El sentido de Hiroshima
( ... ) El martes se cumplieron los 40 a?os de la explosi¨®n de una bomba at¨®mica en Hiroshima y el aniversario ha provocado una explosi¨®n de comentarios. ( ... ) Pero, ?hace justicia este s¨²bito festival de art¨ªculos sobre el tema a un acontecimiento de tal magnitud? ?Muestra nuestro conocimiento y enmienda o, simplemente, que hemos aprendido c¨®mo hablar sobre ello?Hay un punto que podemos decir que el mundo entero ha entendido correctamente: Aquellos pa¨ªses que tienen armas nucleares o, al menos, la capacidad de acceder con facilidad a ellas y a su uso, deben proceder con suma cautela en aquellas ¨¢reas en las que un conflicto pudiera llevar consigo la utilizaci¨®n de armas nucleares. A excepci¨®n de las pruebas realizadas, desde la II Guerra Mundial no se ha llegado a hacer uso de este tipo de armamento. Uno de los temas m¨¢s frecuentes en este aniversario ha sido que los gobiernos y pueblos del mundo no se muestran suficientemente preocupados por el peligro que conllevan las armas nucleares. Pero nosotros creemos que esto es falso. Preocupaci¨®n y ansiedad est¨¢n presentes en todos los c¨ªrculos de gobernantes que tienen responsabilidades en relaci¨®n a este tema. Desde el momento en que se lanz¨® la primera bomba, la gente comprendi¨® lo que se desencadenaba, la magnitud del hecho y la consiguiente raz¨®n para tener miedo.
Lo que falta no es preocupaci¨®n. Lo que se ha perdido es resoluci¨®n, concentraci¨®n, ingenuidad y moderaci¨®n. ( ... )
Miles de estas armas destructoras han sido instaladas principalmente por la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Estados Unidos. El tiempo en que pueden alcanzar sus puntos de destino intercontinental se calcula en minutos, no en horas. Las estructuras de mando y control que dirigen su utilizaci¨®n son necesariamente complejas y, en muchos aspectos, anticuadas y fr¨¢giles. Todo ello con el trasfondo de un feroz y leg¨ªtimo conflicto entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que se extiende a otros pa¨ªses hostiles entre s¨ª, que concentran sus esfuerzos en c¨®mo conseguir la bomba. (...)
Las cuestiones nucleares vienen y van. Cuando est¨¢n en candelero, uno tiende a llenarse de buenas intenciones basadas en que Estados Unidos deber¨ªa frenar esta escalada, ignorar lo que hace la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y que los dos pa¨ªses mantuvieran relaciones.
7 de agosto
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