Mahmud Rahal, un largo historial de 'fechor¨ªas'
"Largaos de aqu¨ª, idos inmediatamente a paseo". Los gritos proferidos ante la puerta de su casa por Mahmud Rahal, hermano de uno de los presos shi¨ªes encarcelados en Madrid, no dejan la menor duda sobre sus escasos deseos de dialogar con este corresponsal y sus dos acompa?antes, miembros de la milicia shi¨ª Amal (Esperanza). Mahinud tiene, a sus 19 a?os de edad, un largo historial de fechor¨ªas a sus espaldas, que arranca en octubre de 1984, cuando, junto con un par de amigos, logr¨® capturar durante cuatro horas al embajador Pedro Manuel de Ar¨ªstegui y Petit para obtener la excarcelaci¨®n de su hermano Mohamed y de su compa?ero Mustaf¨¢ Jalil, autores del frustrado asesinato de un funcionario libio en Madrid. Y concluye, por ahora, con el apresamiento, protagonizado el viernes por su familia, de tres funcionarios de la representaci¨®n diplom¨¢tica espa?ola en esta capital.No fue dif¨ªcil encontrar en el populoso barrio shi¨ª de Bourj el Bourajne, adyacente al gran campamento palestino con el mismo nombre, el edificio de cuatro pisos en el que viven los Rahal, donde parece harto improbable que permanezcan retenidos los espa?oles Pedro Antonio S¨¢nchez y Asab Abdo, geo y canciller de la embaj ada, respectivamente, y el liban¨¦s Gaspar Abdo, vicecanciller.
Avisado por los vecinos de la llegada de los forasteros, Mahmud Rahal no tarda en aparecer, aparentemente sin armas, pero visiblemente enfurecido por la visita sorpresa. "No tengo nada que decir", vocifera el adolescente en el callej¨®n decorado con retratos del ayatola Jomeini y del imam Musa Sadr, el gu¨ªa espiritual de los shi¨ªes libaneses misteriosamente desaparecido en 1978 al t¨¦rmino de un viaje a Libia.
"Soltar a los libaneses"
"Si quer¨¦is volverlos a ver", enfatiza, refiri¨¦ndose a los tres cautivos, este hermano menor de Mohamed Rahal, encarcelado, junto con Mustaf¨¢ Jalil, en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco, "Espa?a tiene que soltar primero a los libaneses".A diferencia del adolescente Mahmud, los responsables de Amal, que llevan a cabo una mediaci¨®n tendente a solucionar el asunto y ejercen una gran influencia sobre el clan de los Rahal, han renunciado hace tiempo a exigir que la excarcelaci¨®n de los reos sea previa o incluso simult¨¢nea a la liberaci¨®n de los tres aprisionados, pero s¨ª insisten en conseguir del Gobierno espa?ol una garant¨ªa escrita sobre su puesta en libertad que fije, adem¨¢s, una fecha tope en breve plazo para su regreso a L¨ªbano.
Las discrepancias sobre estos dos puntos y el viaje realizado ayer tarde a Damasco por el l¨ªder de la milicia Amal, Nabib Berri, inducen a sospechar que las conversaciones entre la Embajada de Espa?a y Amal se encuentran en un punto muerto que no permite prever un r¨¢pido desenlace.
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