Una reforma para tapar agujeros

La reforma fiscal propuesta por el Gobierno para su aprobaci¨®n en las Cortes contiene una novedad hist¨®rica: por primera vez se rebajan los impuestos. El proyecto de ley para la reforma del impuesto sobre la renta contiene otras modificaciones importantes, como la supresi¨®n de algunos mecanismos legales que resultaban fiscalmente injustos y la correcci¨®n del agravio comparativo que sufren las rentas de los c¨®nyuges que trabajan con respecto a los contribuyentes solteros. Sin embargo, la propuesta del Gobierno representa un trato discriminatorio para el 46,63% de los contribuyentes. Quienes ingresen al a?o entre 800.000 y 1.200.000 pesetas sufrir¨¢n unos tipos marginales m¨¢s elevados que los de rentas muy superiores.

El impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF) es un tributo directo, personal y de car¨¢cter progresivo, ya que grava los ingresos "en funci¨®n de su cuant¨ªa y de las circunstancias personales y familiares" que concurren en los contribuyentes. Tras seis a?os de vigencia (comenz¨® a aplicarse el 1 de enero de 1979), el Gobierno cree llegado el momento de proceder a su reforma porque una parte de esa progresividad pretendida por el legislador nunca lleg¨® a alcanzarse. Se trata, en palabras del secretario general de Hacienda, Juan Francisco Mart¨ªn Seco, de "cerrar algunos agujeros claros que permiten a algunos contribuyentes con rentas altas pagar apenas impuestos".Hacienda pretende solucionar cuatro tipos de problemas en el impuesto: discriminaci¨®n comparativa de las rentas del trabajo, baja aportaci¨®n de las rentas elevadas, pr¨¢cticas abusivas en las deducciones y tratamiento riguroso sobre los ingresos de las unidades familiares en las que trabaja m¨¢s de una persona. La convicci¨®n en el ministerio es que tras estos cambios el impuesto quedar¨¢ suficientemente apuntalado, lo que permitir¨¢ funcionar sin las sucesivas modificaciones que confunden cada a?o al contribuyente. La reforma coincide con la implantaci¨®n del impuesto sobre el valor a?adido (IVA), que modificar¨¢ la tributaci¨®n sobre el consumo y que obligar¨¢, a la vez, a reestructurar el r¨¦gimen de estimaci¨®n objetiva singular.

A los objetivos de equidad o simplificaci¨®n, seg¨²n los casos, perseguidos en la reforma, se suma el de que el IRPF se utiliza tambi¨¦n como instrumento para influir en la evoluci¨®n de la coyuntura econ¨®mica. As¨ª, las modificaciones propuestas por el Gobierno son continuaci¨®n y complemento de las medidas urgentes adoptadas en abril. La reducci¨®n de las retenciones a cuenta del impuesto sobre la renta entonces aprobada iba unida al compromiso de reducir la tarifa.

Tambi¨¦n el convencimiento de, que los mayores ingresos s¨®lo pueden conseguirse luchando eficazmente contra un fraude fiscal tan elevado como el d¨¦ficit p¨²blico, pues las rentas del trabajo contribuyen con m¨¢s de un 85% a la recaudaci¨®n total del impuesto, mientras su participaci¨®n en el producto nacional es del 65%. La contribuci¨®n de empresarios y agricultores es de un 5%, de un 3,5% la de profesionales y de un 6% la del capital mobiliario.

Discriminaci¨®n marginal

Para el pr¨®ximo a?o, con el juego de las deducciones, las rentas de hasta 500.000 pesetas anuales no pagar¨¢n impuesto sobre la renta. Sin embargo, las comprendidas entre 800.000 y 1.200.000, tambi¨¦n de nivel modesto, se ven sorprendentemente gravadas con un tipo marginal excesivo (v¨¦ase el cuadro de la p¨¢gina siguiente), que contradice el principio de progresividad del impuesto. Los restos de hasta 200.000 pesetas en estas categor¨ªas de ingresos sufrir¨¢n grav¨¢menes superiores a los correspondientes a rentas dos. y tres veces superiores. La explicaci¨®n t¨¦cnica puede ser que sufren m¨¢s directamente el enlace desde cero a la escala progresiva del impuesto. Pero a la medida no pueden ser ajenas razones recaudatorias, pues no en balde afectar¨¢ a casi tres millones de contribuyen tes, exactamente al 46,63% del total de declarantes.Adem¨¢s, en estos tramos se produce una fuerte distancia entre las retenciones aplicadas desde mediados de este a?o y los tipos medios que resultan a pagar (entre 7 y 10 puntos), con lo que en la pr¨®xima declaraci¨®n las diferencias netas a pagar a Hacienda pueden ser importantes.

Otra de las modificaciones importantes se refiere a la contribuci¨®n de las rentas acumuladas en la unidad familiar. La consideraci¨®n de la familia como una sola unidad de contribuyente supone una penalizaci¨®n evidente para los casos en que trabaja m¨¢s de uno de sus integrantes, en comparaci¨®n con las declaraciones presentadas por separado. En algunos casos el tipo marginal de la imposici¨®n act¨²a de tal manera sobre las rentas acumuladas que se convierte en un factor disuasorio del trabajo asalariado de la mujer casada. Adem¨¢s de mantener las deducciones generales que se a?aden por raz¨®n de matrimonio (hasta 44.000 pesetas), Hacienda propone un sistema variable que compensar¨¢ en parte esa penalizaci¨®n.

El sistema, basado en una f¨®rmula polin¨®mica original, compleja y de dif¨ªcil comprensi¨®n, mantiene un 25% del exceso de gravamen. Y para el 70% del 1.067.596 matrimonios afectados en la pr¨®xima declaraci¨®n s¨®lo aporta deducciones de 10.000 pesetas, que en buena parte absorber¨¢n los servicios del asesor fiscal, cada vez m¨¢s necesario para realizar la declaraci¨®n.

La pol¨¦mica familiar

Aunque corrige una situaci¨®n de desventaja frente a los solteros, la soluci¨®n adoptada abre un nuevo frente de pol¨¦mica. A partir de ahora las familias estar¨¢n sometidas a diferentes tipos de gravamen seg¨²n las rentas las generen una o m¨¢s personas. El autor del proyecto argumenta para este caso el grado de bienestar que aporta a la familia el tiempo libre delc¨®nyuge que no. trabaja. El nuevo sistema de declaraci¨®n de minusval¨ªas y plusval¨ªas, que en el futuro s¨®lo podr¨¢n compensarse entre s¨ª, supone un cambio radical. En 1984 se declararon disminuciones patrimoniales por valor de 124.000 millones de pesetas (un 63% m¨¢s que un a?o antes), e incrementos por valor de 42.400 millones. Esta diferencia ha ido progresivamente en aumento desde 1979. Este margen legal era utilizado por grandes contribuyentes para saldar a cero sus impuestos. El mecanismo m¨¢s usual era vender grandes paquetes de acciones desvalorizadas y resarcirse de las p¨¦rdidas en la liquidac¨ª¨®n de la renta.Tambi¨¦n el r¨¦gimen de transparencia fiscal ha sido utilizado con fines distintos para los que fue creado. Fuentes de Econom¨ªa han destacado que en los ¨²ltimos a?os ha proliferado un "movido mercado de empresas en p¨¦rdidas, muy atractivo para evitar impuestos". La nueva filosof¨ªa es que una sociedad que s¨®lo pierde dinero debe cerrarse.