Me permito expresar

mi sorpresa ante el esc¨¢ndalo provocado en ciertos ambientes por la supresi¨®n de La clave, que encuentro enteramente l¨®gica por las siguientes razones:1. Es coherente con el proyecto de modernizaci¨®n del pa¨ªs del partido mayoritario. Su descubrimiento y asunci¨®n de la l¨®gica del mercado implica ciertas consecuencias. En primer lugar, la reconversi¨®n del ciudadano en consumidor, lo que determina que s¨®lo debe producirse lo que elija el mercado.

En segundo lugar, el medio de comunicar con el consumidor es la publicidad y no el debate pol¨ªtico. Todo el mundo sabe que un rostro encantador con un eslogan con gancho da m¨¢s votos que cualquier sesudo debate. ?Por qu¨¦ entonces mantener un modo de comunicaci¨®n tan arcaico e in¨²til como el debate?

2. Mantener un programa que, seg¨²n estudios de mercado, est¨¢ dirigido a un sector minoritario de consumidores y, sobre todo, de escasa rentabilidad pol¨ªtica,- ser¨ªa sintom¨¢tico de una pol¨ªtica cultural aristocr¨¢tica que entrar¨ªa en contradicci¨®n con los ideales socialistas.

3. La existencia de La clave puede resultar desestabilizadora para la democracia, por cuanto su auditorio tiende mal¨¦volamente a comparar la frescura y libertad de sus debates con los del Parlamento, donde sus se?or¨ªas se encuentran constre?idos en sus intervenciones por los pactos entre mayor¨ªas que los superiores intereses de la naci¨®n aconsejan.

Estos debates pueden producir disfunciones en la racionalidad de las decisiones pol¨ªticas, pues crean desasosiego en la mente de los consumidores que pueden optar err¨®neamente por alternativas diferentes a las cient¨ªficamente elaboradas por los especialistas. Por ejemplo, en el tema de la Alianza Atl¨¢ntica, antiguamente llamada OTAN.Antonio S¨¢nchez Nieto.