El 'impacto Huston' inaugura el festival de cine de San Sebasti¨¢n

El 33? Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n abre hoy sus sesiones con burbujas de la American Way of Life, a cargo del viejo zorro John Huston y su Prizzi's Honor. Se busca el impacto psicol¨®gico, y John Huston es una garant¨ªa casi absoluta contra el bostezo. Tanto la directiva como el propio alcalde, Ram¨®n Labayen, han hecho declaraciones a la Prensa en el sentido de que la selecci¨®n de este a?o ha sido ardua al no haberse caracterizado 1985 por la buena cosecha de celuloide en general.

Por poner s¨®lo un ejemplo, en el a?o 1975, crucial por razones de todo orden, se alud¨ªa ya a la crisis latente en el mundo cinematogr¨¢fico. Crisis que no impidi¨® que la muestra donostiarra proyectara mayor n¨²mero de cintas que otras veces, y que La Concha se la llevara una pel¨ªcula excelente: Furtivos, de Jos¨¦ Luis Borau.

Lo cierto es que cada edici¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n conlleva el ep¨ªteto, al parecer inevitable, de decisiva. El ojo del profano que hace cola para lograr su localidad, e incluso de esa muchedumbre del atardecer que se agolpa contra las vallas amarillas para ver pasar estrellas envueltas en lentejuelas, autoridades de esmoquin y reporteros azorados, no capta esa ¨ªntima precariedad del festejo, sencillamente porque la procesi¨®n va por dentro.

Dentro del clima contempor¨¢neo de relegar los grandes problemas en un grupo de an¨®nimos decididores, hay cr¨ªticos que apuntan la necesidad de profesionalizar la organizaci¨®n del festival.

El obst¨¢culo fundamental con que el festival tropieza es su condici¨®n, por raz¨®n de fechas y de antig¨¹edad en el ejercicio, de dep¨®sito de urgencias o de ¨²ltimo recurso para colocar las producciones que no llegaron a tiempo a Cannes y Venecia. Una vez m¨¢s se da el paralelismo entre la entrada tard¨ªa en la CEE y la naturaleza postrera del festival de Donostia.

Lucha contra el calendario

Asistimos a una lucha contra el calendario, por los motivos ya citados, que obliga a potenciar los pases de cineforum en secciones paralelas, y que este a?o, con el prometedor programa de zabaltegi o Zona Abierta, que incluye desde la producci¨®n espa?ola Caso cerrado, de Juan Ca?o Arecha, con Pepa Flores, hasta Visages de femmes, de D¨¦sir¨¦ Ecare (Costa de Marfil), pasando por The Purple Rose of Cairo, de Woody Allen (EE UU), y Una novia para David, del cubano Guillermo Orlando Rojas, desviar¨¢ mucho personal hacia el nost¨¢lgico coliseo de la calle de Aldamar, el cine Miramar, contra cuya desaparici¨®n hay que pronunciarse.La superfilmoteca de Cenizas y diamantes, en los multicines de la parte vieja, y los documentos de la secci¨®n Vietnam, en el Pr¨ªncipe, van a agitar al espectador en un festival cuyo encanto reside, precisamente, en su tradici¨®n ag¨®nica. El ambiente es prometedor.