Taba, un para¨ªso en disputa entre Egipto e Israel
600 metros de playa se han convertido en un problema de inusitadas dimensiones
Las conversaciones sobre Taba, una playa paradisiaca de 600 metros a orillas del mar Rojo que se disputan Egipto e Israel, est¨¢n en punto muerto y El Cairo ha advertido que no est¨¢ dispuesto a reanudar el di¨¢logo sobre este contencioso heredado de los acuerdos de Camp David hasta que Tel Aviv acepte un arbitraje sobre el problema. Por otro lado, el propio Gobierno israel¨ª est¨¢ dividido ante el problema, lo que complica a¨²n m¨¢s la b¨²squeda de su soluci¨®n.
El contencioso fronterizo entre Israel y Egipto por la soberan¨ªa sobre Taba parec¨ªa arreglado tras las ¨²ltimas conversaciones israelo-egipcias celebradas el pasado mes de diciembre. No se contaba, sin embargo, con la oposici¨®n del viceprimer ministro Isaac Shamir, l¨ªder de la coalici¨®n derechista Likud. Shamir formula entonces nuevas objeciones y exige que las discusiones vuelvan a su punto de partida. El ministro sin cartera Ezer Weizman se pone furioso: acusa al primer ministro, Sim¨®n Peres, de "debilidad" frente a la intransigencia de Shamir y se opone a cualquier nueva "misi¨®n de exploraci¨®n". Mientras tanto, sube el tono. Los peri¨®dicos de Egipto e Israel intercambian recriminaciones y reproches, y en Jerusal¨¦n, en El Cairo y en Washington se intenta, una vez m¨¢s, evitar la crisis.El asunto de la soberan¨ªa sobre Taba, reclamada por Israel y por Egipto, no qued¨® resuelto por los acuerdos de Camp David, en 1978, ni tampoco por los Gobiernos del Likud -primero de Men¨¢jem Beguin y luego de Isaac Shamir- y contin¨²a envenenando al Gobierno de Sim¨®n Peres. Pero, ?qu¨¦ es esa pol¨¦mica Taba? Una playa de 600 metros, prolongaci¨®n de la de Eilat, ba?ada por las aguas del mar Rojo; un sol permanente; 1.400 especies de peces; una isla de coral... El para¨ªso sobre la tierra.
Una l¨ªnea en los acuerdos de Camp David estipula que el diferendo sobre la posesi¨®n de Taba debe solucionarse mediante la negociaci¨®n, la conciliaci¨®n o el arbitraje. La negociaci¨®n entre las partes ha fracasado. Egipto exige el arbitraje. Israel pide primero la conciliaci¨®n.
"Todo eso es culpa de los periodistas", declara a EL PA?S Isa Hasan, c¨®nsul egipcio en Eilat. "Por culpa suya, el min¨²sculo asunto de Taba se ha convertido, aqu¨ª en Egipto, en un problema de dimensiones nacionales". Seg¨²n Isa Hasan, "la hinchaz¨®n desproporcionada de un diferendo menor ha reducido considerablemente las posibilidades de maniobra de los dos Gobiernos, egipcio e israel¨ª". Adem¨¢s, los israel¨ªes no comprenden, no respetan las sensibilidades egipcias. A menudo, los viernes, cuando los soldados de la guarnici¨®n fronteriza egipcia -a unas pocas decenas de metros de Taba- se arrodillan, vueltos hacia la Meca, para rezar, muchachas en top less se lanzan al agua desde un yate israel¨ª ante los ojos escandalizados de los musulmanes. "Es una provocaci¨®n", dice.
El arbitraje, la soluci¨®n
La mejor soluci¨®n para este embrollo es el arbitraje. ?ste librar¨ªa a ambos Gobiernos de "la penosa obligaci¨®n de un compromiso negociado, que inevitablemente supone concesiones a la parte contraria", concluye el c¨®nsul egipcio. Dicho de otra forma, gracias al arbitraje, cualquiera que sea la soluci¨®n, todas las partes salvar¨ªan la cara. Salvar la cara es muy importante en todas las canciller¨ªas del mundo, pero esencial, vital, en Oriente Pr¨®ximo.?Se trata solamente de un asunto de prestigio nacional? "Para Egipto, tal vez. No para los habitantes de Eilat", afirma Rafi Hochman, de 36 a?os, el en¨¦rgico alcalde de esa localidad de 20.000 habitantes. "Renunciar a Taba es renunciar al 20% de nuestras playas m¨¢s hermosas. Antes de devolver el Sina¨ª, ten¨ªamos 150 kil¨®metros de playas en el mar Rojo. Ahora, apenas tres kil¨®metros, incluidos los 6% metros de Taba. Egipto posee 300 kil¨®metros de magn¨ªficas playas sin habilitar. ?A qu¨¦ responde ese deseo obsesivo por no m¨¢s de 60 hect¨¢reas de tierra?".
El alcalde de Eilat revela adem¨¢s que ha sometido al encargado de asuntos de Egipto en Tel Aviv tres soluciones diferentes que, aceptando la soberan¨ªa egipcia sobre Taba, no privar¨ªan a Eilat y a sus habitantes del usufructo "de este peque?o trozo de tierra". El diplom¨¢tico egipcio ha respondido: "No ha lugar, la tierra de Egipto no es objeto de comercio".
Rafi Hochman, aunque laborista, est¨¢ decepcionado por lo que llama la "blandura" de Peres y Weizman frente a la intransigencia egipcia. "Israel", dice, "tambi¨¦n puede reivindicar Taba". Egipto invoca un mapa militar brit¨¢nico de 1918 para reclamar la soberan¨ªa sobre el citado enclave. Otro mapa brit¨¢nico, muy detallado y fechado en 1906, muestra que Taba se encuentra fuera de Egipto.
Mouki Meltzer, un sexagenario nervioso e intr¨¦pido dedicado al turismo y que es miembro del Consejo Municipal de Eilat, es favorable al arbitraje, "para terminar con esta rid¨ªcula disputa que enturbia las relaciones egipcio-israel¨ªes, incluso si eso nos cuesta Taba". Asegura que est¨¢, literalmente, "transformado por la paz con Egipto" y por sus contactos regulares con los egipcios. Despu¨¦s de 1981, viaja cada dos meses a Egipto por negocios y est¨¢ convencido de que Eliat, su turismo y sus negocios, tienen porvenir "solamente s¨ª la paz con Egipto se profundiza".
Gracias al recientemente construido puerto de Nueibeh, (sobre el mar Rojo, al este de Eilat), que une Egipto con Jordania a trav¨¦s del puerto de Acaba, el garb el hadj, la ruta a la Meca, est¨¢ al fin abierta a los egipcios. Una raz¨®n importante de la hostilidad ¨¢rabe y musulmana contra el Estado israel¨ª ha desaparecido.
"Si se miran las perspectivas de desarrollo, pelearse por Taba es rid¨ªculo, infantil. Cuando entregamos todos los territorios de Sina¨ª, nos arrancamos todos los dientes, salvo uno, Taba. ?Y todo esto para continuar teniendo dolor de muelas?", concluye Meltzer.
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