Chirac considera la entrada de Espa?a en la CEE una gran equivocaci¨®n

Viene de la primera p¨¢gina

El tratado de ampliaci¨®n de la CEE ser¨¢ sometido a la C¨¢mara baja el pr¨®ximo d¨ªa 21 y se espera que sea aprobado sin problemas, puesto que el Partido Socialista tiene la mayor¨ªa absoluta. El presidente del RPR puede conseguir, tal vez, el voto negativo del Senado, pero aun as¨ª no impedir¨ªa su entrada en vigor el d¨ªa 1 de enero del a?o pr¨®ximo, puesto que en caso de desacuerdo entre las C¨¢maras prevalece la opini¨®n de la Asamblea Nacional.

El encuentro entre Chirac y Fabius constituy¨® el primer gran debate pol¨ªtico de la televisi¨®n francesa desde mayo de 1981, es decir, desde la llegada de los socialistas al Gobierno. El duelo, que alcanz¨® un r¨¦cord de audiencia, era especialmente importante porque se produc¨ªa a menos de cinco meses de las elecciones legislativas, convocadas para el 16 de marzo pr¨®ximo, con lo que, de hecho, abre la campa?a electoral.

El debate revest¨ªa tambi¨¦n una gran importancia para los dos protagonistas, no s¨®lo por sus eventuales repercusiones en los votantes que a¨²n est¨¢n indecisos, sino tambi¨¦n por su influencia en el interior de sus respectivos partidos. Jacques Chirac es el presidente del principal grupo de oposici¨®n, pero es un personaje poco popular, encajonado entre el ex primer ministro Raymond Barre y ¨¦l ex presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing, que le disputan el liderazgo de la oposici¨®n. El duelo constitu¨ªa una espl¨¦ndida ocasi¨®n para afianzar su imagen personal como jefe de fila frente a sus oponentes.

En el caso de Laurent Fabius, el encuentro representaba su primer aut¨¦ntico combate pol¨ªtico. Hasta ahora el primer ministro se hab¨ªa mantenido al margen de las querellas entre partidos, present¨¢ndose como un tecn¨®crata que evita los choques frontales. Fabius, que espera convertirse en el heredero de Frangois Mitterrand, es un hombre muy popular, con capacidad para traspasar la pantalla, pero nunca hab¨ªa aceptado cruzar sus armas con un dirigente de la oposici¨®n. El combate de ayer le permite ganar puntos frente a su principal oponente dentro del PS, Michel Rocard.

La televisi¨®n francesa prepar¨® el debate con extremo cuidado de forma que los dos protagonistas dispusieran, exactamente, del mismo tiempo, 35 minutos. Se encargaron de vigilar la discusi¨®n dos periodistas habituales en este tipo de programas, Pierre Luc Seguillon y Anne Sinclair. Seis c¨¢maras de televisi¨®n enfocaron a Fabius y a Chirac para no perder ni un detalle de sus expresiones. Los dos pol¨ªticos se movieron con soltura, aunque en algunos momentos se atacaron con fuerza.

Cuestiones econ¨®micas

El programa, que dur¨® en total una hora y media, se centr¨® sobre todo en las cuestiones econ¨®micas, que, seg¨²n todos los sondeos previos, constituyen la principal preocupaci¨®n de los franceses.

En el cap¨ªtulo pol¨ªtico, lo m¨¢s significativo fue que Laurent Fabius exigi¨® a su oponente una definici¨®n frente al partido ultraderechista de Jean-Marie le Pen. Chirac respondi¨® que no se asociar¨¢ a ning¨²n Gobierno en el que haya ministros de esa tendencia pol¨ªtica, lo que constituye la primera toma de posici¨®n del dirigente del RPR. Por el contrario, Chirac huy¨® de la pol¨¦mica sobre la cohabitaci¨®n y no supo explicar qu¨¦ har¨¢ si Raymond Barre se niega a apoyar un Gobierno de derecha bajo la presidencia de Fran?ois Mitterrand. "Barre tiene sus propias ideas, yo lo ¨²nico que puedo asegurar es que si ganamos las elecciones el RPR y la UDF gobernar¨¢n conjuntamente y sin compromisos con nadie". Laurent Fabius se esforz¨® en demostrar que una victoria de la oposici¨®n provocar¨ªa una fuerte inestabilidad en las instituciones.

Los dos pol¨ªticos explicaron las principales l¨ªneas de su programa econ¨®mico y sus planes sobre la inmigraci¨®n. El primer ministro subray¨® que las medidas anunciadas por el RPR llevar¨ªan a Francia a una situaci¨®n similar a la del Reino Unido. "Ustedes proponen una pol¨ªtica de demolici¨®n", a?adi¨®. Chirac reproch¨® a los socialistas el fuerte endeudamiento del pa¨ªs y se?al¨® que las nacionalizaciones han constituido un grav¨¦ error. "Todos los pa¨ªses del mundo, incluido un pa¨ªs socialista como Espa?a, est¨¢n desnacionalizando", prosigui¨®.

Seg¨²n el alcalde de Par¨ªs, si la oposici¨®n gana las elecciones proceder¨¢ a privatizar todo el sector p¨²blico, incluidas aquellas empresas que fueron nacionalizadas en 1945 por el general De Gaulle. Eso supone, como subray¨® Fabius, que la principal empresa automovil¨ªstica, Renault, ser¨ªa vendida en la Bolsa.

Tanto Fabius como Chirac intentaron enfriar los ¨¢nimos de la opini¨®n p¨²blica francesa en el tema de la inmigraci¨®n, subrayando que no se trata de expulsar a los trabajadores extranjeros que se encuentran legalmente en el pa¨ªs, sino de impedir la inmigraci¨®n clandestina y de ayudar a aquellos que quieran voluntariamente regresar a sus pa¨ªses de origen.

El esc¨¢ndalo del hundimiento por agentes franceses del Rainbow Warrior, barco de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace, fue objeto tan s¨®lo de unas breves alusiones, de pasada, por parte de Chirac.