Las penas a?adidas en las c¨¢rceles

Si bien la equiparaci¨®n a los presos pol¨ªticos en materia de reinserci¨®n social es una aspiraci¨®n de los presos comunes, tal como se ha reflejado en las ¨²ltimas semanas, lo cierto es que esa equiparaci¨®n, aun llevada a efecto con generosa amplitud, s¨®lo afectar¨ªa a un 2% o 3% de la poblaci¨®n reclusa. Por eso, el problema m¨¢s grave que padecemos los presos espa?oles es otro: la falta de aplicaci¨¢n de los beneficios penitenciarios reconocidos por los reglamentos vigentes, y la discriminada aplicaci¨®n que de esos beneficios hacen las juntas de r¨¦gimen de las c¨¢rceles.?Cu¨¢ntos miles de espa?oles se hallan en c¨¢rceles cumpliendo un tiempo de libertad condicional no aplicada? ?A cu¨¢ntos presos se les niegan los permisos de salida por retrasos burocr¨¢ticos injustificados? ?Cu¨¢ntos presos han cumplido la cuarta parte de la condena, est¨¢n en disposici¨®n de salir de permiso y ¨¦ste no les llega pese a tener una conducta intachable? ?Por qu¨¦ a los presos que salen con permiso se les retiene el carn¨¦ de identidad, el de conducir, la cartilla de ahorros o el pasaporte? ?Qu¨¦ ley autoriza a un director de c¨¢rcel a dejar indocumentando a un preso que salga de permiso? La ¨²nica documentaci¨®n que entregan al salir de permiso es un papel explicativo de que est¨¢s preso y, has salido de permiso.

?nase a todo lo dicho la represi¨®n que sufrimos los reclusos que pedimos de forma civilizada que se cumplan los reglamentos en toda su extensi¨®n, y habremos llegado al fondo de los problemas. De la c¨¢rcel, L¨¦rida II.