Toros si, toros no, y c¨®mo
Cuando la feria de toros del castellano pueblo de Valdemorillo abre sus g¨¦lidas puertas se dice que la llamada fiesta nacional ha comenzado. A partir de entonces, c¨ªclicamente, se establece con el peri¨®dico una correspondencia de los antitaurinos y los aficionados. Los primeros comentan este a?o al defensor de los lectores que, "por fin, con la entrada en el Mercado Com¨²n se va a terminar con esta fiesta sangrienta. Hay un diputado europeo que va a proponer el cierre de plazas de toros y que no haya corridas". Sobre este tema EL PA?S se hace eco anual de opiniones encontradas. Toros, no.Pero mientras se polemiza, los segundos, es decir, los aficionados de siempre, recurren pidiendo m¨¢s espacio informativo en el diario. Desde Ciudad Real, Juan Jos¨¦ Campos nos muestra sus quejas y sugerencias. Es concreto y va directo al tema: "?Por qu¨¦ la fiesta de los toros recibe diferente trato que los deportes, por ejemplo, cuando en la temporada de 1985 hemos pasado por los cosos m¨¢s de 35 millones de espectadores? ?Por qu¨¦ no se editan, como en los deportes y otras actividades, unas p¨¢ginas dedicadas a la fiesta espect¨¢culo de los toros? ?Por qu¨¦ nos hurtan en EL PA?S informaci¨®n de corridas que se celebran a lo largo de la temporada en los cientos de plazas que existen a lo largo y ancho de nuestra geograf¨ªa nacional?".
El ombudsman ha pasado, en primer lugar, las reclamaciones de los aficionadeis al responsable en EL PA?S de la secci¨®n taurina, Joaqu¨ªn V¨ªdal. El cr¨ªtico taurino comparte rotundamente estas quejas y afirma: "La informaci¨®n taurina no existe en nuestro peri¨®dico". Nos ha ofrecido amplias consideraciones sobre su "lucha diaria" con el jefe de la secci¨®n de Cultura y Espect¨¢culos, a la que ¨¦l pertenece, y s¨®lo reclama espacio en las p¨¢ginas del peri¨®dico. "No hacen falta ni inversiones, ni apoyo de redactores, ni incentivos. S¨®lo mayor espacio. Es una pena que nuestros lectores tengan que comprar otros peri¨®dicos para conocer lo que pasa en el mundo. de los toros. Hemos dejado de dar muchas noticias importantes estos ¨²ltimos a?os cuando ten¨ªamos la primicia". Junto a otras consideraciones, con an¨¦cdotas puntuales sobre sus problemas para lograr ofrecer al lector las noticias que ¨¦l conoce, termina: "A pesar de todo sigo haciendo informaci¨®n y procuro estar al d¨ªa. Tambi¨¦n creo que, con el respeto que me merecen las opiniones de los lectores, un suplemento taurino en EL PA?S no hace falta. Creo m¨¢s importante dar al d¨ªa la informaci¨®n que haya en cada momento". Toros, s¨ª.
Juan Cruz, jefe de las p¨¢ginas de Cultura y Espect¨¢culos, ha estudiado tambi¨¦n el tema de las reclamaciones de los lectores y nos informa muy concreto: "La cobertura de la fiesta taurina se realiza teniendo en cuenta la importancia de las ferias, que se cubren desde el punto de vista de su inter¨¦s. En ese sentido, se publican informaciones de corridas que se celebran a lo largo de la temporada de acuerdo con la trascendencia que tienen dentro del espect¨¢culo taurino. Nunca hay voluntad de hurtar esa informaci¨®n que reclama el lector". Y c¨®mo.
Para que los lectores valoren si la informaci¨®n taurina que les ofrece EL PA?S es selectiva, continuada, equilibrada y con garra les a?adimos que entre marzo y octubre de 1985, que componen el pleno de la temporada taurina, asistieron a 7.595 festejos 32 millones de espectadores. Se han lidiado 24.500 reses. En las taquillas se han ingresado m¨¢s de 15.000 millones de pesetas. Los puestos de trabajo que generan estos festejos afectan a cerca de 160.000 personas. Existen registradas 600 ganader¨ªas de toros bravos. Hay plazas de toros en pr¨¢cticamente todas las capitales de provincia y pueblos de cierta importancia. Este interesante sector de la vida espa?ola est¨¢ compuesto por asociaciones de empresarios, proceso de crianza del toro, empresarios monopolistas o independientes. Todo un mundo que genera esta actividad. Y al final, la cr¨ªtica de nuestros lectores: de casi 8.000 festejos, EL PAIS ha dado noticia de 140.
La toponimia gallega
Desde Santiago de Compostela, Francisco Mac¨ªas se?ala cordialmente el respeto que le merece el trato del peri¨®dico hac¨ªa la toponimia catalana y reclama el mismo respeto hacia la toponimia gallega. "Criterios muy arbitrarios hacen que al lado de I'Hospitalet aparezcan La Coru?a, Tuy, La Estrada". Y pregunta: "?Por qu¨¦ no se respeta la forma propia, siendo, incluso, la forma oficializada de la Xunta?".El subdirector de Informaci¨®n e Investigaci¨®n, Julio Alonso, nos explica que, seg¨²n el Libro de estilo de EL PA?S respecto a los nombres propios de poblaciones espa?olas cuyo nombre oficial no es el castellano, sino el vascuence, el gallego u otro idioma del Estado, no cabe m¨¢s excepci¨®n que la del catal¨¢n, y s¨®lo para Catalu?a. Por ahora, en este peri¨®dicose sigue escribiendo Gald¨¢cano y no Galdakao, como democr¨¢ticamente opt¨® por llamarlo el Ayuntamiento. Sin embargo, estas normas pare ce que van a ser revisadas y puestas al d¨ªa. Julio Alonso ha aclarado sobre esta consulta al defensor de los lectores que "en el caso de municipios espa?oles cuyo nombre puede escribirse tambi¨¦n en un idioma distinto al castellano, y dado que las m¨¢s de las veces se trata de una versi¨®n poco extendida en la propia comunidad aut¨®noma, ¨¦sta se escribir¨¢ en castellano. No caben m¨¢s excepciones a esta regla que las expresamente recogidas en el Libro de estilo. Los gentilicios ir¨¢n siempre en castellano, y los nombres de accidentes geogr¨¢ficos espa?oles -r¨ªos, monta?as- ir¨¢n siempre en castellano, cualquiera que sea su versi¨®n en otro idioma de Espa?a. Los nombres de santos, los tratamientos honor¨ªficos y los t¨ªtulos nobiliarios s¨®lo se usar¨¢n en su forma no castellana cuando formen parte de un nombre propio. Ejemplos: mercado de Santa Caterina, calle del Compte Borrell, plaza de Moss¨¦n Cinto Verdaguer".
Las cooperativas espa?olas
Una informaci¨®n publicada el pasado 18 de febrero, firmada desde la Redacci¨®n de Barcelona por Elena Lorente, sobre el planteamiento de las cooperativas catalanas a la CE para la constituci¨®n de un fondo de garant¨ªa comunitario ha servido para que Rosendo Ort¨ª, del departamento de mercadotecnia de la Caixa Popular de Valencia, se queje al defensor de los lectores. Ort¨ª se?ala: "Seg¨²n su corresponsal en Barcelona, las cooperativas espa?olas -excepto las de Mondrag¨®n- no disponen de un instrumento financiero propio. Perm¨ªtanos que hagamos justicia: existe en el Pa¨ªs Valenciano la cooperativa de cr¨¦dito Caixa Popular, a la que est¨¢n vinculadas 56 cooperativas de trabajo asociado, consumo, ense?anza, servicios y viviendas, y con objetivos, criterios de funcionamiento y realizaciones en el campo de la intercooperaci¨®n muy semejantes a los expuestos en la propuesta a presentar ante el Comit¨¦ Europeo de Cooperativas de Producci¨®n, CECOP".Elena Lorente nos aclara el tema en respuesta al representante de la Caixa Popular de Valencia: "La informaci¨®n fue elaborada tras una larga conversaci¨®n mantenida con miembros de la Federaci¨®n de Cooperativas de Trabajo Asociado de Catalu?a (FTAC) y sobre documentaci¨®n del Comit¨¦ Europeo de Cooperativas de Producci¨®n (CECOP). La FTAC, junto con las cooperativas de Euskadi, son, por ahora, los dos grupos cooperativos de trabajo asociado de Espa?a miembros del CECOP desde hace tres a?os. De estos dos grupos, la Caja Laboral agrupa a las cooperativas de Mondrag¨®n, mientras que otras, las catalanas por ejemplo, creo que no disponen todav¨ªa de un instrumento financiero propio. Ello no excluye, antes al contrario, que otros grupos cooperativos todav¨ªa no integrados formalmente en el CECOP hayan podido constituir recientemente un instrumento financiero propio para paliar las dificultades en que se encuentra este tipo de sociedades".
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