"Paquirri, hijo, cu¨¢nto te echamos de menos"

"Paquirri, hijo, cu¨¢nto te echamos de menos", exclam¨® un aficionado de sol, mientras las cuadrillas guardaban un minuto de silencio en memoria del torero muerto en Pozoblanco, hace ahora 367 d¨ªas. La gente del Puerto todav¨ªa guarda luto riguroso por el malogrado diestro de Barbate y a¨²n existe gente que echa sus l¨¢grimas por la desaparici¨®n del "se?or de Cantora".

La emoci¨®n, por tanto, brill¨® a la misma altura que un atardecer cualquiera en la bah¨ªa gaditana. El acontecimiento engalan¨® de grana y oro Puerto de Santa Mar¨ªa. A excepci¨®n de Jos¨¦ Luis Palomar, todos los toreros eran de la tierra: Rafael de Paula, de Jerez; Ruiz Miguel, de San Fernando; Marisme?o, de Sanl¨²car; Currillo, de Medina Sidonia; Pedro Castillo, de Algeciras; Emilio Oliva, de Chiclana, y el rejoneador Ferm¨ªn Boh¨®rquez, de Jerez.

Tambi¨¦n se lidiaban reses de lujo, de ganader¨ªas de elite y, encima, en alg¨²n lugar de los tendidos estaba la familia Rivera, padre y hermanos de Francisco. Exist¨ªan todos los ingredientes necesarios para que el homenaje a Paquirri adquiriese tonos de grandiosidad.

Pero todo qued¨® difuminado entre los sue?os de los organizadores y los aficionados. La corrida result¨® tan plomiza como un d¨ªa de lluvia, y larga como una jornada en ayunas.