El meollo de la cuesti¨®n
El modelo del Estado auton¨®mico ideado por UCD y regulado en la Constituci¨®n est¨¢ siendo puesto en cuesti¨®n en los ¨²ltimos meses por su parte m¨¢s delicada: la financiaci¨®n. Durante a?os el denominado problema auton¨®mico se ha planteado a los ojos de los espa?oles, casi exclusivamente, como un pulso dial¨¦ctico y pol¨ªtico entre los distintos Gobiernos y las comunidades aut¨®nomas por retrasos en las transferencias, por una competencia m¨¢s o menos, por declaraciones m¨¢s o menos molestas de unos u otros. Hace un mes se ha llegado al meollo de la cuesti¨®n: la necesidad de un sistema estable de financiaci¨®n de las autonom¨ªas.Hasta ahora las arcas de las comunidades han ido arregl¨¢ndose mejor o peor con el dinero llegado de Hacienda en compensaci¨®n de los servicios que el Estado ya no presta en las comunidades aut¨®nomas, y de la participaci¨®n de aqu¨¦llas en los ingresos estatales.El conflicto real se produce cuando el Gobierno decide recortar o congelar las partidas del Presupuesto destinadas a las autonom¨ªas, como va a suceder este a?o. Las comunidades aut¨®nomas, que se hab¨ªan elaborado sus programas de actuaci¨®n a partir de c¨¢lculos inversores basados en las tasas actuales de financiaci¨®n, han puesto el grito en el cielo. Dif¨ªcilmente podr¨¢n afrontar los planes previstos si se congelan las ayudas. Han ca¨ªdo en la cuenta de que son prisioneros de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno. Han recordado aquella m¨¢xima de que sin dinero no hay autonom¨ªa y que sin capacidad de recaudaci¨®n -como tienen vascos y navarros, gracias a su peculiar Concierto Econ¨®mico- siempre ser¨¢n dependientes y estar¨¢n a merced de los vaivenes de la econom¨ªa espa?ola.
Parece que a las comunidades aut¨®nomas s¨®lo les va a quedar una salida -que pretende forzar el propio Gobierno-: afrontar con valent¨ªa y sin miedo al desgaste electoral su capacidad de recaudar a trav¨¦s de impuestos. La ley les faculta para ello.
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