Guerra y Attard

En este pa¨ªs cuando se dicen las verdades claras y sin subterfugios a todo el mundo le duele, y ya est¨¢ bien de que las declaraciones o intervenciones de Alfonso Guerra levanten los ecos que suele destilar cierta prensa, present¨¢ndolas siempre como de fuera de tono.Guerra se limita a defenderse y defender a su partido y a la democracia diciendo crudamente la verdad, algo que por supuesto no gusta ni a los Fraga, ni a los Fern¨¢ndez Albor ni a los Emilio Romero que todav¨ªa creen estar en sus dorados tiempos del franquismo, cuando cre¨ªan estar en posesi¨®n de la verdad mientras la de los dem¨¢s estaba amordazada.

Podr¨ªa poner numerosos casos en los que Guerra se ha defendido diciendo la verdad, pero me limitar¨¦ a uno de los ¨²ltimos. Attard, que ha defendido de su cargo en el Consejo de Estado, y luego en un ataque verbal lo ha descalificado. Todo lo que ha hecho Guerra ha sido puntualizar que "el se?or Attard, de 29 sesiones celebradas ha asistido a 5, interviniendo en una s¨®lo y para defender intereses particulares contrarios a los del Estado". Si esto es as¨ª, Guerra merece un aplauso y el reconocin¨²ento de todos los ciudadanos por decir la verdad, porque con ella hemos sabido todos a qu¨¦ atenernos respecto a Attard. - Enrique R¨ªos Pozo