Elizabeth Rusell
Profesora de filolog¨ªa inglesa, prepara una tesis doctoral sobre literatura ut¨®pica escrita por mujeres
Elizabeth Rusell naci¨® en la India, hija de padres escoceses, hace 37 a?os. Nacionalizada espa?ola hace dos a?os, despu¨¦s de m¨¢s de 15 trabajando en Catalu?a, es profesora de filolog¨ªa inglesa en la facultad de Filosof¨ªa y Letras de Tarragona. Actualmente prepara su tesis de doctorado, un completo estudio sobre las utop¨ªas literarias femeninas en la literatura inglesa y norteamericana de los siglos XIX y XX. Sobre este tema intervino en el II Ciclo de Estudios e Investigaciones Feministas, organizado por la Consejer¨ªa de Cultura y por la universidad de Valencia, con una conferencia titulada A la busca del para¨ªso: la utop¨ªa vista por la mujer.
"Los hombres que escribieron utop¨ªas, como Plat¨®n o Tom¨¢s Moro, so?aron sociedades ideales para proporcionar a los hombres la felicidad, pero olvidaron la felicidad de las mujeres", explica Elizabeth Rusell. "El papel de la mujer, en la mayor parte de los para¨ªsos ut¨®picos so?ados por los hombres, no difiere en absoluto de su papel en la sociedad real: la mujer encadenada al hogar, ocup¨¢ndose de las tareas dom¨¦sticas y del cuidado de la familia". Por el contrario, las escritoras ut¨®picas feministas suelen coincidir en un sue?o, el de la casa sin cocina, donde las tareas dom¨¦sticas est¨¢n a cargo de todos los integrantes de la sociedad, hombres y mujeres, que compartan por igual las responsabilidades pol¨ªticas y laborales, pero tambi¨¦n el cuidado de los ni?os.Aunque en rigor no puede hablarse de un modelo social ut¨®pico com¨²n a todas las escritoras feministas que han tratado el tema, se observan en sus libros, seg¨²n Rusell, determinadas caracter¨ªsticas comunes. "La mayor parte de las utop¨ªas feministas hace referencia a sociedades no jer¨¢rquicas, pr¨®ximas al anarquismo, en las que no se concede gran importancia a la propiedad y en las que las responsabilidades derivadas de la reproducci¨®n recaen por igual en hombres y mujeres, fuera de un modelo familiar patriarcal y restringido".
Para las mujeres, y en funci¨®n de su propio sexo, en opini¨®n de Elizabeth Rusell, la realidad es "antiut¨®pica por excelencia", lo que explica la radical diferencia entre las utop¨ªas escritas por hombres y las escritas por mujeres. No todas estas ¨²ltimas, sin embargo, est¨¢n basadas en una ideolog¨ªa feminista. "Algunas mujeres, especialmente en la Inglaterra victoriana, escribieron utop¨ªas femeninas en absoluto feministas en las que aparece el papel de la mujer como ¨¢ngel del hogar, dedicada a la maternidad y a la felicidad de su marido", seg¨²n explica, aunque este tipo de obras, producto de una ¨¦poca muy determinada, no es ya frecuente.
Muchas de las utop¨ªas literarias feministas escritas desde el siglo pasado no han llegado ni siquiera a publicarse, "coda normal en un mundo donde los editores y comerciantes son hombres", seg¨²n Rusell. La primera de las estudiadas por ella, Handfasted, escrita en 1879 por Catherine Hele Spencer, no ser¨ªa editada por primera vez hasta 100 a?os despu¨¦s. Se hablaba en ella de matrimonios aprueba, en una sociedad no jer¨¢rquica y sin leyes, lo que llev¨® a los hombres de su tiempo a prohibir su publicaci¨®n, "porque cre¨ªan que pod¨ªa contribuir a romper lazos matrimoniales y a sembrar el desorden".
En algunas de las sociedades ideales so?adas por mujeres escritoras no existen los hombres. Herland, de Charlotte Perkins, escrita en 1915, es posiblemente la primera que retrata un mundo de amazonas basado en la igualdad y la hermandad entre mujeres. "En ese mundo ideal", explica Elizabeth, "no hay mal, porque el mal se considera algo t¨ªpicamente masculino". La reproducci¨®n, como es previsible se realiza en Herland a trav¨¦s de la partenog¨¦nesis, "aunque el final es doblemente ut¨®pico, porque concluye con la esperanza de la primera criatura nacida de hombre y mujer". Ning¨²n hombre, en cambio, ha escrito jam¨¢s una utop¨ªa basada en un mundo sin mujeres, "por razones obvias"
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