La defensa de un guardia civil que mat¨® a un travestido alega que actu¨® bajo el 's¨ªndrome del Norte'
F. SALES, El fiscal de la Audiencia de Barcelona solicit¨® ayer que se impusieran 24 a?os de prisi¨®n al guardia civil Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez Garc¨ªa por un presunto delito de, asesinato, cometido en la madrugada del 14 de abril de 1985, al dar muerte al travestido Eduardo Sigfrido P¨¦rez, Erika, durante una discusi¨®n sobre el pago de un servicio sexual. La defensa calific¨® los hechos como imprudencia con el resultado de muerte y pidi¨® un a?o de c¨¢rcel. El abogado aleg¨® en defensa del guardia civil que ¨¦ste se encuentra emocionalmente desequilibrado por sus vivencias durante el tiempo en que estuvo destinado en el Pa¨ªs Vasco y que los psic¨®logos han bautizado con el nombre de s¨ªndrome del Norte.
El procesado explic¨® que en la noche del 13 de abril de 1984, despu¨¦s de recorrer diversos establecimientos nocturnos e ingerir numerosas bebidas alcoh¨®licas, se dirigi¨® a la rambla de Catalunya con la intenci¨®n de contratar los servicios sexuales de una mujer, pero, al descubrir que la persona que hab¨ªa hecho subir al coche era un travestido, le invit¨® a descender del veh¨ªculo, a lo que ¨¦ste se neg¨®, si no le pagaba. Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez reconoci¨® que desenfund¨® la pistola, cuando en la discusi¨®n vio que el travestido sacaba un objeto brillante del bolso. El arma se dispar¨¦ al recibir un golpe en la mano."Se desplom¨® como cuando a un toro le dan una puntilla", explic¨® el acusado. A?adi¨® que en aquel momento se sinti¨® desorientado y sin saber qu¨¦ hacer. En un primer momento se dirigi¨® al cuartel para entregarse. Pero la verg¨¹enza de que se supiera que hab¨ªa mantenido relaciones con un travestido, le hizo reconsiderar la decisi¨®n de entregarse y traslad¨® el cad¨¢ver a su casa.
El asesinato se descubri¨® por, al reguero de sangre que sigui¨® la polic¨ªa y que la condujo de un descampado en el que hab¨ªa arrojado el cad¨¢ver al piso del acusado. Un testigo excepcional fue el guarda de seguridad Ferm¨ªn Estivill, que oy¨® el disparo cuando pasaba con su veh¨ªculo junto al coche del guardia civil, y sigui¨® al acusado por las calles, hasta que lo perdi¨®.
El fiscal, Carlos Ganzerm¨¹ller, hizo hincapi¨¦ en las contradictorias explicaciones que, en relaci¨®n a la discusi¨®n en el autom¨®vil, hab¨ªa dado el acusado y especul¨¦ sobre que no hubiera existido el arma del travestido.
El defensor, Juan Antonio Roqueta, centr¨® sobre todo sus preguntas en torno a los especiales trastornos ps¨ªquicos que afectan al acusado a ra¨ªz de un incidente ocurrido durante su destino en el Pa¨ªs Vasco, cuando un compa?ero muri¨®, junto -a ¨¦l, en un atentado terrorista. Este tipo de trastornos ha sido bautizado como s¨ªndrome del Norte.
El guardia civil fue tambi¨¦n juzgado ayer, en la misma causa, por un delito continuado de falsificaci¨®n al utilizar en diversas ocasiones una tarjeta de cr¨¦dito que el acusado hab¨ªa encontrado en una discoteca. Por estos hechos el fiscal pidi¨® que se le impusieran tres a?os de c¨¢rcel y 90.000 pesetas de multa.
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