Ricardo Cabanas Trejo
El notario m¨¢s joven de Espa?a toma hoy posesi¨®n de su plaza en Asturias
"Me he cortado el pelo para estar un poco presentable, porque con las gre?as que llevaba parec¨ªa cualquier cosa menos un notario", explica Ricardo Cabanas Trejo, que hoy toma posesi¨®n de su plaza de notario en el pueblo de Caba?aquinta, en el Concejo de Aller, situado en la cuenca minera de Asturias. Ricardo, con sus 25 a?os reci¨¦n cumplidos, se convierte as¨ª en el notario m¨¢s joven de Espa?a. En 1982 fue el primero de su promoci¨®n al licenciarse en Derecho por la universidad de Barcelona. Su tesina sobre Reducci¨®n y ampliaci¨®n del capital -efecto acorde¨®n- obtuvo el premio nacional extraordinario, pero nunca ha sido publicada.
En su familia no hay precedentes relacionados con el Derecho. Es hijo del coronel jefe de la residencia de oficiales de Barcelona, tiene un t¨ªo capit¨¢n de aviaci¨®n y otro capit¨¢n de nav¨ªo: "Lo l¨®gico hubiera sido que me hubiera interesado por la carrera militar, pero la verdad es que cumpl¨ª con los 12 o 13 meses de rigor y de uniforme en el Cuartel General del Ej¨¦rcito, en Madrid, y ya tuve suficiente. Cuando veo a mi padre y a mis t¨ªos todos juntos ya me parece que tengo el desfile de todas las fuerzas armadas en casa".Ricardo accedi¨® al cuerpo de notarios el pasado 24 de julio, despu¨¦s de aprobar unas oposiciones en las que tuvo que empollar "m¨¢s de 400 temas". Era la primera vez que opositaba. "Por la edad", precisa, "porque hasta los 23 a?os no puedes ingresar en el cuerpo de notarios". Admite la dureza del sistema de ex¨¢menes por oposici¨®n pero lo defiende porque "el enchufismo no existe cuando se tiene que dar la cara ante un tribunal". E insiste en que "es el sistema m¨¢s objetivo, y justo, para garantizar el mayor nivel a los que pasan el list¨®n". De esas oposiciones guarda un triste recuerdo: "Un compa?ero m¨ªo, Fernando de Castro, que se presentaba por tercera vez, y le suspendieron, no pudo soportarlo y se suicid¨®".
Se confiesa un enamorado del Derecho. Hubiera preferido continuar su carrera como profesor de la facultad de Derecho de Barcelona y avala sus pretensiones el haber conseguido su tesis de licenciatura el Premio Nacional Extraordinario. Sin embargo, el texto de esta tesis no lleg¨® a publicarse nunca: "Aqu¨ª todav¨ªa se hacen cacicadas", afirma. "Un alto cargo de la facultad vet¨® en redondo la publicaci¨®n de mi tesina, que la propia Universidad hab¨ªa premiado".
Ricardo Cabana est¨¢ satisfecho de su nuevo y primer destino. "Es un desafio porque es una notar¨ªa en la que hay que empezar desde abajo. Mi predecesor me explic¨® que tendr¨¦ que desplazarme a caballo a algunos puntos casi inaccesibles de los Picos de Europa. Es un poco la aventura y conocer nuevas gentes. Buenas gentes, porque cuando estuve all¨ª pude comprobar que los asturianos, cuando invitan a un amigo a beber, no piden una botella de sidra sino una caja". S¨®lo tiene un cierto temor al momento en que tenga que atender al primer cliente: "Hasta ahora respond¨ªa ante m¨ª mismo, ahora ser¨¢ ante los dem¨¢s. Ser notario es ser un poco el confesor del pueblo. Escuchar y despu¨¦s aconsejar. Y aconsejar bien es de una gran responsabilidad".
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