Londres se resiste a un compromiso sobre la soberan¨ªa de Gibraltar

La primera ronda de negociaciones entre Espa?a y el Reino Unido sobre Gibraltar puede resultar decepcionante si lo que pretende el Gobierno de Madrid es un compromiso claro del Gobierno brit¨¢nico en torno a la soberan¨ªa. Fuentes brit¨¢nicas consultadas por EL PAIS han manifestado que Londres aspira a un acuerdo con Espa?a destinado a la creaci¨®n de un clima de confianza entre los dos Gobiernos tras la pr¨®xima visita a Madrid del secretario del Foreign. Office, sir Geoffrey Howe, m¨¢s que a una discusi¨®n espec¨ªfica de la soberan¨ªa sobre el Pe?¨®n.Howe llegar¨¢ a la capital espa?ola el pr¨®ximo jueves por la tarde, para una visita de dos d¨ªas escasos durante la cual se entrevistar¨¢ con el rey Juan Carlos; el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez; el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, y el jefe de la oposici¨®n conservadora, Manuel Fraga.

La delegaci¨®n brit¨¢nica llega a Madrid en un momento dif¨ªcil para la pol¨ªtica interior de los dos Gobiernos. Los socialistas espa?oles necesitan una baza para la opini¨®n p¨²blica espa?ola tras la presi¨®n que est¨¢ padeciendo respecto a la Alianza Atl¨¢ntica. Por su parte, los brit¨¢nicos necesitan aferrarse al argumento de la defensa de los intereses de los gibraltare?os tras las votaciones de las Naciones Unidas sobre las Malvinas y el acuerdo anglo-irland¨¦s sobre el Ulster.

Unas concesiones sobre Gibraltar colocar¨ªan a los conservadores en una situaci¨®n dif¨ªcil ante sus propios grupos de presi¨®n en el Parlamento y ante la opini¨®n p¨²blica.

Tres 'cestas'

Por este motivo, los brit¨¢nicos son m¨¢s partidarios de referirse a la posibilidad de alcanzar acuerdos concretos sobre lo que denominan las tres cestas de negociaci¨®n que a la soberan¨ªa. Las tres cestas incluyen, primero, una revisi¨®n sobre la situaci¨®n en el Pe?¨®n desde la apertura de la verja; segundo, unas negociaciones sobre temas concretos de aviaci¨®n civil, turismo, restablecimiento de las conexiones mar¨ªtimas entre Gibraltar y la bah¨ªa, etc¨¦tera, y tercero, el conflictivo problema de la soberan¨ªa.Las fuentes brit¨¢nicas consultadas por EL PAIS han manifestado que ser¨ªa "un error" poner toda la carne en el asador sobre la soberan¨ªa, ya que el Gobierno de Londres,"est¨¢ atado de pies y manos" por el compromiso adquirido con la poblaci¨®n de Gibraltar de respetar sus deseos, y estos deseos actualmente excluyen el aceptar una incorporaci¨®n a Espa?a.

Las fuentes brit¨¢nicas admiten que Gibraltar constituye "un anacronismo", pero un anacronismo que existe. El deseo de Londres es alcanzar un acuerdo con Madrid que est¨¦ basado en la creaci¨®n de "medidas de confianza" entre los dos pa¨ªses que contribuyan en un futuro a eliminar la desconfianza que tiene la poblaci¨®n gibraltare?a hacia Espa?a despu¨¦s de 16 a?os de cierre de frontera. A este respecto, las fuentes brit¨¢nicas creen que es posible avanzar en cuanto a la utilizaci¨®n civil del aeropuerto de Gibraltar por Iberia, en el establecimiento de una l¨ªnea de ferries entre el Pe?¨®n y Algeciras y en la cooperaci¨®n tur¨ªstica.

El equipo negociador brit¨¢nico va a Madrid con la esperanza de resolver, o por lo menos avanzar, en lo referente a los vuelos militares al Pe?¨®n, pr¨¢cticamente imposibles en los momentos actuales si no se revisan las normas espa?olas sobre violaci¨®n del espacio a¨¦reo.

Las pensiones a los trabajadores espa?oles en los astilleros gibraltare?os, congeladas a niveles de 1969, cuando se cerr¨® la frontera, constituyen otro tema que ser¨¢ abordado por las dos delegaciones.

Los brit¨¢nicos consideran que la cuesti¨®n es dif¨ªcil, pero no ineludible. S¨®lo se trata de ver si la Administraci¨®n gibraltare?a o la brit¨¢nica corre con los gastos de la adecuaci¨®n de esas pensiones a los niveles actuales.