La federaci¨®n de baloncesto utilizaba una 'caja B' que movi¨® 53 millones entre 1982 y 1984

La existencia de cajas B es uno de los datos m¨¢s sobresalientes de la auditor¨ªa realizada sobre el a?o 1984 a la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto (v¨¦ase EL PAIS del 9 de noviembre). Se tuvo constancia de unos fondos, desconocidos hasta entonces, de 53 millones de pesetas, de los cuales 13 no tuvieron registro contable. En esta cifra estaban incluidos casi 7,5 millones como gratificaciones a jugadores de la selecci¨®n, que no sufr¨ªan retenciones fiscales. A pesar de la investigaci¨®n, los censores opinan que la documentaci¨®n "no supone evidencia suficiente" sobre el destino de esas sumas.

Los principales problemas radican en la actuaci¨®n del Comit¨¦ de Actividades Internacionales, que regula la actuaci¨®n de las selecciones, que gestionaba Raimundo Saporta. Los auditores pusieron de manifiesto la existencia de una cuenta, la 30/30438/a del Banco Exterior de Espa?a -en el que prest¨® hasta hace poco sus servicios profesionales el citado directivo-, cuyo saldo y movimientos no est¨¢n reflejados en la contabilidad de la federaci¨®n.Un empleado de la federaci¨®n, con firma solidaria en dicha cuenta, manifest¨® que la misma no ten¨ªa que ver con la federaci¨®n, que era el banco quien dispon¨ªa de ella, pero los auditores sostienen que "recoge actividades propias de la operativa federativa". Tras promover m¨¢s entrevistas, los auditores consiguen que otro empleado les entregue un sobre con facturas y documentos relativos a esa cuenta. As¨ª reconstruyen parte de su actividad.

La cuenta se abre el 10 de febrero de 1982 y suma un total de ingresos de 53.091.583 pesetas hasta 1984. De ellos, s¨®lo 39.934.528 pesetas tienen registro contable en otras cuentas de la federaci¨®n. Por la diferencia, que asciende a 13.157.055 pesetas, se investiga sobre su utilizaci¨®n.

As¨ª, se descubre una partida de 7.427.699 pesetas en concepto de gratificaciones a jugadores y entrenadores de la selecci¨®n. Este dinero negro se entregaba a los jugadores sin ning¨²n tipo de retenci¨®n fiscal. Las percepciones son: Jos¨¦ Luis Cort¨¦s (segundo entrenador), 5 25.447 pesetas; Villacampa, 313.682; Margall, 525.447; Corbal¨¢n, 1.025.447; De la Cruz, 402.247; Mart¨ªn, 907.800; Soloz¨¢bal, 525.447; Epi, 525.447; Jim¨¦nez, 525.447; Llorente, 525.447; Romay, 1.025.447; Arcega, 407.800; Iturriaga, 525.447; D¨ªaz Miguel, 117.647 pesetas. La partida la completan 450.000 pesetas, calificadas por los auditores como "devoluciones de imputaci¨®n desconocida". Corbal¨¢n, Mart¨ªn y Romay cobraron m¨¢s por un anuncio de televisi¨®n.

Dos sueldos

Se descubre tambi¨¦n un gasto de 2.062.100 pesetas, empleado en medallas de oro, y otro de remuneraciones extraordinarias al personal de 352.000 pesetas, que corresponden a cuatro gratificaciones de 88.000 pesetas. Anteriormente, los auditores hab¨ªan descubierto que cuatro empleados de la federaci¨®n cobraban dos sueldos por el mismo horario. Se trata de Roberto Outeri?o, que percibi¨® 980.000 pesetas anu¨¢les fuera de su n¨®mina federativa; Arturo Imedio, 1.232.000; Iborra, 700.000, y Moreno, 700.000 pesetas. De estas cantidades, s¨®lo se declararon a efectos fiscales 1.290.000 pesetas.Tales ingresos, desde los a?os 1982 a 1984, proceden fundamentalmente del Banco Exterior de Espa?a (13,5 millones de pesetas en 1982, aunque se declaran contablemente s¨®lo 12; 15 en 1983, de los que se declaran 13, y 17 en 1984, de los que se declaran 13,4 millones). Adem¨¢s hay una aportaci¨®n de TVE de 1,5 millones de pesetas, contabilizada en su totalidad, y otra de la firma Molten (de balones de baloncesto) en 1983, por valor de 1.313.513 pesetas, no declarada. Los auditores sostienen que de la documentaci¨®n presentada finalmente "no supone evidencia suficiente sobre el destino de los fondos".

La auditor¨ªa revel¨® unas p¨¦rdidas en 1984 de 13.102.133 pesetas, pero la federaci¨®n sostuvo en marzo ante los asambleistas que el d¨¦ficit era de s¨®lo 3.723.135 pesetas.

Ernesto Segura de Luna, presidente de dicha Federaci¨®n en 1984, manifest¨® a EL PAIS: "No quiero que me hagan el favor de olvidar este tema, sino que estoy dispuesto a ofrecer explicaciones. De las cuentas confidenciales ten¨ªan conocimiento todos los directivos, incluso los actuales". Saporta, por su parte, no quiso profundizar en la cuesti¨®n. Se limit¨® a decir: "Puedo asegurar que no falta ni un duro".