En un conflicto con el norte de ?frica la suerte estar¨ªa echada en tres horas

Con los nuevos sistemas de armas, y a la vista de c¨®mo se han desarrollado los conflictos b¨¦licos en los ¨²ltimos a?os, los t¨¦cnicos militares estiman que, en el caso de que Espa?a y otro pa¨ªs -presumiblemente del norte de ?frica- iniciaran una guerra, la suerte en favor de uno u otro contendiente estar¨¢ echada en s¨®lo tres horas de combate a¨¦reo y de empleo de los medios antia¨¦reos.En ese corto espacio de tiempo, uno de los dos contendientes, mediante la r¨¢pida utilizaci¨®n de la potencia destructiva de los aviones, habr¨ªa conseguido la suficiente superioridad a¨¦rea como para disponer de un potencial disuasor frente al hipot¨¦tico enemigo.

Hasta la llegada de los socialistas al Gobierno, la defensa antia¨¦rea espa?ola estaba basada en los ca?ones antia¨¦reos convencionales -muy poco eficaces ante los modernos aviones de combate-, una treintena de lanzadores de misiles en largo (m¨¢s de 100 kil¨®metros) y medio alcance (unos 40 kil¨®metros) -pr¨¢cticamente obsoletos y de escasa eficacia porque los aviones realizan sus ataques a muy baja altura y no son detectados a grandes distancias- y la acci¨®n de los propios aviones del Ej¨¦rcito del Aire, ya que ¨¦stos ser¨ªan, si las hipot¨¦ticas aeronaves enemigas eran detectadas con tiempo suficiente, los encargados de hacer frente a un ataque procedente del aire.

Con s¨®lo estos medios, los t¨¦cnicos estiman que no es posible realizar una defensa antia¨¦rea efectiva del territorio, y precisan que un avi¨®n que despegara del norte de ?frica y se acercara a la pen¨ªnsula volando a baja altura podr¨ªa bombardear cualquier ciudad del sur de Espa?a sin que su presencia fuera detectada hasta el ¨²ltimo momento.

Por otra parte, los suministros para mantener operativa la defensa antia¨¦rea espa?ola depend¨ªan hasta ahora de EE UU, ya que los medios m¨¢s avanzados de la misma -los sistemas de alerta y control y los ¨²nicos misiles tierra/ aire existentes cerca del Estrecho de Gibraltar- son de origen estadounidense. Sin embargo, las ¨²ltimas adquisiciones realizadas en este terreno son todas de pa¨ªses europeos y, adem¨¢s, suponen la participaci¨®n de la propia industria espa?ola en la fabricaci¨®n y desarrollo de los nuevos sistemas.