Secuestro de secuestradores

THE NEW YORK TIMESEl asesinato de un pasajero americano anula toda negociaci¨®n para liberar a los secuestradores del Achille Lauro. Deben ser llevados a juicio, y Estados Unidos, Italia y Egipto est¨¢n obligados por la ley y la moral a encarar esa soluci¨®n.Si los egipcios parecen reticentes, nos parece enteramente apropiado que Estados Unidos les recuerde las consecuencias del desd¨¦n por las vidas de turistas inocentes, de inevitables consecuencias, por ejemplo, para el beneficioso turismo egipcio.

Durante un momento, la cobard¨ªa de los pistoleros palestinos rivalizaba con la del presidente de Egipto, que declar¨® que no sab¨ªa lo que pasaba con ellos. Puede que no conociese el asesinato cuando prometi¨® salida segura de Egipto, pero lo supo con bastante tiempo para ordenar su detenci¨®n. Y ahora sabe perfectamente, pese a su indecente observaci¨®n sobre que no hay cuerpo ni pruebas, que Leon Klinghoffer, con su silla de ruedas, fue arrojado al mar. No se sabe c¨®mo los secuestradores dejaron Egipto ni c¨®mo Estados Unidos pudo capturarlos. ( ... )

La negociaci¨®n de Italia con la OLP para que Egipto libere a los secuestradores a cambio de dejar libres el barco y a los secuestrados fue bastante mala. Nadie estaba obligado a cumplir un acuerdo impuesto con tama?a dureza, especialmente cuando exist¨ªa la sospecha de que la OLP estaba implicada al guiar a los secuestradores. (...)

Tambi¨¦n se desmorona la afirmaci¨®n de Yasir Arafat de que la OLP no tiene arte ni parte en el secuestro. Como inform¨® Thomas Friedman, corresponsal de The New York Times, los pistoleros parec¨ªan aliados de Arafat y estaban probablemente planeando un ataque de guerrilla a Israel cuando el barc¨® lleg¨® al puerto de Aslidod. El descubrimiento de sus armas parece que les hizo cambiar sus planes y anim¨® a Arafat a presentarse como el ultrajado salvador de inocentes pasajeros y de la tripulaci¨®n.

Pero, aut¨¦nticas o no las declaraciones hechas por Egipto, Italia y la OLP, apuntan todas hacia la misma conclusi¨®n del episodio. Egipto y la OLP favorecen el castigo de los asesinos. Italia, desde el momento en que se enter¨® del ases¨ªnato, solicit¨® la extradici¨®n de los pistoleros para su acusaci¨®n y enjuiciamiento. Dado que Egipto complic¨® todo el asunto, estaba obligado a detener a los secuestradores.

El inter¨¦s del mundo por hacer justicia en este caso deber¨ªa ser evidente por s¨ª mismo. Si todos los pa¨ªses negaran a los secuestradores refugio seguro y derecho de desembarco, los terroristas se ver¨ªan forzados a asesinar para abrirse camino en los aeropuertos y puertos.

Los ciudadanos de todo el mundo estar¨ªan en peligro, cualquiera que sea la pol¨ªtica de los Gobiernos de Oriente Pr¨®ximo.

Por una vez, el mundo tiene la posibilidad de vengar esos ultrajes, castigar a los criminales y condenar a los que los apoyan. Todo lo que impida u obstruya esa posibilidad incumple su deber para con la humanidad. (...)

, 13 de octubre