Cela denuncia los eufemismos que acechan al espa?ol

El escritor y acad¨¦mico Camilo Jos¨¦ Cela trat¨® sobre los eufemismos y los neologismos que acechan al espa?ol en una conferencia pronunciada el martes en el Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana (ICI), titulada Las fronteras convencionales del lenguaje entre espa?oles e hispanoamericanos. Cela advirti¨® de la necesidad de que escritores, acad¨¦micos y gram¨¢ticos discutan con valor en la "linde movediza de voces admitidas y no admitidas".

El acad¨¦mico se?al¨® el "grave riesgo para la lozan¨ªa de nuestra lengua" que supone el lenguaje afinado y distinguido, y cit¨® este lenguaje como una de las cosas que han de evitarse para que los herederos del idioma no reciban una "jerigonza aproximativa".Refiri¨¦ndose a los neologismos, Cela critic¨® al pueblo, que a veces trata de implantar voces no adivinadas intuitivamente sino importadas a contrapelo del buen sentido"; a los escritores, que "autorizan formas de decir divorciadas del esp¨ªritu del lenguaje", y a las academias, cuya tendencia conservadora "les lleva a no admitir voces castizas y s¨ª otras que no deber¨ªan aceptar pero que aceptan con el fin de que no les sea achacado su conservadurismo".

El escritor se pregunt¨® sobre el destino que debe darse a las palabras condenadas, y se lament¨® porque "se han dejado de utilizar expresiones de gran tradici¨®n para dejar paso a eufemismos que a veces pueden superar la barrera social que los cre¨®, busc¨¢ndose otros eufemismos siempre disfrazadores". El lenguaje "afinado y distinguido" veta, no la idea, sino la palabra; no busca la limpieza en lo que dice, sino en c¨®mo lo dice, y supone un grave riesgo para la lengua. A veces la huida es muy gratuita, y Cela cit¨® el caso de un sacerdote que quer¨ªa variar la escritura de las palabras tabern¨¢culo, imnaculada y b¨¢culo, con el fin de evitar referencias malsonantes en los t¨¦rminos sacros. El acad¨¦mico hizo un recorrido por las expresiones que se utilizan en Hispanoam¨¦rica para denominar los ¨®rganos sexuales masculinos y femeninos, y al final respondi¨® a las preguntas de los asistentes. Una de ellas hac¨ªa referencia a la supuesta falta de precisi¨®n del diccionario para definir a una prostituta, y Cela achac¨® esta carencia "a la escasa experiencia prostibularia" de sus "ilustres compa?eros de academia".