25? aniversario de la OPEP
La OPEP cumple 25 a?os. Pero no se trata de un aniversario, sino de una constataci¨®n: la OPEP va mal. Hasta tal punto que se habla de una posible desaparici¨®n, lo que parece exagerado. Se ha hablado tambi¨¦n de crisis de conciencia, lo que est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo a la realidad. Un ejemplo: tomemos las reuniones de la organizaci¨®n, esas conferencias de un lujo extraordinario que disgustaban a los defensores de una cierta filosof¨ªa del desarrollo, pero cuyo aspecto teatral era aceptado como reflejo del prestigio adquirido por la OPEP. ( ... ) Actualmente, la OPEP se re¨²ne para mostrar sus desacuerdos o adoptar resoluciones que no ilusionan a nadie o para fijar la fecha de su pr¨®xima reuni¨®n. ?Ser¨¢ la exhibici¨®n rid¨ªcula de un actor envejecido?El retrato es tal vez un poco exagerado, pero debemos aceptar que la OPEP simbolizaba ayer otra cosa. Los males de la organizaci¨®n se remontan a algunos a?os. Se expresan en las dificultades financieras crecientes de los pa¨ªses miembros. que han llevado a algunos de ellos al borde de la bancarrota. Se han dado cuenta s¨²bitamente de que las econom¨ªas eran fr¨¢giles y que el petr¨®leo no hab¨ªa contribuido apenas a darles bases s¨®lidas para su desarrollo. ( ... )
Las dificultades financieras se traducen en la p¨¦rdida de influencia de la organizaci¨®n en el mercado petrolero, que ha visto disminuir su producci¨®n en proporciones importantes, y cuyo papel principal de defensa de los precios del petr¨®leo parece cada vez m¨¢s dif¨ªcil de sostener. Pero hay un indicador preciso, el nivel de los precios, sobre el que se ha centrado la atenci¨®n, cubre s¨®lo un aspecto de la situaci¨®n global, de la que los pa¨ªses miembros no dan siempre la impresi¨®n de haberse dado cuenta de su extensi¨®n. ( ... ) Puede uno preguntarse si la organizaci¨®n tiene alg¨²n papel que jugar.
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