Rosa Zurita
Una mujer mapuche denuncia la doble represi¨®n de su pueblo bajo Pinochet
Rosa Zurita es chilena, es india y es mapuche -lo que significa mujer de la tierra-. Acaba de participar en Alicante en un congreso sobre culturas precolombinas. Cuenta que recorre la tierra para dar a conocer a un pueblo que sufre una doble represi¨®n: por ser chileno y por ser indio. Rosa es peque?a, risue?a y de repente muy callada como si se sumergiera en la impenetrabilidad de la tierra. Habla con dulzura, muy convencida de lo que debe decir.
Dice que para un occidental es dif¨ªcil comprender la filosof¨ªa del indio. "Para el mapuche, la tierra es comunitaria; s¨®lo trabaja lo que necesita para su familia, porque el trabajo, para ¨¦l, es alegr¨ªa y amor a la tierra". Pero este pueblo tiene una larga historia -300 a?os- de resistencia. No fue f¨¢cil arrinconarlo hasta el limitado espacio que ocupa hoy en la zona de Arauco. En 1540 su territorio alcanzaba 31 millones de hect¨¢reas; hoy s¨®lo disponen de 350.000.Rosa lleg¨® ayudada por Amnist¨ªa Internacional, huyendo de la muerte, hace cuatro a?os. Ella era conocida fuera de Chile. Eso la salv¨®. Es por esto que cree firmemente en las campa?as internacionales de apoyo y reclama una recogida de firmas para que cese la persecuci¨®n sobre su pueblo y en especial sobre el secretario general de la Asociaci¨®n para la Defensa del Mapuche (Ad-Mapu), Rosamel Millaman Reinao. "Hace poco, la sede de Ad-Mapu en Temuco ha sido atacada con armas de grueso calibre por la Acci¨®n Chilena Anticomunista (ACHA)".
Rosa tiene 38 a?os. Es el primer mapuche que nos devuelve la visita despu¨¦s de tantos a?os. Viene como miembro de Ad-Mapu -que en mapudungo'significa el mejor reflejo de la tierra- a las Primeras Jornadas sobre Indigen¨ªsmo y Culturas Precolombinas, en Alicante. "Esto es un gran paso, porque por primera vez se ha podido escuchar la voz de los indios precisamente aqu¨ª, en Espa?a". Cuenta Rosa que el 2 de septiembre los mapuches hacen su protesta, y ese d¨ªa el Guillatum, (ceremonia ritual para orar o prepararse para un hecho importante) adquiere un significado especial en su simbolog¨ªa: "Que termine este largo invierno y aparezca el sol. En nuestro lenguaje n os unimos a todo e pueblo chileno para que vuelva la justicia y la paz a Chile".
Pablo Neruda, Violeta Parra V¨ªctor Jara, figuran entre los chilenos que aman y admiran a los mapuches, pero no siempre es as¨ª. "En 1979 se cre¨® la Ley 2.568, que atenta contra nuestro pueblo. Pretende privatizar la tierra, lo que supone la desapari ci¨®n del mapuche. Es un etnocidio". Los campesinos no mapuches, los estudiante s, los trabajadores, s¨ª se sit¨²an a su lado. "La opresi¨®n hermana".
Cuando piensa en su pueblo, su voz se hace m¨¢s suave. "Nuestra lengua es el mapudungo, que significa lenguaje de la tierra. Pero siempre, excepto con Afiende, ha estado prohibida. Necesitamos una escuela biling¨¹e, que se con serven las tierras comunitarias, la devoluci¨®n de las tierras usurpadas, una autonom¨ªa cultural, social y pol¨ªtica, conservar nuestras tradiciones... y nuestras vidas. Hace muy poco apareci¨® el cad¨¢ver de un mapuche, y una nota al lado, firmada por ACHA, en la que se nos amenazaba a todos de muerte".
Recientemente, los movimientos obreros chilenos han planteado la devoluci¨®n de las tierras usurpadas a los mapuches. Pero dice Rosa que queda mucho para que sus derechos sean respetados. "No ser¨¢ hasta que en Chile haya una democracia de verdad. Por eso la lucha del pueblo no mapuche tambi¨¦n es la nuestra". Da una sensaci¨®n como de vitalidad y calma a la vez. Y como quien no quiere la cosa, dice: "Espa?a ha sido uno de los ¨²ltimos pa¨ªses en interesarse por la causa india. Ahora nos pueden conocer a trav¨¦s de IEPALA, que est¨¢ haciendo una labor muy importante". No quiere fotos. "Pero te doy el mapa de nuestra tierra. ?se es un buen retrato".
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