Galicia es la regi¨®n m¨¢s perjudicada por el ingreso en la CEE

Galicia es la regi¨®n m¨¢s perjudicada por la entrada de Espa?a en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). El escaso nivel de desarrollo de esta regi¨®n, la fuerte dependencia de su econom¨ªa de un sector agropecuario escasamente productivo y las serias restricciones impuestas por el Mercado Com¨²n a dos de las principales producciones gallegas (leche y carne) van a suponer un serio impacto negativo, a corto plazo al menos, para este pa¨ªs. La integraci¨®n en la CEE puede ser m¨¢s beneficiosa para Galicia que para otras regiones a medio plazo; sin embargo, la dureza de las condiciones impuestas sirve de revulsivo para cambiar unas arcaicas estructuras agr¨ªcolas y para modernizar un tejido industrial d¨¦bil y obsoleto.

Galicia ha tenido la mala fortuna de que sus dos principales productos agrarios, la leche y la carne, coincidan con aquellos en los que la Comunidad Econ¨®mica Europea registra mayores excedentes. La enorme cantidad de recursos que viene destinando la CEE a financiar estos excedentes explica por s¨ª misma la intransigencia de Bruselas al fijar cuotas de producci¨®n de leche para Espa?a y exigir niveles de calidad.Las consecuencias reales de estas exigencias comunitarias resultan a¨²n m¨¢s graves en el caso de Galicia porque los niveles de rentabilidad por explotaci¨®n agropecuaria y por cabeza son muy inferiores a los que se est¨¢n dando en los pa¨ªses de la CEE (una vaca gallega produce unos 2.500 litros anuales, poco m¨¢s de la mitad del promedio de las vacas comunitarias) y adem¨¢s la calidad de la leche gallega en estos momentos es muy inferior a la europea. Galicia corre el riesgo de perder el mercado nacional, al que suministraba el 25% de la demanda anual de leche y el 12% de la de carne, si no se adapta r¨¢pidamente, aprovechando el per¨ªodo transitorio, a las tasas de productividad y calidad de la CEE.

La adaptaci¨®n es posible, pero muy dif¨ªcil. Se parte de unas estructuras de producci¨®n claramente no rentables. De las 136.000 explotaciones ganaderas que existen en Galicia, 91.000 cuentan con menos de cinco vacas y una extensi¨®n media de dos o tres hect¨¢reas. S¨®lo 37.000 explotaciones superan las 10 hect¨¢reas y las ocho vacas. La concentraci¨®n en un menor n¨²mero de explotaciones con dimensiones mayores, m¨¢s racionales, en cuanto a n¨²mero de cabezas y extensi¨®n es prioritaria para salvar a este sector.

En avicultura (Galicia produce el 10% de la carne) y huevos, la integraci¨®n no va a representar graves problemas; especialmente por la pujanza y modernidad del sistema de cooperativas de Orense. El porcino, por el contrario, s¨ª puede resultar perjudicado por el deficiente estado sanitario de la caba?a y los escasos niveles de rentabilidad.

Los efectos para Galicia de la entrada de Espa?a en la CEE son a¨²n m¨¢s graves si se tiene en cuenta que cerca del 40% de la poblaci¨®n activa est¨¢ empleada en agricultura, ganader¨ªa, pesca o construcci¨®n.

El acuerdo pesquero

El Gobierno central y algunos armadores gallegos se sienten muy satisfechos de los t¨¦rminos logrados para Espa?a en pesca en el tratado de adhesi¨®n. La Xunta de Galicia y algunos economistas gallegos se muestran mucho menos triunfalistas al respecto. Indican que para Galicia es muy grave el verse excluida de las aguas de Irlanda, que el tratado con Portugal es muy perjudicial para la flota gallega y que, en cuanto a las condiciones conseguidas por Espa?a para pescar en las aguas del resto de los pa¨ªses comunitarios, se ha partido de datos oficiales muy inferiores a las extracciones reales, con licencia o sin ella, que los barcos espa?oles han venido realizando en las mismas en los a?os de referencia.

La integraci¨®n, por otra parte, exige una r¨¢pida adaptaci¨®n de las actuales estructuras de comercializaci¨®n y precios del pescado, que, a juicio de los expertos, son muy poco transparentes para el mercado y gravemente lesivas para los productores.

Es necesario, asimismo, proceder a r¨¢pidas transformaciones en algunos productos del subsector marisquero, especialmente en el berberecho, para evitar que la integraci¨®n en la CEE eche por tierra esta actividad.

Hay tambi¨¦n problemas de car¨¢cter t¨¦cnico-econ¨®mico, como la obsolescencia de los equipos y barcos gallegos dedicados a la pesca de bajura. Esta deficiencia se acrecienta al competir con barcos de metal y poli¨¦ster, como los que se usan en la CEE, que son naves polivalentes que pueden emplear diversos sistemas de pesca y son menos vulnerables a las modificaciones legislativas. La flota pesquera con base en Galicia, que aporta el 40% del valor de la producci¨®n desembarcada por barcos nacionales, emplea en la actualidad a unos 33.000 trabajadores.

Repercusiones industriales

Las repercusiones de la adhesi¨®n a la CEE sobre el d¨¦bil y dependiente sector industrial gallego son muy desiguales.

Hay actividades que van a salir beneficiadas o al menos tienen posibilidades de defenderse bien dentro del Mercado Com¨²n: derivados del petr¨®leo, confecci¨®n, pizarras, barcos, hierros y autom¨®viles. Pero tambi¨¦n hay sectores que van a resultar perjudicados. tabacos, harinas de pescado, cerveza y pieles sin curtir.

De todos modos, seg¨²n distintos expertos consultados, el problema de la industria gallega no es la entrada en la CEE, sino su escasa implantaci¨®n, el escaso valor a?adido que genera (primeras manipulaciones) y la pertenencia de muchas de ellas a los sectores tradicionales y en crisis.

Cap¨ªtulo aparte merece la industria conservera, que aunque en algunos aspectos puede resultar perjudicada, en otros, como el coste de las materias primas (latas y aceites), va a salir beneficiada a medio plazo. En la actualidad existen 100 f¨¢bricas de conservas en Galicia (el 44% de las existentes en Espa?a), con una producci¨®n actual de unas 90.000 toneladas anuales. Esta cifra es aproximadamente la mitad de la capacidad global de producci¨®n de estas empresas. Los efectos finales de la integraci¨®n, sobre este subsector depender¨¢n de la capacidad de modernizaci¨®n en los procesos de elaboraci¨®n y en los productos. Mejores perspectivas presenta la industria de los congelados (Galicia aporta el 90% de la producci¨®n espa?ola) y precocinados.

Beneficios sociales

Las repercusiones de la pol¨ªtica social comunitaria pueden ser muy beneficiosas para Galicia desde dos perspectivas: el establecimiento del principio de libre circulaci¨®n de los trabajadores y su repercusi¨®n sobre los movimiento migratorios (en Galicia sobra hoy medio mill¨®n de agricultores), y la posibilidad de cuantiosas ayudas econ¨®micas del Fondo Social Europeo para programas concretos de fomento, del empleo.

El paro, seg¨²n los expertos, aumentar¨¢ en Galicia a corto plazo como consecuencia de la integraci¨®n, pero a medio plazo la entrada en la CEE puede suponer una salida no coyuntural de la actual crisis econ¨®mica de esta regi¨®n.

Galicia va a beneficiarse tambi¨¦n de los programas de desarrollo regional, los denominados FEDER, de la Comunidad Econ¨®mica Europea. Dentro de los programas ya presentados por el Gobierno espa?ol en Bruselas, que est¨¢n pendientes de aprobaci¨®n, figura una ayuda global para Galicia de 16.316 millones de pesetas (6.015 millones en 1986, 2.790 en 1987 y 2.790 millones con efecto retroactivo y cargo al presente ejercicio de 1985).

El impuesto sobre el valor a?adido (IVA), seg¨²n estimaciones del vicerrector de la universidad de Santiago de Compostela y catedr¨¢tico de Hacienda, ?lvarez Corbacho, va a suponer para la agricultura, ganader¨ªa y selvicultura gallegas pagar unos 13.000 millones de pesetas adicionales en 1986 por repercusi¨®n del impuesto en las materias primas y suministros que utilizan.