La censura sovi¨¦tica y los robos se cobran su tributo en la Feria Internacional del Libro de Mosc¨²
La censura sovi¨¦tica -que ha afectado a los autores espa?oles Manuel Sacrist¨¢n, Tom¨¢s y Teresa P¨¤mies y Fernando Claud¨ªn- y los robos del p¨²blico se est¨¢n cobrando su tributo en la Feria Internacional del Libro de Mosc¨², muestra editorial de 106 pa¨ªses que supone una oportunidad ¨²nica de conocer de forma temporal publicaciones internacionales que de otro modo resultar¨ªan dif¨ªcilmente accesibles en la URSS.
La feria re¨²ne a 3.000 editores y libreros, entre ellos una nutrida representaci¨®n espa?ola, y se celebra del 10 al 15 de septiembre y es la m¨¢s importante manifestaci¨®n en su g¨¦nero en los pa¨ªses socialistas. Se inici¨® en 1977, y el gran cliente del acontecimiento es el Estado sovi¨¦tico, que a trav¨¦s de diferentes instituciones monopoliza las importaciones.El pabell¨®n de Israel, el de la Asociaci¨®n de Libreros Jud¨ªos y algunas editoriales norteamericanas constituyen las atracciones m¨¢ximas de la feria, y originan largas colas. Una de las m¨¢s nutridas se formaba frente a un stand norteamericano que se presenta bajo el lema Nuestro modo de vida. All¨ª, los libros de arte y decoraci¨®n despertaban una especial curiosidad.
En el puesto de la Asociaci¨®n de Editores Americanos, uno de los responsables se quejaba ayer de que les estaban robando todas las existencias, comenzando por un libro de Jane Fonda y otro sobre stars norteamericanas.
En la delegaci¨®n israel¨ª, los encargados dejaron de sustituir los libros expuestos escritos en idioma ruso, que, seg¨²n manifest¨® uno de los responsables del stand, hab¨ªan sido robados cinco veces a lo largo del primer d¨ªa y medio de exposici¨®n pese al detector de libros instalado en la salida del recinto. El af¨¢n de lectura de los ciudadanos sovi¨¦ticos y la presencia en la feria de libros que dif¨ªcilmente llegar¨¢n a las librer¨ªas sovi¨¦ticas son las causas que explican semejante af¨¢n de apropiaci¨®n.
Libros confiscados
Sin embargo, la censura sovi¨¦tica lleg¨® primero que el p¨²blico al recinto ferial. En diferentes delegaciones han sido confiscados libros conforme a criterios que resulta dif¨ªcil agrupar, en ocasiones.
As¨ª, por ejemplo, en la delegaci¨®n israel¨ª se han censurado 200 t¨ªtulos distintos, especialmente de literatura pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os; en el stand de la Asociaci¨®n de Editores Jud¨ªos, el n¨²mero de t¨ªtulos ha sido de 22, y entre ellos est¨¢ una colecci¨®n ilustrada de documentos sobre el holocausto y un libro de Moshe Dayan. En el pabeIl¨®n franc¨¦s se ha secuestrado una novela -La cebra-, un libro sobre la crisis pol¨ªtica en Occidente, sin que los responsables sepan explicar por qu¨¦.
Asimismo, todos los libros que trataban sobre el presidente Fran?ois Mitterrand, que debe encontrarse pr¨®ximamente en Par¨ªs con -el l¨ªder sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, fueron secuestrados durante tres d¨ªas y devueltos despu¨¦s a la delegaci¨®n sin explicaciones de ning¨²n tipo. En uno de los stands de la Rep¨²blica Federal de Alemania se han retirado dos libros de conversaciones con el escritor Heinrich B?hl, un libro de caricaturas y una colecci¨®n del Spiegel de 1947 a 1952, seg¨²n manifest¨® un representante de la editorial Rororo. En la caseta de publicaciones de la universidad de Cambridge, un libro sobre Nixon y la distensi¨®n fue retenido dos d¨ªas. En la brit¨¢nica Penguin se ha confiscado el cat¨¢logo de publicaciones pol¨ªticas y se ha devuelto, tras una confiscaci¨®n temporal, un cat¨¢logo de im¨¢genes fotogr¨¢ficas americanas de 1945 a 1980, que contiene una imagen de Lenin como fondo a unos desnudos.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.