto no est¨¢ en el mundo. Ahora podemos afirmar que lo que est¨¢ en el presupuesto no desaparece del mundo. Lo ¨²nico que se discute cada a?o es su incremento", dice Fuentes Quintana. La segunda ha sido intentada por el presidente de Estados Unidos como enmienda 25 a la Constituci¨®n, la aprob¨® el Senado y la ha rechazado el Congreso, pese a que las encuestas revelan un 84% de los ciudadanos a favor.
Como todos los gastos se presentan a corto plazo con car¨¢cter de irreductible, en especial los de funcionarios y deuda p¨²blica, seg¨²n puso de manifiesto en el curso el secretario de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell, otro remedio considerado interesante por Fuentes Quintana lo emplean ya algunos pa¨ªses n¨®rdicos: desindiciar. Se tratar¨ªa de sacar del ¨ªndice de precios al consumo tomado como referencia para fijar los salarios y otros costes la repercusi¨®n en el mismo de los impuestos indirectos, los cambios en la cotizaci¨®n de la peseta y las subidas del petr¨®leo o de otros productos exteriores. Durante los ¨²ltimos a?os estos tres factores han elevado entre dos y cuatro puntos la inflaci¨®n espa?ola.
Focos a atajar
Ya en el repaso de los focos de d¨¦ficit, "que o logramos reducirlo o nadie se creer¨¢ los objetivos de inflaci¨®n", seg¨²n el profesor, una variable que influye en todos ellos es la rigidez del mercado de trabajo; el desempleo elimina ingresos y requiere ingentes subvenciones. "Desde 1970 nuestra producci¨®n ha crecido un 53% y el empleo ha bajado un 15%, mientras en Europa los puestos de trabajo han descendido un 15% en el pa¨ªs que m¨¢s y el producto aument¨® entre el 20% de Gran Breta?a y el 50% de Francia. Esto demuestra que no es el crecimiento econ¨®mico lo que condiciona el empleo, sino el mercado de trabajo, advierte Fuentes Quintana.De la Seguridad Social, el gasto que m¨¢s se ha disparado entre los mayores y m¨¢s amenaza con crecer, ya hemos hablado. El profesor, que presidi¨® en 1981 el pen¨²ltimo intento de reformarlo, indica que si no se acomete pronto y eficazmente el problema, habr¨¢ que hacerlo con mayor dureza en los pr¨®ximos a?os, debido a que no se podr¨¢n cumplir las expectativas, de derechos garantizados por la ley de 1972, cuando hab¨ªa otra situaci¨®n econ¨®mica y otra relaci¨®n cotizantes-pensionistas.
Sufrir hoy o ma?ana
El dramatismo de este sortilegio -sufrir algo hoy o mucho m¨¢s ma?ana- lo extiende el entrevistado a la empresa p¨²blica, "cuya reforma pasa por la privatizaci¨®n". Un agravante a este remedio estriba en que la venta de empresas puede acrecentar a corto plazo el d¨¦ficit p¨²blico. Pero Enrique Fuentes esgrime el reciente informe del Fondo Monetario Internacional para asegurar que evitar esto significar¨ªa tener que afrontar a largo plazo mayores gastos. No obstante, opina que, junto a la privatizaci¨®n, o para ella, o en casos de que no sea conveniente, hay que introducir elementos dinamizadores de la gesti¨®n cuya eficacia se ha dejado ver en el contrato programa de Renfe.Frente a las subvenciones expl¨ªcitas y los gastos fiscales que demanda sin cesar el capitalismo corporativo espa?ol, el director del curso sobre el d¨¦ficit aconseja "desmochar muchas de ellas". A este respecto, deber¨ªan ser revisados el presupuesto de gastos fiscales o conjunto de incentivos que supone deducciones o desgravaciones en los distintos impuestos.
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