Polic¨ªa muerto en Sur¨¢frica tras la ejecuci¨®n de Moloise
Un polic¨ªa blanco muerto, apu?alado ayer en Johanesburgo, y varios otros fueron golpeados durante los disturbios que siguieron a la muerte de Benjamin Moloise, militante negro antiapartheid, ahorcado por la ma?ana, a pesar de que el presidente, Pieter Botha,recibi¨® numerosas peticiones de clemencia de todo el mundo. Grupos de negros persiguieron a blancos por el centro de la ciudad. Se practic¨® un n¨²mero indeterminado de detenciones. Es la primera vez que una violencia racial de tal amplitud estalla en Johanesburgo, centro econ¨®mico del pa¨ªs.
Moloise, condenado a muerte hace tres a?os por el asesinato de un polic¨ªa negro, fue ahorcado en la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de Pretoria a las siete de la ma?ana La noche anterior, su madre, Marnika Paule, y Winnie Mandela, es posa del dirigente negro encarcelado y defensor de los derechos civiles Nelson Mandela, mantuvieron una vigilia delante de la prisi¨®n, donde, a la hora se?alada para la ejecuci¨®n, grupos de negros cantaron el himno nacionalista, vigilados por la polic¨ªa, que impidi¨® que se acercaran m¨¢s manifestantes.La abogada de Moloise, Priscilla Jana, inform¨® que el condenado estaba tranquilo cuando sus familiares le visitaron el jueves por la noche. "A pesar de estar tan cerca de la muerte, no demostr¨® remordimientos ni compasi¨®n por s¨ª mismo", dijo Jana. "Estaba agradecido", a?adi¨®," a todas aquellas personas y organizaciones internacionales que intentaron. salvarle la vida, y no expres¨® ninguna cr¨ªtica contra el Gobierno".
Moloise, de 30 a?os, reconoci¨® sus contactos con el Congreso Nacional Africano (ANC), el ilegal movimiento de oposici¨®n al sistema de discriminaci¨®n racial en Sur¨¢frica que organiz¨® el asesinato del polic¨ªa, pero neg¨® que le matara personalmente. Durante su encarcelamiento empez¨® a escribir poes¨ªas, Ayer fue dado a conocer el texto de su ¨²ltimo poema: "Estoy orgulloso de ser lo que soy, / estoy orgulloso de haber hecho lo que hice. / A la tormenta de la opresi¨®n / seguir¨¢ el torrente de mi sangre. / Estoy orgulloso de dar mi vida, / mi ¨²nica y solitaria vida".
Varios polic¨ªas blancos resultaron heridos en los enfrentamientos que siguieron a una ceremonia religiosa en memoria de Moloise celebrada en Johanesburgo. La polic¨ªa intent¨® dispersar a unos 3.000 negros y, m¨¢s tarde, grupos de negros persiguieron por el centro de la ciudad a blancos, varios de los cuales fueron golpeados con piedras y botellas.
Testigos presenciales. vieron c¨®mo una mujer blanca fue abordada por un grupo de negros que, en un clima de mot¨ªn y de fiesta a la vez, atacaban a los peatones blancos, asaltaban los veh¨ªculos estacionados y saqueaban varias tiendas. La polic¨ªa necesit¨® cerca de dos horas para restablecer la calma, y a primera hora de la tarde se ignoraba el n¨²mero de heridos.
Un portavoz del Departamento de Prisiones inform¨® que el cad¨¢ver de Moloise no ser¨¢ entregado a su madre y que ser¨¢ enterrado en el cementerio de la prisi¨®n, "porque el cad¨¢ver de un hombre condenado sigue siendo de la propiedad del Estado". Agreg¨®, sin embargo, que la madre de Moloise ser¨¢ informada de la ubicaci¨®n y n¨²mero de la tumba.
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