Ronald Reagan aprovecha su visita a Granada para lanzar una campa?a de ayuda a la 'contra' nicaraguense
La peque?a isla caribe?a de Granada (94.000 habitantes en una superficie inferior a la de Menorca) tribut¨® ayer un agradecido y festivo recibimiento a Ronald Reagan, comparable al de Bienvenido, Mr. Marshall, en la pel¨ªcula de Berlanga, dos a?os y tres meses despu¨¦s de que los marines invadieran la isla, que, seg¨²n el presidente, se hab¨ªa convertido en "una colonia sovi¨¦tico-cubana". Reagan utiliz¨® su visita de cuatro horas a la isla de las especias (en su bandera figura una nuez moscada) para lanzar su campa?a de ayuda militar a la contra nicarag¨¹ense y afirmar que EE UU no permitir¨¢ otra Cuba en su patio trasero del mar Caribe.
Reagan desembarc¨®, paradojas de la historia, a la una de la tarde, hora local (seis de la tarde, hora peninsular espa?ola), en el moderno aeropuerto de Punta Salinas, construido por los cubanos, y cuya presunta utilizaci¨®n como base militar fue una de las principales razones de la invasi¨®n norteamericana de la isla el 25 de octubre de 1983. Si al r¨¦gimen izquierdista del asesinado Maurice Bishop no se le hubieran torcido las cosas, habr¨ªa sido Fidel Castro, y no Reagan, el encargado de descubrir la placa conmemorativa que ayer destap¨® ¨¦ste ¨²ltimo en el aer¨®dromo. El secretario de Estado, George Shultz, dijo que, con la acci¨®n de Granada, -el mayor y m¨¢s popular ¨¦xito hasta ahora de la pol¨ªtica exterior de Reagan- Estados Unidos hizo saber al mundo que va a proteger sus intereses "a cualquier coste".Reagan hizo un llamamiento desde Granada a la unidad de los pa¨ªses democr¨¢ticos para ayudar al pueblo nicarag¨¹ense "a liberarse de la tiran¨ªa comunista". En un discurso pronunciado ante miles de personas congregadas en el Queens Park, el presidente norteamericano afirm¨® que "Estados Unidos debe ayudar a los que luchan por la libertad en Nicaragua, como acudi¨® en ayuda de los granadinos en 1983". Reagan explic¨® que la situaci¨®n de los dos pa¨ªses es muy parecida y dijo: "Hoy, en Nicaragua, presenciamos una cadena de acontecimientos similar a la que ocurri¨® aqu¨ª, o¨ªmos las mismas excusas para los comunistas, mientras el pueblo de Nicaragua ve desaparecer su libertad".
Desde el Caribe, el presidente aprovech¨® para acusar al dirigente cubano, Fidel Castro, "cuya tiran¨ªa", dijo, "amenaza la paz y la libertad en el hemisferio". El discurso fue un recordatorio de lo que podr¨ªa ocurrir de nuevo si aumenta la influencia sovi¨¦tico-cubana en la regi¨®n. "No estaremos satisfechos", afirm¨® Reagan, "hasta que todos los pueblos de las Am¨¦ricas se nos unan en el c¨¢lido resplandor de la libertad y la justicia".
Granada era ayer una fiesta, con un pueblo que bailaba al son de la m¨²sica reggae. El Gobierno, que preside el dirigente con servador Herbert Blaze, declar¨® festiva la jornada, y la poblaci¨®n fue trasladada gratuitamente, en autobuses y camiones, para escuchar el discurso del presidente norteamericano en un mitin-fiesta amenizado por aires caribe?os y abundante ron en el estadio de cr¨ªquet de Saint George's. En los cines locales proyectaban Las aventuras de Robin Hood. En las calles de esta pintoresca capital, que tiene mucho de pueblo brit¨¢nico colgado de unas colinas enterradas por una apabullante vegetaci¨®n tropical, se pod¨ªan ver pancartas de "We love, Ronnie" y "Un mill¨®n de gracias por habernos liberado".
Reagan dedic¨® 60 minutos de su breve estancia a una reuni¨®n con los primeros ministros de los pa¨ªses angl¨®fonos del Caribe: Jamaica, Barbados, Santa Luc¨ªa, Dominica, Saint Vicent, Saint Kitts-Nevis, Antigua y Trinidad-Tobago. Precisamente ¨¦stos fueron los pa¨ªses que pidieron a Estados Unidos la intervenci¨®n militar de 1983, hecho que le sirvi¨® a la Administraci¨®n de Reagan para justificar internacionalmente la invasi¨®n, que recibi¨® en su d¨ªa una amplia condena internacional, incluida la de la fiel aliada brit¨¢nica, Margaret Thatcher.
Los jefes de Gobierno caribe?os solicitaron al presidente mayor ayuda econ¨®mica para su desarrollo y un reforzamiento de la iniciativa de la cuenca del Caribe (CBI), un sistema de libertad de exportaciones a EE UU, sin aranceles, para los productos de la regi¨®n, que estos pa¨ªses consideran insuficiente para salir de su dependencia del gigante norteamericano. El presidente les ofreci¨® buenas palabras, pero es dif¨ªcil que EE UU, muy preocupado por reducir su enorme d¨¦ficit presupuestario, comprometa m¨¢s dinero en ayuda exterior.
Seguridad y desarrollo
La ayuda econ¨®mica para salir del subdesarrollo es lo que importa sobre todo a estas peque?as naciones independientes, que no est¨¢n tan obsesionadas como EE UU por Nicaragua.Pero Reagan insiste sobre todo en el tema de la seguridad, y no estaba dispuesto a desaprovechar ayer la magn¨ªfica imagen televisiva, de cara a la opini¨®n p¨²blica de EE UU, de su presidente aclamado como el liberador de este peque?o pa¨ªs, situado a 100 millas al norte de la costa de Venezuela. Reagan necesita esta imagen para justificar la inmediata petici¨®n a un Congreso reaccio de 70 millones de d¨®lares en ayuda militar para la contra, que trata de acabar con el sandinismo. Para ello, Reagan volvi¨® a establecer aqu¨ª el paralelismo entre Nicaragua y Granada, que le permite afirmar que "para quienes exportan la tiran¨ªa, la operaci¨®n de Granada [nunca la califica de invasi¨®n] es una lecci¨®n que no olvidar¨¢n pronto". Reagan tambi¨¦n utiliz¨® su viaje para vender su filosof¨ªa de la iniciativa privada y la libre empresa, como f¨®rmula capaz de sacar a estos pa¨ªses del subdesarrollo.
Para el presidente, Granada puede ser el ejemplo que apoya su teor¨ªa y el Gobierno de Herbert Blaize se ha embarcado en un cambio de rumbo, que apuesta por la invasi¨®n del sector privado, nacional y extranjero, como motor de un crecimiento econ¨®mico que este a?o puede alcanzar el 3%. Se han puesto a la venta empresas estatales y se han reformulado las pol¨ªticas fiscales y de inversiones. Un ejemplo de la bondad de la iniciativa privada es el milagro ofrecido por un industrial de Boston que, estimulado por la Casa Blanca bajo la cobertura de una fundaci¨®n privada, puso ayer en marcha la televisi¨®n de Granada.
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