"El vag¨®n se tambale¨® y luego ocurri¨® la carnicer¨ªa", arfirma un revisor del convoy
"El vag¨®n empez¨® a tambalearse y luego ocurri¨® la carnicer¨ªa", afirm¨® ayer un revisor del tren de pasajeros que result¨® ileso en el accidente ferroviario ocurrido ayer en las proximidades de la localidad de Argenton-sur-Creuse, en el centro de Francia. "Hubo un momento de silencio y luego el segundo tren choc¨® contra nosotros. Intentamos ver qui¨¦n esta ha herido y luego salimos rompiendo una de las ventanas", afirma otro de los supervivientes del tren de pasajeros, que descarril¨® y luego choc¨® con un tren correo.
El estruendo del choque contra metal, el impacto que hizo temblar la tierra, el silencio al que siguieron los primeros gritos pidiendo auxilio, fueron los sonidos que despertaron los habitantes de: Ar genton-sur-Creuse el viernes, poco despu¨¦s de la medianoche.Marc Pallier uno de los habitantes de la localidad fue el primero que avis¨® a los servicios de emergencia. La ventana de su habitaci¨®n da al lugar, situado a unos 10 metros de distancia, donde ocurri¨® el accidente. "Recuerdo un horrible chirrido y pens¨¦ que estaba teniendo una pesadilla hasta que un ruido, como una explosi¨®n, casi hizo que me cayera de la cama", afirm¨® Pallier. "Luego mir¨¦ por la ventana y vi una enorme nube de polvo sobre los vagones destrozados. Parec¨ªa irreal", a?adi¨®. Su. cu?ado, Philippe Derrier, corri¨® sin ponerse los zapatos, hacia el lugar del accidente con una escalera para socorrer a los supervivientes.
El vicepresidente de la Cruz Roja local, Robert Martinet fue uno de los primeros asistentes m¨¦dicos que acudi¨® al lugar del accidente ya que cuando ocurrieron los hechos estaba caminando hacia su casa procedente de la estaci¨®n. "Era como una pesad¨ªlla", afirm¨® Martinet que practic¨® durante 45 minutos la respiraci¨®n artificial a una mujer gravemeinte herida que muri¨® durante su traslado al hospital.
Otro vecino de Argenton-surCreuse-, Pierre Delaveau vio desde la ventana de su casa, situada al otro lado de las v¨ªas del tren, como comenzaron a salir los viajeros supervivientes del tren de Par¨ªs. "Era irreal, la genta sal¨ªa del tren silenciosamente con su equipaje en la mano. Era como si fuesen son¨¢i?bulos", afirm¨® Delaveau.
Varios testigos declararon que no se produjeron escenas de p¨¢nico entre los supervivientes. La mayor¨ªa preguntaban en qu¨¦ estacion estaban, afirm¨® el alcalde, Andr¨¦ Advenier. "Estaban asustados y completamente agotados", a?adi¨®.
Familiares de turistas espa?oles que deb¨ªan regresar ayer y hoy de Francia esperaban a las 19.50 horas de ayer en la estaci¨®n de Francia de Barcelona la llegada de viajeros del tren accidentado, que deb¨ªan ser trasladados en dos trenes -el 2580 y el 2558- procedentes ambos de Port Bou, hasta Barcelona. Los familiares daban muestras de gran desconcierto y nerviosismo, al no encontrar entre los viajeros a las personas que buscaban y declararon a este diario que la falta de informaci¨®n de Renfe y de la Gendarmer¨ªa francesa a los familiares sobre la identidad de los heridos y fallecidos ha sido total.
En estos dos trenes llegaron a Barcelona un n¨²mero indeterminado de viajeros espa?oles del tren accidentado -al parecer casi un centenar de personas-, que en Toulouse subieron a un tren que realizaba el mismo recorrido y que hab¨ªa salido de Par¨ªs, con destino a Port Bou, diez minutos despu¨¦s.
Una joven francesa residente en Barcelona declar¨® a este diario que hab¨ªa salido de Par¨ªs pocos minutos despu¨¦s que el tren accidentado, al no haber encontrado billete en el ferrocarril anterior. Al producirse el accidente, el tren en el que la joven viajaba fue detenido durante una o dos horas en la v¨ªa, tras cortarse el suministro el¨¦ctrico, por lo que hubieron de permanecer a oscuras. El tren tuvo que retroceder hasta Tours y hacer un rodeo por Burdeos, por lo que el trayecto sufri¨® un retraso de m¨¢s de diez horas, durante las cuales las autoridades ferroviarias francesas no permitieron a los viajeros bajar del tren ni realizar ninguna llamada telef¨®nica para avisar a sus familiares. Los viajeros se apresuraron a hacer cola en las cabinas telef¨®nicas de la estaci¨®n barcelonesa para intentar comunicarse con sus familiares.
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