Un momento excelente para el control de armamentos
El autor, senador dem¨®crata por Massachusetts(EE UU), visit¨® Mosc¨² recientemente. Dos de sus colaboradores, Lawrence C. Horowitz y Thomas K. Longstreth, le acompa?aron en su visita le ayudaron a preparar este trabajo.
Despu¨¦s de a?os de duras conversaciones y mutuos recelos, Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica est¨¢n hoy m¨¢s cerca de un avance importante en materia de control de armas nucleares que en cualquier otro momento a partir de 1979. Ahora resulta posible perfilar una serie de acuerdos de enorme importancia que, con la suficiente voluntad pol¨ªtica por ambos lados, puedan llevarse a t¨¦rmino en los pr¨®ximos a?os.Las dos partes est¨¢n m¨¢s pr¨®ximas en relaci¨®n con estas cuestiones de lo que cualquiera de ellas haya admitido hasta ahora. Si se pueden salvar las diferencias finales es posible que se alcancen acuerdos mutuamente verificables con objeto de conseguir los siguientes objetivos:
1. La eliminaci¨®n en Europa de todas las fuerzas nucleares estadounidenses y sovi¨¦ticas de alcance medio.
2. La suspensi¨®n de toda futura prueba de armas nucleares.
3. Una dr¨¢stica reducci¨®n de misiles pesados de cabezas m¨²ltiples con base en tierra. Esto estar¨ªa unido a la prohibici¨®n del desarrollo y despliegue de sistemas defensivos con base en el espacio, al tiempo que se permitir¨ªa la investigaci¨®n sobre tales sistemas.
Mi creencia en que tal avance puede realizarse se basa tanto en mi experiencia como miembro de un grupo del Senado que estuvo siguiendo las conversaciones sobre armamento de Ginebra el a?o pasado como en mis largas reuniones a comienzos de este mes con el secretario general del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Mijail Gorbachov, y con el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Edvard Shevardnadze.
En su m¨¢s reciente propuesta p¨²blica, Mijail Gorbachov anunci¨¦ su buena disposici¨®n a retirar de Europa todos los misiles SS-20 sovi¨¦ticos si Estados Unidos retira de la misma sus Pershing 2 y sus misiles de crucero, y si el Reino Unido y Francia consienten en frenar el desarrollo de sus sistemas de misiles nucleares.
La oferta de Gorbachov parec¨ªa ser una aceptaci¨®n parcial de la propuesta cero-cero del presidente Reagan, que habr¨ªa prohibido todas las fuerzas nucleares estadounidenses y sovi¨¦ticas de alcance medio cualquiera que sea su base.
Inicialmente formaba parte de un paquete m¨¢s amplio, en tres fases, tendente de manera ostensible a eliminar las armas nucleares. En ese momento, el problema principal en relaci¨®n con la oferta de Gorbachov era que la aceptaci¨®n por parte de la URSS de la posici¨®n estadounidense parec¨ªa estar ligada a la demanda sovi¨¦tica de que Estados Unidos abandone la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) de Ronald Reagan, la propuesta denominada guerra de las galaxias.
Mijail Gorbachov me dijo expl¨ªcita e inequ¨ªvocamente que no exist¨ªa ninguna precondici¨®n para negociar la inmediata retirada de suelo europeo de los misiles sovi¨¦ticos y estadounidenses de alcance medio. Estas negociaciones pueden tener ¨¦xito aun cuando no se produzca ning¨²n progreso en las conversaciones SDI. Mijail Gorbachov sabe que est¨¢ haciendo una concesi¨®n, y expres¨® la esperanza de que ello pudiera permitir un r¨¢pido progreso.
Existen otras cuestiones importantes que resolver antes de que pueda firmarse un acuerdo sobre las fuerzas nucleares de alcance medio. ?Se permitir¨¢ la modernizaci¨®n de las fuerzas. nucleares brit¨¢nicas y francesas? ?Cu¨¢ntos SS-20 podr¨¢n desplegarse en el Asia central y oriental? ?Aceptar¨¢n los sovi¨¦ticos las medidas de verificaci¨®n que exija Estados Unidos? Todas ¨¦stas son cuestiones dif¨ªciles, pero existen soluciones.
As¨ª, por ejemplo, la f¨®rmula de paseo por el bosque de 1982, sugerida por el embajador Paul Nitze, habr¨ªa exigido que la Uni¨®n Sovi¨¦tica limitara a 90 el n¨²mero de sus lanzamisiles SS-20 en Europa. Como parte de un nuevo acuerdo, la URSS podr¨ªa reducir sus lanzamisiles hasta ese nivel.
La cuesti¨®n de las fuerzas brit¨¢nicas y francesas ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. Sin embargo, puede vislumbrarse un segundo t¨¦rmino en el que la modernizaci¨®n y la sustituci¨®n de las fuerzas nucleares brit¨¢nicas y francesas podr¨ªa continuar, siempre que el n¨²mero de cabezas nucleares no se incremente de forma sustancial despu¨¦s de que entren en vigor las reducciones de los misiles de alcance medio por parte de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Ahora se ha abierto un camino en la discusi¨®n sobre tales misiles, y las soluciones para esas otras cuestiones deber¨ªan ser exploradas inmediatamente en Ginebra. Mijail Gorbachov opina que las fuerzas de alcance medio constituyen el punto de ignici¨®n nuclear m¨¢s peligroso entre las dos naciones, dado lo corto del tiempo de vuelo de estos misiles (menos de 10 minutos). La eliminaci¨®n de este punto de ignici¨®n ser¨ªa un important¨ªs¨ªmo paso hacia el control de armamentos.
En nuestra conversaci¨®n, Mijail Gorbachov puso tambi¨¦n el acento en el hecho de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica estaba preparada para entrar a formar parte de un acuerdo que prohibiera todas las pruebas nucleares sin ninguna clase de precondici¨®n o exigencia de avance en otras ¨¢reas. Expres¨® la esperanza de que a la actual moratoria unilateral sovi¨¦tica se una la de Estados Unidos.
Tanto Mijail, Gorbachov como Edvard Shevardnadze -con el que mantuve una reuni¨®n por separado- sostuvieron con ¨¦nfasis que estaban deseosos de llegar a un acuerdo sobre toda una gama de medidas, incluyendo inspecciones sobre el terreno, para verificar el cumplimiento.
Las pruebas nucleares en la atm¨®sfera est¨¢n prohibidas desde el Tratado de Prohibici¨®n Limitada de Pruebas de 1963, negociado por el presidente Kennedy y Nikita Jruschov. Actualmente, la Administraci¨®n de Reagan se opone a una prohibici¨®n total de las pruebas; sostiene que las pruebas subterr¨¢neas continuadas son esenciales para mantener la seguridad de las existencias nucleares estadounidenses.
Es posible un acuerdo
Aun cuando la Administraci¨®n no acepte una moratoria, todav¨ªa es posible un compromiso. La soluci¨®n implica tres escalones:1. La ratificaci¨®n del Tratado de Limitaci¨®n de Pruebas Nucleares y del Tratado sobre Explosiones Nucleares con Fines Pac¨ªficos.
2. Mejorar las medidas de verificaci¨®n para el seguimiento de las pruebas.
3. Fijar en l¨ªmites m¨¢s bajos las fases para las pruebas futuras.
El Tratado de Limitaci¨®n de Pruebas Nucleares de 1974 limita las explosiones de prueba de Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica a una potencia menor de 150 kilotones. El Tratado de Explosiones Nucleares con Fines Pac¨ªficos fija l¨ªmites comparables para las pruebas relacionadas con dichos fines. Estos dos tratados se firmaron, pero nunca fueron ratificados por el Senado estadounidense (...)
Mediante la ratificaci¨®n de los dos tratados pendientes ,la mejora de la verificaci¨®n y la reducci¨®n gradual de los l¨ªmites para las pruebas futuras, ambas naciones reforzar¨ªan la confianza en la posibilidad de verificar una prohibici¨®n total; mientras tanto, la Administraci¨®n de Reagan podr¨ªa efectuar las pruebas de baja potencia que dice son necesarias. Pero a medida que vaya disminuyendo el l¨ªmite de las pruebas, deber¨ªan prohibirse algunas de las actuales de alta potencia (...)
La defensa estrat¨¦gica
El principal problema hoy del control de armamentos es la cuesti¨®n de las fuerzas ofensivas y defensivas de largo alcance; ni un acuerdo sobre las fuerzas nucleares de alcance medio ni una prohibici¨®n total de las pruebas nucleares puede sustituir a un abrirse camino en esta ¨¢rea cr¨ªtica.El debate sobre la cuesti¨®n de las defensas estrat¨¦gicas ha sido, en gran medida, ret¨®rico e improductivo. El presidente Reagan insiste en que la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) es, en primer lugar, un programa de investigaci¨®n para determinar si pueden combinarse los sistemas antimisiles con base en el espacio, en la atm¨®sfera y en la tierra para establecer una defensa sin fallos que hiciera obsoletos los misiles nucleares.
En nuestra reciente conversaci¨®n, Mijail Gorbachov reiteraba su conocida posici¨®n de que la SDI tiene como objetivo desarrollar "armas que ataquen desde el espacio", que fundamentalmente complementen, y no reemplacen, los sistemas de misiles ofensivos estadounidenses. Cree que Estados Unidos busca conseguir una superioridad n¨²clearsobre la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con objeto de amenazar con un primer golpe de su espada de misiles ofensivos y utilizar luego sulescudo de la SDI para neutralizar la represalia sovi¨¦tica.
Los sovi¨¦ticos han dejado claro ahora que desean aceptar reducciones dr¨¢sticas en sus cabezas nucleares de largo alcance en intercambio a la limitaci¨®n en la investigaci¨®n b¨¢sica de la SDI. El desaf¨ªo real es trazar la l¨ªnea entre una investigaci¨®n aceptable, que permitiera a Reagan explorar su sue?o de un escudo espacial, y un desarrollo armamentista inaceptable, que violar¨ªa el tratado de misiles antibal¨ªsticos (ABM) y lanzar¨ªa a una nueva y peligrosamente desestabilizadora escala en la carrera de las armas nucleares.
Yo plante¨¦ esta pregunta a Gorbachov: ?existe alguna manera de acortar la diferencia entre la insistencia del presidente Reagan sobre la investigaci¨®n de la SDI y los temores sovi¨¦ticos de que ese programa lleve a la fabricaci¨®n de armas "que ataquen desde el espacio"?
Gorbachov estaba claramente irritado por el reciente intento de la Administraci¨®n de Reagan de reinterpretar el tratado ABM para moderar sus prohibiciones estrictas en relaci¨®n con los sistemas antimisiles. Criticando la b¨²squeda de escapatorias, Gorbachov llam¨® a la nueva interpretaci¨®n esstadounidense, la obra de un "experto legal en pornograf¨ªa".
Yo se?al¨¦ que la negociaci¨®n de un compromiso sobre la guerra de las galaxias requerir¨ªa mejor un trabajo en equipo entre cient¨ªficos estadounidenses y sovi¨¦ticos, que entendieran la naturaleza de los programas de investigaci¨®n actualmente en marcha por ambas partes, y nuestros m¨¢s expertos negociadores, que tendr¨ªan que emplear todo su oficio en encontrar para el tratado un lenguaje aceptable basado en las posibilidades t¨¦cnicas. En mi opini¨®n, esas detalladas discusiones debenan comenzar de inmediato.
Si puede negociarse un compromiso de este tipo ser¨¢ posible alcanzar un acuerdo que incluya severas reducciones en las fuerzas de misiles pesados de cabezas m¨²ltiples sovi¨¦ticos (los SS-18) y una detenci¨®n en el despliegue de los misiles MX por parte de Estados Unidos.
Un complemento vital para tales reducciones ser¨ªa una declaraci¨®n de objetivos para posteriores acuerdos (un acuerdo de este tipo estipular¨ªa el despliegue de un n¨²mero mutuamente verificable de misiles m¨®viles de una sola cabeza nuclear; otro podr¨ªa prohibir todo nuevo misil bal¨ªst¨ªco intercontinental de cabezas m¨²ltiples).
De mi encuentro con Gorbachov volv¨ª convencido de que es un l¨ªder fuerte, cuyo objetivo es m¨¢s la mejora de la eficiencia del sistema sovi¨¦tico que una reforma fundamental del mismo. Su visi¨®n del mundo es la de una lucha continuada con Occidente, y cree en las guerras de liberaci¨®n nacional. Sobre la cuesti¨®n de los derechos humanos en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Gorbachov se adhiere r¨ªgidamente a la posici¨®n sovi¨¦tica de l¨ªnea dura, y es probable que el progreso m¨¢s all¨¢ de los gestos recientes sea dolorosamente lento.
En resumen, hay muchas ¨¢reas en las que nuestros dos pa¨ªses seguir¨¢n estando enfrentados y continuar¨¢n existiendolas principales tensiones. Pero yo creo que Gorbachov comparte la opini¨®n de Reagan de que una guerra nuclear no puede ser ganada y nunca debe producirse.
Los dos l¨ªderes tienen una oportunidad hist¨®rica para perseguir su objetivo com¨²n de un mundo sin armas nucleares. Con esta visi¨®n compartida, y con nuestros intereses de seguridad tambi¨¦n compartidos, yo creo que los pr¨®ximos pasos sobre el control de los armamentos est¨¢n ah¨ª para que sean dados.
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