Pugna por capitalizar el V centenario
Se ha entablado una lucha feroz por controlar y capitalizar la conmemoraci¨®n del V Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica, se?ala el autor de este trabajo. Tres pa¨ªses se disputan la batalla, Espa?a, Italia y Estados Unidos, mientras Francia, agazapada, tambi¨¦n espera su ocasi¨®n. De todos ellos, Espa?a es el pa¨ªs con menos imagen en el mundo, y no debe dejar escapar esta ocasi¨®n de oro para conseguirlo.
Aparentemente es s¨®lo una efem¨¦ride, pero detr¨¢s, en la trastienda, se ha desatado una feroz lucha por controlar y capitalizar la conmemoraci¨®n del V Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica, el acontecimiento hist¨®rico que mayor huella ha dejado sobre la cultura occidental despu¨¦s del nacimiento de Jesucristo.Espa?a, Estados Unidos e Italia compiten abiertamente por capitalizar los enormes beneficios de prestigio e imagen que se derivan del descubrimiento. Otros pa¨ªses, entre ellos Francia, esperan desde la sombra un fallo en la planificaci¨®n o el abandono de alguno de los contendientes para tomar el relevo..
Ciertos analistas, incluso, interpretan la renuncia de Par¨ªs a organizar una exposici¨®n universal en 1989, conmemorativa del segundo centenario de la Revoluci¨®n Francesa, como el ¨²ltimo cartucho sacrificado por Francia para no perder la batalla del 92, en la que pretende concentrar su esfuerzo.
La aspiraci¨®n de obtener para Par¨ªs la sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 es parte de ese intento de sumarse al viento del 92.
La oportunidad es ¨²nica. Habr¨ªa que esperar otro medio milenio para conseguir otra igual.
Italia pretende obtener de la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), el organismo con sede en Par¨ªs que regula las exposiciones y ferias, autorizaci¨®n para organizar una muestra internacional en G¨¦nova en 1992, centrada sobre la figura de Col¨®n y bajo el lema Los grandes descubrimientos, 1450-1525.
La ambici¨®n de G¨¦nova
Esa exposici¨®n, que interfiere por sus coincidencias en el tema y en el tiempo con la Expo 92 de Sevilla, est¨¢ siendo lanzada con cautela, como un proyecto limitado, pero la Expo G¨¦nova 92 encierra una fuerte dosis de ambici¨®n y el deseo oculto de que la gran conmemoraci¨®n mundial del 12 de octubre de 1992 tenga por sede G¨¦nova y no Sevilla.
Estados Unidos no se decide a arrojar la toalla de la exposici¨®n de Chicago, a pesar de que el proyecto tiene enormes dificultades financieras. De cualquier manera, los representantes diplom¨¢ticos de Estados Unidos en Espa?a y Francia han hecho saber al comisario general de Espa?a para la Expo 92, Manuel Olivencia, que Washington tiene inter¨¦s especial en que Miami y otras ciudades hisp¨¢nicas del pa¨ªs organicen importantes actos conmemorativos del V Centenario del Descubrimiento.
Afirman los expertos que la cosecha de prestigio e imagen que podr¨ªa recogerse en 1992, tras una buena planificaci¨®n y una acertada gesti¨®n de los actos conmemorativos del V Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica, puede valorarse en cientos y hasta miles de millones de d¨®lares.
El prestigio y la imagen, en un mundo cada vez m¨¢s competitivo y orientado hacia el dominio del comercio, son ya objetivos de inter¨¦s vital para los pa¨ªses, en especial para los m¨¢s fuertes.
Las t¨¦cnicas de comunicaci¨®n permiten ya operaciones globales de lanzamiento de pa¨ªses y grandes ideas. Antes, con un menor desarrollo tecnol¨®gico y en un mundo menos comunicado, la ambici¨®n s¨®lo alcanzaba a lanzar productos concretos en ¨¢reas limitadas.
Para 1992 esas t¨¦cnicas modernas de comunicaci¨®n estar¨¢n todav¨ªa m¨¢s perfeccionadas y ser¨¢ m¨¢s factible lograr con ¨¦xito el lanzamiento mundial de una idea atractiva o poner de moda a un pa¨ªs concreto.
Para una naci¨®n como Estados Unidos, una operaci¨®n de lanzamiento mundial es siempre atractiva, pero la necesidad es menor porque, de alg¨²n modo, ese lanzamiento del made in USA se viene haciendo desde hace decenios, gracias al agudo sentido de la promoci¨®n que siempre tuvo la sociedad norteamericana.
Sin embargo, para Espa?a, Italia o Francia la necesidad es mucho mayor, y el a?o 1992 se perfila cada vez m¨¢s como una oportunidad ¨²nica para un gran lanzamiento promocional.
De todos los pa¨ªses que compiten en la batalla del 92, Espa?a es el m¨¢s necesitado de imagen. Los sondeos revelan que, a pesar de la visita anual de millones de turistas, Espa?a es un pa¨ªs escasamente conocido en el mundo.
Las facetas m¨¢s populares de Espa?a son su folclor, su clima, sus playas y el hecho de que fue una potencia en el pasado, pero permanecen inc¨®gnitos aspectos de tanto inter¨¦s como su arte, su cultura, su patrimonio hist¨®rico, su papel destacado en la ciencia y, lo m¨¢s grave, el car¨¢cter moderno de la Espa?a actual y su competitividad como pa¨ªs industrial y exportador.
Una oportunidad de oro
Los expertos en imagen y comunicaci¨®n saben que no es dif¨ªcil lanzar un buen mensaje a nivel mundial, Lo realmente complicado es lanzarlo en el momento oportuno, con garant¨ªas suficientes de que la inversi¨®n va a ser rentable por su eco y alcance.
Las olimpiadas, las exposiciones universales, los grandes congresos e incluso las grandes cat¨¢strofes comienzan a ser analizados como marcos ¨®ptimos para el lanzamiento de campa?as de imagen, capaces de reorientar la opini¨®n de grandes sectores de la sociedad mundial.
El a?o 1992 representa para Espa?a una oportunidad de oro, irrepetible en muchos a?os, para lanzar a nivel mundial un mensaje con ¨®ptimas garant¨ªas de eco y receptividad.
Convertir el 1992 en el a?o de Espa?a puede ser costoso, pero no dif¨ªcil. Muchas de las premisas ya est¨¢n dadas: la celebraci¨®n de la efem¨¦rides del descubrimiento, tal vez el hecho que m¨¢s huella dej¨® en la cultura de Occidente despu¨¦s del nacimiento de Jesucristo; la celebraci¨®n en Sevilla de una exposici¨®n universal del m¨¢ximo rango; la plena incorporaci¨®n, ese a?o, a la Comunidad Europea, y, probablemente, la celebraci¨®n en Barcelona de los Juegos Ol¨ªmpicos.
Ward Wallace, experto norteamericano en relaciones p¨²blicas y promoci¨®n, vinculado a las grandes ferias internacionales de Seattle 1962 y Nueva York 1964, opina que para Espa?a "la oportunidad es ¨²nica" y agrega que "nunca antes, se dieron tantas condiciones favorables juntas para el lanzamiento mundial de la imagen de un pa¨ªs".
Los altos ejecutivos de Wed Enterprises, del grupo Walt Disney Productions, tambi¨¦n creen que Espa?a deber¨ªa aprovechar la gran ocasi¨®n de 1992 para lanzar con fuerza su imagen a nivel mundial.
Cuando su presidente, Carl G. Bongirno, visit¨® en julio de 1985 Sevilla y se entrevist¨® con el comisario de la Expo 92, Manuel Olivencia, le comunic¨® que "para Espa?a, 1992 y la Exposici¨®n Universal representan un man¨¢ publicitario casi llovido. del cielo".
Los organizadores de la exposici¨®n de Chicago, antes de que el proyecto entrara en declive, hab¨ªan ideado una feria orientada hacia la promoci¨®n mundial de Chicago y Estados Unidos, dentro de la cual, conectando con la tradici¨®n de las exposiciones universales del pasado, se presentar¨ªan ante el mundo prodigios que demostraran la potencia cient¨ªfica y tecnol¨®gica de Estados Unidos de Am¨¦rica.
Entre los muchos proyectos ideados por Chicago destacaba la maqueta a escala de la primera ciudad construida por el hombre en el espacio, cuya puesta en ¨®rbita por la NASA est¨¢ prevista precisamente para el a?o 1992.
?Sabr¨¢ Espa?a aprovechar la gran oportunidad de 1992 para potenciar su imagen en el mundo?
?sa es la gran pregunta y, al mismo tiempo, el gran drama de los organizadores de la Expo 92 de Sevilla, donde las ideas m¨¢s ambiciosas e imaginativas se estrellan inevitablemente contra la falta de ambici¨®n de un Gobierno central abrumado por la crisis econ¨®mica, reforzada por la pobreza de miras de un Ayuntamiento de Sevilla cuyos t¨¦cnicos consideran la Expo 92 como una agresi¨®n a la ciudad, denomin¨¢ndola despectivamente "artefacto" y "armatoste".Francia est¨¢ a la espera
Francia aparece en el panorama de 1992 como la gran perdedora, sin un gran papel que desempe?ar en ese a?o clave y' sin aparentes posibilidades de competir con Espa?a, Estados Unidos e Italia.
Esta ausencia de Francia en la batalla del 92 resulta incomprensible a los expertos, sobre todo si se tiene en cuenta que la llegada al poder de Mitterrand y los socialistas ha significado la reapertura de una l¨ªnea de inversiones en prestigio que entronca hist¨®ricamente con el m¨¢s genuino concepto gaullista de la grandeur.
Extra?a todav¨ªa m¨¢s cuando se sabe que Francia ha decidido priorizar sus relaciones con Am¨¦rica Latina y ha invertido en ese ¨¢rea del mundo sus mejores esfuerzos durante el ¨²ltimo quinquenio.
Sin embargo, son muchos los que piensan que Francia no ha dicho a¨²n su ¨²ltima palabra y que permanece agazapada, observando, en espera de que alguno de sus competidores cometa un fallo para entrar en escena.
La candidatura ol¨ªmpica de Par¨ªs es ya una forma de presencia en el 92 que compite directamente con la aspiraci¨®n de Barcelona, la otra candidata con m¨¢s posibilidades.
El apoyo oficial del Gobierno Mitterrand a la candidatura ol¨ªmpica de Par¨ªs est¨¢ siendo cada vez mayor y las presiones a Espa?a para que ceda a Francia la organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 se est¨¢n tornando demasiado insistentes.
De cualquier manera, parece imposible imaginar que Francia permanezca ausente de la batalla del 92. Si hay una naci¨®n en el mundo experta. en aprovechar las oportunidades de imagen, ¨¦sa es Francia. La historia lo demuestra.
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