Rong Yiren,

de 69 a?os, hombre de negocios chino, lleva un tipo de vida poco frecuente en su pa¨ªs: posee un Mercedes, un Cadillac y un Nissan y en sus mansiones de Pek¨ªn y Shangai cuenta con ocho sirvientes. En 1979 Deng Xiaoping lo recuper¨® para la revoluci¨®n proletaria encarg¨¢ndole de atraer al pa¨ªs las inversiones extranjeras. Desde entonces dirige la empresa estatal China International Trust and Investment Corporation, que canaliza la tecnolog¨ªa y los capitales extranjeros en la industria china. Rong afirma que es "un empresario, no un capitalista" y que trabaja para el Estado, no para ¨¦l mismo, Procede de una familia considerada entre las m¨¢s ricas del pa¨ªs antes de que los comun¨ªstas se hicieran con el poder en 1949. En esas fechas ¨¦l era banquero en Shangai, pero, a diferencia de la mayor¨ªa de sus colegas, permaneci¨® en el pa¨ªs y desempe?¨® puestos comerciales y administrativos destacados. Apartado de la vida p¨²blica durante la Revoluci¨®n Cultural, se dedic¨® al estudio y a plantar flores.