El armario
Para ilustrar sus trabajosas relaciones con la realidad, "que me desborda", el novelista Juan Jos¨¦ Mill¨¢s cont¨® el cuento del hombre que descubre que todos los armarios empotrados del mundo est¨¢n intercomunicados con el suyo y termina perdi¨¦ndose. El escritor, con el cuento reci¨¦n creado en la cabeza, lleg¨®, a su hotel en Bruselas para descubrir
preocupado que ten¨ªa dos armarios en su habitaci¨®n, uno de ellos grande y oscuro y con una segunda cerradura enigm¨¢tica. "Yo no he superado la realidad", replic¨® a quienes hab¨ªan afirmado, en un debate sobre literatura y realidad, que el realismo est¨¢ superado. "Por el contrario, a m¨ª la realidad me desborda".Julio Merino, autor de El caldero de oro, defendi¨® la contemporaneidad de El Quijote. Con ¨¦l coincidieron, en otros debates, Goytisolo, Juli¨¢n R¨ªos y Jos¨¦ ?ngel Valente. El poeta Jaime Siles defendi¨® la actual convivencia en Espa?a de distintas ideas y estilos: "Eso es la normalidad", dijo.
Consecuencias del 'boom'
El cr¨ªtico Rafael Cont¨¦ explic¨®, en tre otras cosas, que en Latinoam¨¦rica una de las consecuencias del boom ha
sido la de obnubilar a la audiencia y cegar el paso a escrito res m¨¢s j¨®venes. Esta misma in fluencia del boom fue tambi¨¦n mencionada, refiri¨¦ndose a Espa?a, por Goytisolo en otro debate. Camilo Jos¨¦ Cela, uno de los nombres sugeridos en los debates para seleccionar el premio Euro Palia, lleg¨® el viernes a Bruselas en la hora l¨ªmite para participar en un debate sobre Espa?a y la modernidad europea. Los catedr¨¢ticos Ra¨²l Moro do, Miguel Artola y Carlos Moya hab¨ªan prolongado sus intervenciones sobre historia y ciencia pol¨ªtica para dar tiempo a que Cela llegara. El escritor resumi¨® sobre la marcha, una densa intervenci¨®n sobre El realismo en la literatura es pa?ola, en la que hizo una acad¨¦mica defensa de la literatura como fundamento de la cultura en cualquier civilizaci¨®n. Entre otras cosas, explic¨® que a la f¨¢bula se re curre para expresar la utop¨ªa y en consecuencia el escritor no debe aceptar nada que limite su libertad. La autocensura es la peor de las lacras literarias, y conduce la f¨¢bula a la subliteratura. La f¨¢bula ha sido de siempre arma para ense?ar a los hombres por d¨®nde puede y debe seguirse hacia la libertad, dijo Cela, que concluy¨® con un "?viva la literaaatura!"
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