C¨®mo algunos compran sin que se entere el vendedor
Las dificultades para poder llevar a cabo cualquier tipo de estrategia en los mercados de valores se est¨¢n viendo agravadas por la ausencia de papel y los temores de los propietarios del dinero ante la inversi¨®n a corto plazo. Esta forma de operar es la que contin¨²a marcando la pauta; la celeridad con que se suben los precios ante cualquier intento comprador est¨¢ suponiendo un serio obst¨¢culo para aquellos que hacen sus planes para m¨¢s all¨¢ de la semana pr¨®xima.No obstante, hay una serie de valores que vienen registrando una tranquila pero constante afluencia de dinero sin sufrir por ello grandes alteraciones en sus precios. Es este dato el que permite a algunos operadores afirmar que se est¨¢ creando una buena base desde la que esperar contecimientos.
Naturalmente, el nivel en que se viene operando actualmente favorece el que con pocos t¨ªtulos. se pueda influir en los precios con suma facilidad. Un papel escaso y un dinero que no muestra ninguna prisa por salir a los corros son el terreno mejor abonado para que los que tienen los reflejos m¨¢s vivos logren beneficios en el tiempo m¨¢s corto posible.
Tampoco hay que olvidar que el nivel que muestra ahora el ¨ªndice general se corresponde con las zonas en las que se dio el m¨¢ximo el a?o pasado. Esto es casi una garant¨ªa de que los precios no registrar¨¢n retrocesos importantes -salvo casos aislados-, pero al mismo tiempo exige la presencia de algunos alicientes adicionales para poder llevar a efecto la esperada recuperaci¨®n.
Por el momento, el equilibrio del papel y el dinero se ve roto en raras ocasiones, y siempre con la casi total seguridad de que en poco tiempo se recuperar¨¢ el terreno perdido en uno u otro sentido, pero, de cara a las expectativas actuales, la dificultad est¨¢ en adquirir t¨ªtulos sin que los poseedores encuentren motivos para subir los precios, algo que adem¨¢s hay que hacer sin que los es peculadores reparen en la operaci¨®n. Aunque parezca dif¨ªcil, y realmente debe serlo, se est¨¢ consiguiendo poco a poco.
En cuanto al desarrollo de la sesi¨®n, salvo las an¨¦cdotas proporcionadas por las estrellas veraniegas, no hay nada demasiado destacable. La caja de los bancos contin¨²a dando que hablar, tanto por la escasez de sus partidas como por lo inexplicable de los resultados. Ayer era el Banco Popular el que perd¨ªa tres enteros, cuando se hab¨ªan registrado compras por un total de 3.594 t¨ªtulos, con una contrapartida vendedora de tan s¨®lo 2.122.
El resto positivo no pudo impedir, en este caso, el recorte en la cotizaci¨®n. Por lo dem¨¢s, las diferencias de menos de un entero volvieron a imponerse en la mayor¨ªa de los casos, y en ocasiones se hubo de recurrir a la variaci¨®n m¨ªnima -un octavo- para poder dar fe de la presencia de alg¨²n dinero.
El mercado de pagar¨¦s tambi¨¦n registr¨® una actividad menor, haci¨¦ndose eco de la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s, cuyos m¨ªnimos se situaron ya en el 11 % para los 1.370 millones de pesetas que se negociaron con un pacto de recompra entre 8 y 15 d¨ªas, mientras que a vencimiento los tipos anuales llegaron a situarse en el 10,262%.
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