McDonald's
Si un d¨ªa usted comete la debilidad de deglutir una hamburguesa de McDonald's, h¨¢gase la cuenta de que es como si se estuviera tragando un ladrillo de las pir¨¢mides de Egipto. Porque esta empresa cultiva unos usos laborales fara¨®nicos: cuatro empleados madrile?os acaban de ser despedidos por promover elecciones sindicales. Los McDonald's acaban de reinventar al siervo de la gleba.Eso s¨ª, como se?ores feudales son magn¨¢nimos. En un Manual del empleado que la casa reparte, un verdadero incunable de 10 folios, la rumbosa empresa incluso ofrece d¨ªas libres por la muerte de un familiar o el nacimiento de un hijo. El hecho de que estos d¨ªas libres est¨¦n regulados por la ley y no sean un regalo de McDonald's no empa?a el donaire de la oferta.
Otros¨ª, la empresa dictamina que sus empleados no pueden llevar barba, que los bigotes y las patillas han de ser de unas dimensiones especiales o que se permite el uso de bisuter¨ªa s¨®lo cuando "sea de buen gusto y de peque?o tama?o y cantidad". En un depurado estilo paternal se explica la bicoca de estar en una firma como ¨¦sta, que, entre otras compensaciones, tiene la de organizar de cuando en cuando meriendas y excursiones entre sus empleados. Adem¨¢s, "una de las mejores cosas al trabajar para McDonald's es la obtenci¨®n de su excelente comida de forma gratuita", a raz¨®n de un sandwich cada cuatro horas de trabajo. McDonald's, que se define como empresa de buenas intenciones y "progresiva" (debe de querer decir que van abriendo chiringuitos en progresi¨®n geom¨¦trica), admite que incluso en semejante para¨ªso puede surgir alg¨²n problema, y te aconseja que en tal caso te dirijas a tus jefes o al mism¨ªsimo presidente de la firma. Porque una cosa es la petici¨®n de gracia humilde e individual, y otra esa aberraci¨®n de los derechos laborales. Ya lo dice el Manual. "Los empleados fuera de servicio no deber¨¢n llegar al restaurante m¨¢s temprano de lo necesario para comenzar su turno, y deber¨¢n marcharse tan pronto como les sea posible al terminar el trabajo". No sea que los esquilados y repeinados siervos se re¨²nan y piensen. Los reyes de la albondiguilla aplastada son astutos.
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