Un avance en la atenci¨®n primaria
En primer lugar, las consultas de enfermer¨ªa no son ni pretenden ser consultas m¨¦dicas ni sustituirlas en ninguna medida. Se llevan a cabo por personal de enfermer¨ªa especialmente entrenado para ello y se limitan a efectuar los controles precisos para el mejor control de las enfermedades, y que hasta ahora, de manera un tanto limitativa, efectuaban exclusivamente los m¨¦dicos. ?Qui¨¦n puede dudar que un ATS-DE est¨¦ cualificado para controlar la TA a los enfermos, para realizar un seguimiento de la dieta seguida por los mismos, explicar la importancia de determinadas actitudes de vida a los enfermos (ejercicio f¨ªsico, etc¨¦tera), o para tallar, pesar y explicar el calendario vacunal en el caso de los ni?os, dar normas de higiene, etc¨¦tera? ?Qui¨¦n cree que esta labor no hace sino mejorar la atenci¨®n a los pacientes, elevar el nivel de educaci¨®n sanitaria de la poblaci¨®n y, adem¨¢s, el derivar exclusivamente los casos de consulta a los m¨¦dicos? Ya que en estas consultas los m¨¦dicos siguen viendo a los enfermos tantas cuantas veces lo creen conveniente, y adem¨¢s las que les son remitidos por las consultas de enfermer¨ªa, que como es l¨®gico se abstienen de realizar cambios en el tratamiento o de instaurar uno nuevo sin las correspondientes indicaciones de los m¨¦dicos.Es bien sabido, por otro lado, que determinadas enfermedades est¨¢n derivando en su terap¨¦utica hacia el autocontrol, por ejemplo en el caso de los diab¨¦ticos o de muchos enfermos con insuficiencia renal cr¨®nica (di¨¢lisis domiciliaria, CAPD, etc¨¦tera). ?C¨®mo es posible que se pueda mantener que el propio enfermo es capaz de realizar un control eficaz por s¨ª solo y se niegue la posibilidad de que el personal de enfermer¨ªa sea una ayuda y un apoyo en estos tratamientos? Por otro lado, las consultas de enfermer¨ªa no han hecho sino potenciar el trabajo en equipo que deber¨ªa de existir entre los profesionales sanitarios, poniendo en marcha sesiones. conjuntas de seguimiento y evaluaci¨®n, reuniones programadas, etc¨¦tera.
Recomendado por la OMS
No parece, adem¨¢s, que pueda razonablemente pensarse que el personal de enfermer¨ªa (ahora, titulados universitarios) tenga que ver reducidas sus funciones a dar n¨²meros en las consultas y a rellenar recetas o partes de baja, labores que son pura y simplemente administrativas.
Este camino de las consultas de enfermer¨ªa puede ser nuevo en nuestro pa¨ªs, pero no lo es en el mundo civilizado. Es bien conocida la recomendaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en este sentido en su informe t¨¦cnico 558, e incluso el Comit¨¦ Consejero Nacional para la Educaci¨®n de Graduados M¨¦dicos de EE UU (enero, 1986) recomienda que "auxiliares y ATS pueden proveer cuidados sanitarios en procesos agudos y cr¨®nicos (sobre todo de tipo preventivo) descargando tareas asistenciales". Es preciso tambi¨¦n se?alar que estas actividades son desarrolladas por personal de enfermer¨ªa en todos los pa¨ªses de Europa occidental, en algunos casos en t¨¦rminos que aqu¨ª y ahora pueden parecer hasta excesivos (por ejemplo, en Suecia es una enfermera la primera persona que acude a ver a los enfermos ante un aviso). La experiencia en nuestro pa¨ªs ha sido altamente satisfactoria tanto para los profesionales como para los usuarios, ya que de su implantaci¨®n se ha seguido un mejor control de los enfermos y un m¨¢s estricto seguimiento del tratamiento.
Por fin, queremos hacer referencia a algunos intentos de ligar demag¨®gicamente este problema al paro profesional. Desde luego, vaya por delante que hay que delimitar el terreno de las profesiones, pero sin devaluarlas por el hecho de que haya m¨¦dicos en paro. Las labores del m¨¦dico son unas muy concretas, y no parece razonable que los m¨¦dicos pasemos informes a m¨¢quina o demos n¨²meros en las consultas s¨®lo porque hay compa?eros en paro. Otras son las soluciones: aplicar las incompatibilidades, potenciar las convocatorias de MIR y desarrollar las especialidades subdesarrolladas en nuestro pa¨ªs: odontoestomatologia, salud p¨²blica, etc¨¦tera, y desde luego planificar coherentemente el n¨²mero de m¨¦dicos que salen de las facultades de Medicina, sin realizar lo cual el problema del paro m¨¦dico nunca tendr¨¢ soluci¨®n en nuestro pa¨ªs.
Expedientes
Esta pol¨¦mica se ha abierto por la remisi¨®n de la organizaci¨®n m¨¦dica colegial a los colegios de m¨¦dicos de una circular en la que la "aceptaci¨®n de las consultas de enfermer¨ªa y la remisi¨®n a las mismas de los enfermos" se sancionar¨¢ "como falta grave", "con suspensi¨®n del ejercicio profesional por tiempo inferior a un a?o" y "por tiempo m¨¢ximo de cinco a?os en caso de reincidencia" y de resultas de lo cual dos m¨¦dicos de C¨¢diz han sido expedientados por escribir una carta en el peri¨®dico apoyando estas consultas de enfermer¨ªa.
Resulta muy dif¨ªcil entender que aqu¨ª y ahora sucedan estas cosas, que recuerdan m¨¦todos realmente inquisitoriales, con los que la OMC intenta acallar cualquier opini¨®n distinta a la suya propia y que refuerzan su postura de oposici¨®n a toda mejora ¨¦l reforma, por t¨ªmida que sea, del sector sanitario p¨²blico. En cualquier caso, es cuando menos parad¨®jico que la OMC no haya expedientado a los m¨¦dicos responsables del Ministerio de Sanidad y Consumo, del Insalud y de las respectivas consejer¨ªas de Salud que han apoyado la normativa legal que permite la existencia de estas consultas, quiz¨¢ conscientes de que hubiera sido llegar demasiado lejos.
Es claro que se trata de un caso de limitaci¨®n de la libertad de expresi¨®n, reconocida por la Constituci¨®n, y que ello se hace aprovech¨¢ndose de las prerrogativas que le da a la OMC la colegiaci¨®n obligatoria, por lo que, independientemente de que en este caso se realicen las oportunas acciones legales, la Administraci¨®n deber¨ªa de dar los pasos para que desapareciera la obligatoriedad de colegiarse de los m¨¦dicos del sector p¨²blico, o seguiremos viviendo una situaci¨®n un tanto kafkiana, en la que los m¨¦dicos de este pa¨ªs no podremos utilizar determinados recursos asistenciales y ni siquiera mostrarnos favorables a ellos aunque hayan sido legalmente autorizados por la administraci¨®n sanitaria.
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