El disidente sovi¨¦tico, aclamado en Tel Aviv despu¨¦s de permanecer nueve a?os encarcelado en la URSS
CORRESPONSALES El disidente jud¨ªo Anatoli Charanski, de 38 a?os, vivi¨® ayer el d¨ªa m¨¢s emocionante de su vida. Obtuvo la libertad tras nueve a?os de duro encarcelamiento en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, abraz¨® a su esposa tras casi 12 a?os de separaci¨®n y recibi¨® una tamultosa bienvenida en Israel, la Tierra Prometida. Termin¨® as¨ª el canje de esp¨ªas m¨¢s espectacular de los ¨²ltimos a?os.
Tras su liberaci¨®n en el puente Glienicke, Charanski estuvo apenas una hora en Berl¨ªn Occidental, seg¨²n informa desde esta ciudad Hermann Tertsch. Fue llevado directamente al aeropuerto militar norteamericano de Tempelhof para volar, con el embajador norteamericano Richard Burt, a Francfort. En la sala del aeropuerto reservada a autoridades pudo pasar media hora a solas con su esposa, Avital, de 35 a?os, que durante tanto tiempo hab¨ªa luchado incansablemente por su liberaci¨®n. No se hab¨ªan visto desde el d¨ªa despu¨¦s de su boda, en 1974, cuando ella abandon¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica con la firme creencia de que ¨¦l la seguir¨ªa seis meses m¨¢s tarde.En el mismo aeropuerto le fue extendido un pasaporte israel¨ª, muestra documental de la ciudadan¨ªa que Israel le hab¨ªa concedido formalmente en 1974. Poco despu¨¦s, abrazados, Anatoli y Avital subieron con dos rabinos a un avi¨®n con destino a Israel. Por la ma?ana, el presidente israel¨ª, Chaim Herzog, hab¨ªa afirmado por la radio: "Bienvenido a casa, Anatoli. Que muchos m¨¢s te sigan".
Una vieja canci¨®n jud¨ªa
"Durante mis a?os de prisi¨®n, nunca me sent¨ª solo. Sab¨ªa, en el fondo de mi celda, que mis hermanos jud¨ªos y los hombres honrados de todo el mundo luchaban por mi libertad y por la de los dem¨¢s prisioneros. Incluso cuando estaba recluido en las celdas de castigo y permanec¨ªa aislado de los otros presos, cantaba: 'Qu¨¦ bueno es estar sentado en compa?¨ªa de hermanos". Anatoli Charanski pronunci¨® estas palabras en hebreo y despu¨¦s comenz¨® a cantar esta vieja canci¨®n jud¨ªa y la muchedumbre, varios miles de personas que se hab¨ªan reunido en el aeropuerto, entonaban con ¨¦l. Decenas de banderas israel¨ªes y numerosas pancartas saludan la llegada del prisionereo de Si¨®n", informa desde Tel Aviv V¨ªctor Cygielman.
Charanski ten¨ªa un aspecto d¨¦bil y p¨¢lido al aparecer junto a su esposa, Avital, bronceada por el sol israel¨ª. La inmensa recepci¨®n en Tel Aviv, en presencia del primer ministro, Sim¨®n Peres, y del ministro de Exteriores, Isaac Shamir, y de otra docena de ministros, le reconfort¨® visiblemente, aunque tambi¨¦n le dej¨® fatigado.
Antes, sentado junto a Peres y a Avital, agradeci¨® por tel¨¦fono al presidente norteamericano, Ronald Reagan, los esfuerzos desplegados para obtener su liberaci¨®n "Usted sabe como yo, se?or presidente, que no he sido esp¨ªa de la CIA. Es cierto que conoc¨ª a muchos norteamericanos -periodistas, escritores, hombres pol¨ªticos que iban de visita- y que les habl¨¦ de nuestra lucha por la libertad. Por este crimen se me encarcel¨®... Gracias, se?or presidente. Gracias...", dijo Charanski.
"Se puede encarcelar un cuerpo o un hombre, pero no su esp¨ªritu. ?C¨®mo no evocar, en este momento, a Avital, la esposa de Charanski, que ha luchado como una leona para liberar a su marido?", dijo Peres, por su parte.
Uno de loa abogados de Charanski, el canadiense Eric Cotler, ha revelado que el primer ministro surafricano, Pieter Botha, fue el primero en proponer a la URSS el intercambio de Nelson Mandela por Charanski, pero se?ala que Mosc¨² no quer¨ªa o¨ªr hablar de un acuerdo con Sur¨¢frica. S¨®lo con la intervenci¨®n de los norteamericanos se lleg¨® a elaborar la lista del canje.Seg¨²n este abogado, la importancia de Charanski no puede ser subestimada porque el disidente no se ocupaba ¨²nicamente de los jud¨ªos y del sionismo, sino tambi¨¦n de los refuseniks, jud¨ªos que quieren abandonar la URSS. Adem¨¢s, era cofundador, junto con Yuri Orlov, del grupo que vigilaba la aplicaci¨®n de los acuerdos de Helsinki sobre los derechos humanos y se hab¨ªa hecho portavoz de los grupos religiosos cristianos perseguidos en la URS S, como los pentecostistas y los testigos de Jehov¨¢. Finalmente, Charanski trabajaba con el cient¨ªfico disidente Andrei Sajarov.
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