El juez decreta el ingreso en prisi¨®n del polic¨ªa nacional que mat¨® a un joven el pasado s¨¢bado en el pueblo de Vallecas
J. V., Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Honrubia, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 21 de Madrid, decret¨® ayer la prisi¨®n incondicional del polic¨ªa nacional Francisco Mansilla Cubero, de 30 a?os, que el pasado s¨¢bado mat¨® de un disparo a Miguel Colorado Rodr¨ªguez, de 19 a?os, en las cercan¨ªas de un pub del pueblo de Vallecas. Una asamblea de 200 personas reunidas anoche en la parroquia de San Carlos Borromeo, de Entrev¨ªas, decidi¨® ejercer la acci¨®n popular ante la justicia en este caso y convocar para fechas pr¨®ximas dos manifestaciones de protesta por el suceso en Vallecas y ante el Ministerio de Justicia.
El juez, que en la ma?ana de ayer tom¨® declaraci¨®n al agente durante m¨¢s de una hora, estima que en su conducta existen indicios racionales de la posible comisi¨®n de un delito de homicidio porque estaba fuera de servicio, dispar¨® tres veces contra gente desarmada y alcanz¨® al fallecido por detr¨¢s.V¨¢zquez Honrubia manifest¨® que este caso ha vuelto a evidenciar la inconveniencia, "salvo casos excepcionales", de que los polic¨ªas lleven armas cuando est¨¢n fuera de servicio, "porque pueden tener la tentaci¨®n de usarlas en altercados menores que podr¨ªan saldarse con mucho menos da?o a las personas".
El polic¨ªa nacional encarcelado tiene 30 a?os, est¨¢ casado, tiene dos hijos y estaba adscrito a la comisar¨ªa de Entrev¨ªas, aunque en el momento de la muerte del joven se encontraba fuera de servicio. Acudi¨® a declarar al despacho del juez con un ojo vendado, porque en el incidente result¨® herido por un cristal roto. Un portavoz de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid matiz¨® ayer que "en todo momento este departamento ha se?alado que la versi¨®n del suceso facilitada por el agente era tan s¨®lo suya, sin que la Jefatura la adoptara como propia. Prueba de ello", prosigui¨®, "es que fue puesto de inmediato a disposici¨®n del juez de guardia".
Entre las nueve y las doce de la noche de ayer se celebr¨® en la citada parroquia una asamblea en la que estuvieron presentes la madre y j¨®venes amigos del fallecido, varios abogados, representantes de asociaciones ciudadanas de la periferia de Madrid y los sacerdotes Enrique de Castro y Jose Mar¨ªa Llanos, entre otros. En todas las intervenciones se calific¨® de asesinato la muerte de Miguel Colorado, y Enrique de Castro se?al¨® que este suceso no es un hecho aislado, "una desgracia provocada por un mal polic¨ªa, sino que debe situarse en la corrupci¨®n generalizada de la polic¨ªa espa?ola, que sigue practicando impunemente detenciones ilegales y malos tratos".
Los reunidos aprobaron ejercer la acci¨®n popular en este caso y a tal efecto citaron a los que quieran sumarse a la iniciativa a las seis de la tarde del pr¨®ximo jueves en la parroquia de Entrev¨ªas. Asimismo acordaron celebrar una manifestaci¨®n el pr¨®ximo viernes, a las siete de la tarde, en el Bulevar de Vallecas. Otra manifestaci¨®n fue convocada para el martes de la pr¨®xima semana, a las ocho de la tarde, ante el Ministerio de Justicia, en la calle San Bernardo.
Horas antes de la asamblea, Carmen Rodr¨ªguez, madre del joven muerto, hab¨ªa exclamado al conocer la versi¨®n del presunto homicida, seg¨²n la cual ¨¦ste se limit¨® a repeler una agresi¨®n: "?C¨®mo puede ese hombre hablar de leg¨ªtima defensa cuando a mi hijo le entr¨® la bala por la espalda?".
Dibujo y m¨²sica
La madre de Miguel Colorado es una mujer joven, recia, de pelo rubio pajizo y nariz, boca y ojos anchos. En julio de 1984 perdi¨® en un accidente laboral en una factor¨ªa de Pegaso a su marido, un soldador de 38 a?os, y se qued¨® al frente de los seis hijos del matrimonio. Unos 14 meses despu¨¦s ha sufrido la p¨¦rdida del primog¨¦nito, Miguel, tambi¨¦n en circunstancias dram¨¢ticas. Del hijo muerto afirma: "Era un pedazo de pan, del que la polic¨ªa no ha podido decir nada malo, porque nunca rob¨® ni un l¨¢piz".
Miguel Colorado ten¨ªa tan s¨®lo estudios primarios. Desde los 16 hasta los 18 a?os trabaj¨® en una tienda de comestibles de su barrio, pero fue despedido porque al cumplir la mayor¨ªa de edad "el jefe ten¨ªa que pagarle m¨¢s". En la actualidad estaba a la espera de entrar a trabajar en un taller de bolsos de cuero y piel, una colocaci¨®n que le hab¨ªa buscado Enrique de Castro.
Al joven fallecido le gustaba dibujar, y sus familiares ense?aron ayer algunos de sus trabajos de autodidacta. En uno de ellos se puede ver a una bailarina de ballet sentada; en otro, a una guerrera en pie.
La m¨²sica era la segunda de sus aficiones personales. En el cuarto que compart¨ªa con su hermano Paco en el domicilio familiar de la calle de Rafael Fern¨¢ndez Hijicos, en el linde de Vallecas con Moratalaz, hay un buen surtido de cintas de rock duro. Tambi¨¦n hay flautas de madera y una modesta guitarra el¨¦ctrica, prestada por un amigo. Ultimamente Miguel estaba aprendiendo a tocar ese instrumento en unas clases gratuitas que se imparten en el barrio.
El lecho de Miguel Colorado estaba ayer sin hacer; nadie lo ha tocado desde su muerte. Miguel nunca lo volver¨¢ a usar; ahora duerme el sue?o eterno en la misma sepultura que su padre, un enterramiento en el cementerio de Coslada que regal¨® a la familia la empresa en la que trabajaba tras el accidente laboral del verano de 1984.
Sobre una repisa del que fue dormitorio del joven hay un mu?eco de pl¨¢stico de un extraterrestre con un cartelito escrito a mano que dice: "No nos libres, se?or, de los Libra. L¨ªbranos, en todo caso, de los libres que pretenden coartar la libertad". Miguel era del signo zodiacal G¨¦minis, y el significado de ese mensaje ha quedado como uno de los misterios que se llev¨® a la tumba.
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